El ex-presidente de Nintendo, Reggie Fils-Aimé, dijo una vez: “Si no es divertido, ¿por qué molestarse?” Y es esta misma noción de los juegos con la que se construye Frankie’s Revenge, una fórmula clásica combinada con elementos modernos que lo hacen resaltar brevemente entre el mar de desarrolladores indies, pero la pregunta es: ¿Puede brillar tanto como el cromo? ¿O palidece como el óxido?

Cuando me refiero a formula clásica, me refiero a esos título de antaño que son sumamente básicos en su concepto de jugabilidad, historia, y hasta gráficos, no diría que es un juego antiguo ni trata de ser retro como tal, pero sin duda se nota que tiene un fuerte enfoque en sus bases como un título que busca entretenerte un rato.

No diría que tiene una increíble profundidad de historia, la premisa es que simplemente están llegando robots alienígenas a conquistar el mundo, y tú, robot casero de combate, tienes que salvar al mundo acabando con la amenaza robótica extraterrestre. Ni más, ni menos.

Aunque pueda parecer una historia simple, no me malinterpreten, es esa premisa clásica de la vieja escuela que solo sirve de pretexto para ir y hacer… cosas. Hay villanos destacables de cada nivel, pero realmente la trama no tiene algún tipo de profundidad, y la verdad es que el juego no lo necesita, porque no se trata de eso.

La jugabilidad es el aspecto más importante de Frankie’s Revenge. Con una palanca te mueves, con otra miras hacia dónde disparar o dar un golpazo, y con cuatro botones diferentes golpeas, disparas, das un arrancón, o haces un ataque especial, no es ninguna ciencia. Y es de hecho este esquema el que mantiene increíblemente simple para que todos puedan jugarlo. Definitivamente está pensado para todo público sin importar su experiencia en juegos o su edad.

El juego no se trata solo de dispararle a cosas (bueno, sí, pero tiene cosas que lo hacen un poco más complejo que eso) ya que es en los mapas donde radica la variedad de la jugabilidad. Por ejemplo, en algunos casos tienes que usar diferentes herramientas a tu disposición para poder progresar por los escenarios; ya sea que recojas carbón para impulsar un tren de dinamita, uses una caña de pescar para recoger baterías, destruyas un generador, y escapes al final con tu mochila propulsora. No diría que son malas mecánicas, pero no le dan tanta variación como uno quisiera y hasta se llega a tornar algo repetitivo, después de todo sigue disparar a los enemigos a no más poder.

La música y los gráficos personalmente los percibo como básicos a no más poder, el estilo tridimensional simple queda bastante bien con la temática del juego, pero ni le da un especial ni personal, y tampoco como algo hecho a medias, solo es tan simple y genérico que no resalta en ningún sentido. Lo mismo aplica para la música, olvidable y repetitiva a no más poder.

No todo es malo cuando se refiere a lo que puedes hacer en el juego. Una de las mejoras que tiene es la posibilidad de personalizar un sin fin de cosas como jugador, ya sea armamento, la estética de tus armas, cómo se ve tu robot, y hasta globitos con memes puedes dejar.

Personalizar la base es una de mis partes favoritas ya que a pesar de que no cambia casi nada realmente, puedes usar un poco del dinero que consigues en cada escenario para comprar estos adornos y mejoras, que van desde un cohete de oro a una pantalla 4K en tus cuarteles, cosas que quizá no tengan mucho impacto, pero se aprecia el que te den un motivo para gastarte el dinero que ganas en los niveles.

Otro buen aspecto de Frankie’s Revenge es que puedes jugar con hasta cuatro jugadores de manera local o en línea. De momento ha sido una experiencia algo hueca en este último apartado porque no hay nadie jugando en línea, de las ocasiones que traté de conectarme no había absolutamente nadie dispuesto a jugar, y esto significa que la comunidad en línea o ya se murió, o nunca floreció.

Tuve la oportunidad de probar el juego en local con algunas personas, y debo decir que la experiencia mejora descomunalmente. Aunque tengo una polémica personal de que cualquier juego es mejor cuando se disfruta con más personas, este en particular se siente que fue diseñado con base de que más de un robot esté en el campo de batalla, por lo que siempre será recomendable tener a unos vales para jugar este título.

¿Entonces es Frankie’s Revenge es buen título? Pues no diría que tiene algo especial, tiene elementos entretenidos y cosméticos bonitos, pero no pasa de ser un título para jugarse un par de veces con los amigos o la familia. Las variaciones de dificultad sí le dan un reto agregado, pero no hay un incentivo como tal para pasártelo más de una vez, y con una corta duración quizá no parezca el titulo más recomendable, pero es la simplicidad lo que te trata de vender, el que es sencillamente un juego divertido, y no te pide nada más como jugador, ni te da nada más como título, es simplemente entretenido. Si eso es suficiente como querer tenerlo, depende de ti como jugador.

Rikodu es un pequeño estudio indie en Transilvania y son los encargados de hacer este proyecto, son relativamente nuevos en la cuestión de hacer video juegos. Este título es de sus primeros y aunque se nota la dedicación que le tienen, el mantra principal del estudio está en hacer que el jugador se mantenga pegado a la pantalla, cosa que irónicamente no lograron hacer conmigo, pero no por eso deja de tener esa base de hacer que el juego sea divertido.

 

Second Hand: Frankies Revenge está disponible para PC vía Steam.

 

 

Disclaimer | Esta reseña fue elaborada con un código de cortesía | Este juego se encuentra en Early Access al momento en el que se escribió esta reseña.

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