The King of Fighters XV: muchas mejoras sin perder su esencia
¡El Rey de las peleas está de vuelta!
23 de febrero, 2022
Puntuación
The King of Fighters 15
País de estreno
Global
Plataforma
PS5, PS4, XSX, Xbox One y PC
Publicado
SNK
Fecha de lanzamiento
Febrero 17, 2022
Los fanáticos de The King of Fighters (KoF) siempre han estado en un constante éxodo al buscar ese nueva entrega que les haga volver a las viejas glorias de las arcades, cuando la franquicia de SNK dominaba las salas y todo mundo quería demostrar ser el mejor en cada edición. Pero después de varios años de tropiezos, puedo asegurar que KoF XV es lo que le hacía falta a todos los jugadores que pedían una buena entrega que respetase la esencia del pasado. Pero vayamos por partes, veamos cada aspecto que llamó mi atención.
De entrada, el panorama general de la versión que me tocó reseñar era la estándar, la cual contiene un roster de 39 legendarios y nuevos personajes (divididos en 13 equipos), suficientes para poner en prácticas nuestros combos y de paso conocer sus historias. Obviamente el juego está totalmente enfocado en ir recibiendo futuros DLC’s (contenido descargable) con nuevos personajes (equipos), accesorios y quizá hasta nuevos modos de juego. Esto no significa que el juego base se quede corto, al contrario, tiene suficiente contenido para mantenernos entretenidos por horas.
Ahora que hablamos de modos de juego, The King of Fighters 15 llega con los ya clásicos Modo Versus, Modo Historia y Entrenamiento. Este último siendo un modo aceptable, no es robusto pero tiene lo necesario para quienes buscan dominar al 100 sus personajes favoritos, cabe aclarar que tomé como referencia para comparar con lo visto en las anteriores entregas. Como es de esperarse, esta edición de KoF tiene un completísimo modo Online donde podrás tener enfrentamientos casuales, clasificados, crear salas de juego para reunir a tus amigos y armar un torneo. Por si fuera poco, el juego también contiene un museo o galería con piezas musicales, voces de los personajes, modo de misiones y artes conceptuales.
Respecto a la historia, creo que aquí puedo ser honesto al mencionarles que la narrativa sigue siendo parte de los eventos establecidos en los últimos juegos de la franquicia y por otro lado, no esperen algo complejo ni emocionante. Estamos hablando de KoF, un universo donde las situaciones hilarantes y místicas van de la mano pero sin llegar a perder ese toque clásico de contar los eventos de cada personaje como si se tratase de una novela visual con algunas cinemáticas.
Lo último no significa que el modo Historia sea malo o simple, en realidad estamos ante un modo de juego que le da ese toque extra a las peleas, o sea, al hecho de que ciertos personajes lleguen a interactuar (dialogar) más allá de lo predeterminado a la hora iniciar y terminar el combate, sacando a flote datos e información respecto al pasado y las rivalidades de nuestros peleadores. Repito, quizá no sea la gran cosa para quienes no conocen el lore de la franquicia, pero estoy seguro que los fanáticos van a disfrutar y querer sacar todos los finales posibles.
Visualmente hablando, The King of Fighters 15 es una mejora notable en la combinación de personajes modelados en 3D con fondos que por momentos nos remontan al 2D, esto sale a relucir el buen uso que se le hizo al motor gráfico brindando vida al diseño de personajes. Lo anterior lo menciono porque ya no se ven planos o sobrepuestos en un fondo sin vida o detalles. Aunque esto no es algo tan importante por así decirlo, pero se agradece al nivel de que las peleas sean disfrutables y vistosas a la hora de conectar combos y ataques especiales para detonar las animaciones. Debo dejar claro que el juego tampoco es complejo y exigente en comparación a otros del género, pero tiene suficiente personalidad para quitarse de encima las aberraciones del pasado (específicamente cuando la franquicia empezó a utilizar modelos en 3D).
Dejando atrás los aspectos técnicos, ahora entremos a la piedra angular, me refiero a la jugabilidad y mecánicas de juego. No soy un competidor profesional de la escena, pero tengo suficiente noción de la importancia de este aspecto a la hora de decidir comprar o no el juego. Aquí se aplicó un pequeño giro de tuercas pero sin afectar la base, se movieron cosillas por acá y por allá con la finalidad de crear una sensación de balance y complejidad que tanto le hacía falta a la franquicia, sobre todo apuntando al reino competitivo. Algunos dirán que KoF XV es una versión mejorada de KoF XIV, lo cual es válido. Pero no solamente se trata de una simple actualización, las mejoras realizadas en verdad son drásticas, pero lo interesante yace en las novedades para amalgamar con el sistema de juego al que estamos acostumbrados.
Los movimientos EX llegan como aire fresco para darle variedad y alcance a las posibilidades que ahora tendrán los personajes para realizar combos, quitando esa molesta sensación de que todo debe depender de llenar o activar el Max Mode. Claro, eso no significa que no tenga utilidad o importancia ahora, solamente trato de mencionar que aquí no nos orilla a depender totalmente de ello para luchar.
Hablando de los movimientos de los personajes, como es de esperarse, algunos tuvieron una manita de gato en renovar sus ataques y poderes, abriendo paso a una nueva expresividad combativa. Ahora será necesario estar al pendiente de la gestión del medidor, subiendo un peldaño de estrategia a la hora de usarlo. Esto le da un dinamismo natural para estar al pendiente de jugar más ofensivo o defensivo dependiendo la situación que se desarrolle.
Ahora, el cambio determinante y que puso a pensar a muchos fans cuando se anunció, es la nueva mecánica del Shatter Strike, la cual honestamente podría definirse como un movimiento de contraataque y a la vez defensivo, ya que su implementación puede generar cierta polémica. Inicialmente cuando supe de este movimiento sentí que iba ser usado hasta punto del abuso, pero al tener un costo de una barra entera de poder, creo que no afectará tanto debido a cómo mencioné atrás, aquí se debe tener cuidado si se va implementar para un Max Mode o un Shatter Strike. Puedo estar equivocándome, ya que el juego lleva pocos días y los jugadores todavía están descubriendo el metagame, quizá más adelante se vuelva en un movimiento que rompa totalmente con lo frenético que suelen ser los juegos de KoF, pero hasta el cierre de esta reseña esta nueva mecánica no afecta tanto como se creía al inicio.
Estoy seguro que hay personas que se preguntarán del efecto botonazo, pues, de alguna manera existe un gran chance de ganar un enfrentamiento con tan solo “mashear” los botones sin patrón alguno logrando por suerte sacar unos combos y poderes. Esto lo agrego porque sé que al tratarse de un juego de peleas con bases tradicionales, arrastrará algunos pecados de su estilo secuencial o de encadenar comandos que le brindará a los jugadores novatos la posibilidad de realizar movimientos espectaculares sin saber cómo lo lograron.
Para los jugadores experimentados, el aprenderse los combos y dominar los aspectos ofensivos y defensivos de sus personajes serán un reto suficientemente satisfactorio, ya que la curva de aprendizaje está diseñada para que uno le invierta un buen tiempo. Así que vayan preparándose porque KoF XV tiene tanto replay value gracias a sus mejoradas y novedosas mecánicas de juego, y eso que no estoy contando el contenido extra o de colección. Fuera de las preocupaciones implícitas de las propuestas que brinda, el sistema de juego es fluido y mejor trabajado que sus predecesores. Esto le dará suficiente vida para que dentro de unas semanas o meses empiecen a salir locos montajes de combos que tanto disfrutamos ver en los inicios de YouTube.
The King of Fighters 15 actualmente se puede considerar la entrega más sólida y con suficiente contenido de la franquicia, dándole una frescura que le hacía falta pero sin llegar a cambiar el paradigma del género de peleas. Bueno, sin nada más que agregar, vayan a desempolvar sus respectivos Arcade Sticks para echar la reta online o local porque KoF está de vuelta y ha recuperado su legado y esencia que tanto le hacía falta.