Comenzaré por lo obvio: sí, se parece bastante a la primera entrega de la saga, pero no te precipites  a pensar cosas que no. Al igual que me sucedió con Far Cry 3 y Far Cry 4, pensé lo mismo al ver trailers y gameplay antes de su salida. “Se ven casi iguales, no hay variedad”, pensé, pero esto nunca fue algo malo. Una isla exótica y paradisíaca con un villano extravagante no sonaba nada mal. Con esto dicho, pensemos en que The Division 2 es la forma en cómo muchos aspectos de la primera parte se pulieron para ofrecer entretenimiento sin límites y una forma de personalizar a tu personaje que, a pesar de no ser innovadora en ningún aspecto, te captura por muchas horas.

Vamos, entonces, a hablar sobre Tom Clancy’s The Division 2.


LA HISTORIA RECORDARÁ


Títulos como este no se caracterizan por tener una historia profunda, detallada y con un gran arco argumental definido. De hecho, es muy similar a los eventos sucedidos en la primera entrega de la saga.  Siete meses después de los acontecimientos en la primera parte, nos encontramos cerca de Washington D.C. defendiendo un puerto ‘x’. De pronto recibimos una llamada y se nos informa que la Casa Blanca está siendo atacada y necesita todo el apoyo posible. Llegamos, matamos a unos cuantos malhechores y así comienza la misión en la que se sustenta todo el juego.

El ‘Strategic Homeland Division’ o SHD, es el sistema que soporta toda la tecnología avanzada que usa The Division para cumplir con sus deberes. Dicha tecnología deja de funcionar repentinamente, esto se vuelve uno de los tantos motivos para defender a los inocentes que ahora habitan las calles de Washington a merced de las facciones de soldados y rebeldes que se han originado debido al brote de un nuevo virus.

Sí, básicamente es la misma historia de la primera vez, pero sonaba absurdo decirte eso solo para este apartado, ¿no? Sin embargo, esto no es malo por ningún motivo, te explicaré por qué…

Así como sucedió con Far Cry 3 y 4, la fórmula de isla paradisiaca más un villano excéntrico funcionó demasiado bien. Tal vez no quedó muy innovador o creativo del todo, pero sin duda a los fans de la saga les encantó. En mi caso disfruté bastante la primera entrega de The Division, y sucedió lo mismo con la segunda.


ARMAMENTO ARMAMENTÍSTICO


Muy al contrario de cómo sucedió en mi
relación tóxica con Anthem, usar distintas armas y esforzarme en dedicarme a un estilo en particular me fascinó. Y no sólo eso, pues cada arma se sentía diferente y con una variedad de ventajas y desventajas que las hacía mejores o peores para las distintas situaciones que el gameplay presentaba.

The Division 2 ofrece un catálogo amplio y personalizable de armas, cada una descrita con su daño, daño por minuto, tiempo de recarga, cadencia, ventajas y estadísticas que te ayudan a ajustar tus necesidades en el campo de batalla a tu personaje.

Las ametralladoras ligeras fueron sin duda mi arma favorita durante la mayor parte del tiempo que estuve jugando. Una gran cadencia de fuego que eliminaba hordas de enemigos a corta y media distancia. Los demás tenían el gusto de recibir una bala de mis carabinas o rifles, los cuales eran bastante satisfactorios de usar. Una sola bala en el centro de la cabeza era más que suficiente para liquidar a los soldados enemigos comunes.

Y hablando de enemigos…


¿INTELIGENCIA NO TAN ARTIFICIAL?


La IA me sorprendió en más de una ocasión, para bien o para mal. Ubisoft desarrolló enemigos que te presionan muchísimo para que cambies de posición durante el combate más de una ocasión casi cada 30 segundos. El combate se vuelve dinámico gracias a ello, y se crea un ambiente de tensión en el que te ves en la necesidad de revisar los flancos, que no te llueva una granada
o que poco a poco tres enemigos estén avanzando hacia ti mientras tú le disparas al jefe de la misión en tu décimo intento por completarlo, solo en dificultad difícil para demostrarle a tus lectores que eres un hombre fuerte, independiente y capaz… perdón, me descontrolé.

Puede que en cierto punto los enemigos se sientan muy parecidos entre sí ya que todos terminan muertos gracias a ti, pero se nota la variedad en ellos.

Están los típicos que se ‘chulean’ y caminan directamente hacia ti, sin cobertura, mientras te disparan con una ametralladora automática porque se creen inmortales, hasta que les metes una bala en el cerebro.  Después están los francotiradores, los que usan escopeta; vaya, soldados cualquiera. Sin embargo, mis favoritos en todo el universo son los que usan algún tipo de objeto para golpearte, ya sea un palo, una porra o una palanca, este enemigo se ha ganado mi cariño. En más de una ocasión lo vi corriendo hacia mí con intenciones de golpearme, lo que obviamente no sucedía ya que 9 de cada 10 veces me daba cuenta a tiempo y el pobre terminaba con 100 balas en la cabeza antes de poder tocarme, pero, ¿qué pasa con esa única vez que llegó a mi? Bueno…


GOLPES MORTALES RIDÍCULOS


Una vez completas misiones de la historia principal, puedes rejugarlas en dificultades superiores para obtener más experiencia, “dinero” y objetos de mayor calidad, lo que significa más daño, protección o la estadística de tu interés.

En cuanto completé la primera misión re-jugable, la intenté nuevamente en difícil.  Y DIGO INTENTÉ… porque fue realmente complicado, y eso me encantó. Los enemigos de los que te conté parecían inútiles hasta que estaba bajo fuego enemigo (más de 3 disparándome al mismo tiempo) y me flanqueó uno de los que ataca cuerpo a cuerpo, matándome de un solo golpe.

Una aventura que debería ser grupal y sencilla se convirtió en un reto personal extremadamente complicado. Está de más decir que morí innumerables veces, pero lo logré. Elegir la cobertura apropiada tomando en cuenta la posición y el avance de los enemigos, si pelea a corta o larga distancia; todo hacía que cada decisión fuera importante para el resultado final de la batalla, pero nos estamos saltando algo.


TECNOLOGÍA SDH


Ahora es momento de demostrar mi descontento con lo que diría es la idea más inútil e innecesaria de todo el juego, pero primero me veo en la necesidad de detallar esta sección antes de empezar a quejarme.

El equipo The Division posee una tecnología avanzada capaz de crear drones y torretas que se controlan por sí solos, los cuales tienen ventajosas habilidades como bloquear las balas o curarte. Incluso pueden crear granadas que se dividen en más granadas y buscan al enemigo más cercano para explotarles en toda la cara. Desgraciadamente no puedes desbloquear o mejorar habilidades por ti mismo y tienes que ir al punto de control principal, que resulta ser la casa blanca, para que un tal “señor especializado” lo haga por ti.  Sí, puedes cambiar las habilidades ya desbloqueadas desde tu menú, pero como quieras hacer algo más tendrás que caminar por media hora hasta la Casa Blanca o usar el viaje rápido, que aligera el viaje entre tu casa y la tienda de la esquina.

Dejando a un lado ese molesto detalle, las habilidades son variadas, aunque son casi las mismas a la primera entrega. De los 8 dispositivos disponibles a usar, cada uno cuenta con hasta 4 variantes para que se sienta más personalizable. De esta forma, puedes combinar la variedad de habilidades con la variedad de armas y aditamentos que les puedes equipar para hacer de tu personaje algo “único”. Y hablando de único…


SETS


El equipamiento puede variar en sus estadísticas, daño y demás, pero lo que realmente interesa es el conjunto al que pertenece.  Dicho de mejor manera, hay armaduras que pertenecen a la misma ‘familia’ y el equiparte con cierta cantidad de ‘miembros’ de esa familia te otorga estadísticas extras.

Entonces, si usas el set “The Hive Gaming Is Cool” obtienes +10% de Kappa y -2% de furros. Algo así…

El punto es que no basta con encontrar equipo que tenga mejores estadísticas a primera vista como podría ser el daño o armadura, sino elementos secundarios que se vuelven realmente relevantes para el desarrollo de tu personaje y el del equipo con el que compartirás las misiones.


SIEMPRE OCUPADO


Si no es por la historia principal, las misiones secundarias, las aleatorias del tipo rehenes, propaganda, ejecución pública, fortalezas, recolección de materiales, farmeo… siempre tendrás algo que hacer en la apocalíptica ciudad que solía ser el pináculo de la “democracia”.

Las recompensas constantes te motivan a seguir jugando durante horas y horas, y gracias a las coberturas, la IA y el cooperativo, constantemente verás gratificaciones por seguir jugando hasta llegar al endgame. Sin embargo, una vez completaste cada una de las actividades del mapa, solo queda el PVP y el cooperativo de misiones que ya jugaste, pero en modos más difíciles. Llega el punto en el que dejas de ver una recompensa valiosa para seguir con tu aventura.


CONCLUSIÓN


No esperes ver algo muy diferente a la primera entrega de la saga The Division. Tampoco pienses que esto es malo. Esta segunda parte es una buena forma de arreglar ciertos detalles que fallaron en la primera, así que dale una oportunidad. Crear tu personaje, personalizarlo como tú quieres, salvar la ciudad ahogada en el caos, conquistar puestos enemigos con tus compañeros; todo se complementa para hacerte sentir importante y pieza vital del levantamiento de la ciudad ante las amenazas bacteriológicas y la crueldad del ser humano.
Obvio, con armas y explosivos.

The Division 2 es como Mario y Luigi, o mejor conocido como el Mario Verde.

Por su lado, el ‘endgame’ flojea un poco y no logra captar la atención necesaria para seguir sumergido en la acción. Y ni hablar de los gráficos y la optimización, al menos en PlayStation 4. Pobre consola, apenas podía cargar las consolas.

Sea como sea, The Division se gana mi amor nuevamente, a pesar de los fallos gráficos y de duración en el endgame, por todo lo demás, The Division 2 será una buena excusa para llegar tarde al trabajo de vez en cuando.









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