Hoy es un día triste. Apenas empezamos el año y la violencia está en todos lados (una posible nueva guerra) y ahora nos ha quitado a dos personas más, entre ellas un menor de edad, por un tiroteo en la ciudad norteña de Torreón, en el estado mexicano de Coahuila.

Al momento de escribir la nota, la información existente indica que se trató de un siniestro que concluyó en suicidio. El perpetrador (de quien no revelaremos identidad, en apego con la ley) contaba con 11 años de edad, quien ingresó a su colegio con armas en la mochila, posteriormente empezó a disparar e impactó a su maestra, quien falleció en la escena. A los minutos, el niño decidió quitarse la vida.

Nosotros como medio de información y entretenimiento, normalmente no tomaríamos una posición al respecto dado que no es nuestro enfoque, nuestras noticias son de juegos, cine, series y todo lo que nos gusta. Sin embargo, en esta ocasión nos pronunciamos debido a que las autoridades laguneras han buscado una salida fácil en la línea de investigación, culpando al título Natural Selection -un MOD de Half Life- de haber influenciado al chico para cometer el atentado. Un mod que salió en 2002 y que su última actualización la tuvo en 2007, algo que nos genera dudas de que la persona implicada en esto haya jugado.

Esta no es la primera vez ni es el primer lugar donde esto se declara. Si nos remontamos al primer caso de tiroteo escolar recordado, llegamos al controversial caso de Columbine, donde dos chicos asesinaron a sus compañeros de clase y luego se suicidaron. La respuesta de las autoridades fue ir en contra del entretenimiento “violento”, en la forma de la música de Marilyn Manson y títulos como Quake o Doom. En general, todos los que han sucedido desde 1998 hasta la fecha siempre han tenido un culpable en común: el gaming.

Algo que no podemos evitar hacer mención es que, al parecer, el caso en Torreón estuvo “inspirado” en el de Columbine, pues el niño que perpetró el ataque estaba vestido exactamente igual que uno de los atacantes de ese caso: pantalón negro con tirantes y la playera blanca con el texto “Natural Selection”. 

¿Es la violencia en los juegos un detonante? 

Nosotros no estamos de acuerdo en que los videojuegos sean los detonantes. Si así fuese, todos los que hemos jugado CoD, GTA o Halo estaríamos propensos a disparar contra todos en la calle por no saber distinguir la ficción de la realidad. El trasfondo de estos actos violentos es la nula atención familiar, posibles problemas psicológicos y académicos que suelen relacionarse con el constante mundo en el que los niños y adolescentes se exponen, inclusive se ha comprobado que los videojuegos tampoco están relacionados con alguna enfermedad mental o de adicción a los mismos.

Por si fuera poco, los videojuegos cuentan con un estrícto sistema de clasificación desde 1994, y desde entonces la ESRB se ha mantenido a la vanguardia a la hora de informar a los consumidores el tipo de contenido que se encontrará en cada caja o juego. Por ende, aquí recae la responsabilidad hacía los adultos o personas que adquieren estos productos para dárselo a sus hijos o menores. Si quieren saber más respecto a cómo se clasifican los juegos, acá les compartios una nota.

La adolescencia, como muchos sabemos porque la vivimos, es la etapa que define al ser humano para el resto de su vida. Si esta se torna traumática debido a las burlas, agresiones o bullying, eventualmente la víctima se volvería victimario ya que la violencia es la válvula de escape para todo eso que lo angustia si no se aplica el debido tratamiento para poder sobrellevar tales experiencias.

El común denominador en los tiroteos es que los chicos eran buenos estudiantes, pero a la vez, eran agredidos por sus compañeros e ignorados por su entorno, por lo que su forma de decir “¡Aquí estoy!” es agrediendo de vuelta. Podemos recalcar que en el caso particular de Torreón, el perpetrador sufrió la pérdida de su madre, la ausencia del padre, vivía con otros familiares y sufría de bullying, según informan las autoridades y cercanos.

A eso, le sumamos que en México como en Estados Unidos se viven climas de violencia permanentes, ellos por el libre acceso a las armas y los discursos raciales y sociales, mientras que nosotros lo tenemos por la cultura del narcotráfico que ha permeado en todos los estratos. Claramente, tenemos un caldo de cultivo para el crimen, pero, de nuevo, consideramos que los videojuegos siguen sin ser la esencia de la violencia tras las tragedias..

Muchos vemos a los juegos como un breve escape de la realidad y de lo cotidiano. Muchos llegamos a casa a jugar luego de un día de escuela y trabajo, para relajarnos y dormir tranquilos. Tras pasar horas en el tráfico, el camión, el metro, el banco, jugar nos permite sacar todo ese estrés y socializar con otras personas cuando interactuamos en línea. Tal vez corrimos con la suerte de tener con quién platicar nuestros problemas, sean padres, hermanos, maestros y amigos, y por eso no recurrimos a la violencia para expresar sentimientos negativos. Todo eso está ligado con la educación y la inteligencia emocional que recibimos en casa y en la escuela.

Es por eso que en esta época de la libre información y la tecnología, vale la pena acercarse a los niños y platicar con ellos, logrando que desahoguen lo que sienten, sin dejar que se aislen del mundo. Porque el juego no tiene la culpa, eso es de la nula atención que le damos a la salud mental debido a que se tiene el estigma de que ir a terapia es malo o “es de locos”.  Si conoces a alguien con una crisis similar o eres tú el que la tiene, puedes llamar al 55 52 59 81 21, la línea de ayuda de SAPTEL con apoyo de especialistas de la UNAM, para prevenir el suicidio.

Desde The Hive Gaming, hacemos distintos llamados:

  • A la población: no son los juegos, es el hecho de ignorar a quien tiene un problema. Comencemos a ser empáticos.

  • A los gamers: jueguen libres. Que nadie les diga que lo que hacen es malo, Y si se sienten solos, entre todos nos podemos apoyar.

  • A los familiares: nuestro apoyo moral en este oscuro momento. Pronta resignación para todos.

 

 

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