Lo primero que uno piensa al jugar un videojuego inspirado en un anime es: ¿debería verme el anime antes de jugarlo? En esta ocasión la respuesta es: no.

HISTORIA (SPOILERS)

Tokyo Ghoul narra la historia de Ken Kaneki y los Ghouls, criaturas monstruosas disfrazadas de humanos que sobreviven a base de la carne humana. 

Kaneki, un joven de 18 años, conoce a una chica llamada Rize Kamishiro en una cafetería y la invita a salir. Después de una cita común y corriente, Kaneki acompaña a Rize a su casa. Al entrar a un callejón nuestro protagonista descubre la verdad… no, Rize no es trapito. Esta aparentemente inofensiva chica resulta ser uno de esos letales y temibles Ghouls. La suerte de nuestro joven y torpe Kaneki se ve reflejada en el escenario del ataque, pues consistía en una construcción en progreso que al ser afectada por los impactos del Ghoul provocó que a esta le cayeran unas vigas enormes, matándola. El alboroto atrae la atención al lugar y Kaneki es llevado al hospital. Como al doctor no se le ocurrió una mejor idea, decidió trasplantar algunos de los órganos del Ghoul a Kaneki, salvándole la vida y convirtiéndolo en mitad Ghoul y mitad humano. A partir de entonces Kaneki conoce lo más ruin y vil de ambos mundos: humanos y Ghouls. Se enfrenta a ellos y busca la manera de sobrevivir a base de café y té, lo único que comparten estas dos “razas”. A partir de ahí todo se desarrolla en una constante pelea por la sobrevivencia.

GAMEPLAY

En un principio, el sistema de combate puede parecer un tanto brusco y lento, pero conforme las batallas se desarrollan y tenemos la oportunidad de probar otros personajes, otras armas y otros estilos de combate, realmente nos damos cuenta que no es como en un principio aparenta. 

Ya sea con un Ghoul o con un humano, los ataques se desencadenan medianamente bien y el hecho de que haya una gran cantidad de enemigos ayuda a que la acción sea continua dentro de lo posible, pues con un pequeño golpe que nos den nuestra acción se ve interrumpida. Eso sí, no es de qué preocuparse porque los esbirros genéricos mueren de un solo golpe, los esbirros “especiales” mueren con unos cuantos combos y los Ghouls poderosos, o humanos investigadores, suelen representar un pequeño desafío a la práctica con los sacos de box que hacen llamar esbirros. 

En donde realmente tuve ciertos problemas fue con algunos de los “jefes finales”, ya que sus ataques eran demasiado repetitivos y predecibles; sin embargo, eso no les impidió aplicarme algunos combos dejándome la barra de vida casi vacía; esto me lleva a otro punto. Por ejemplo, en la pelea contra el segundo jefe, aparecían bastantes sacos que regeneran la salud, por lo que el enfrentamiento se volvió demasiado fácil. De hecho, podía darme el lujo de recibir mucho daño a costa de bajar los puntos de vida del enemigo, alejarme, tomar una saco de vida y repetir. Posiblemente el hecho de que hubiese mucha regeneración de vida esté vinculado a la curva de dificultad del juego, así muchos jugadores no se verían frustrados tan rápidamente.

Entonces, ¿fue la pelea con el jefe, mala? No, la verdad es que no. Es mejorable en algunos aspectos, pero representó un reto en la escala de dificultad que el juego poco a poco iba elevando, pero tampoco negaré que algunos jefes eran realmente lamentables por su inteligencia artificial y sus combos; también hubo otros que fueron realmente entretenidos y requirieron una estrategia.

El sistema de combate consta de ataques normales como puñetazos, ataques especiales que dependen del Ghoul que usemos y ataques a distancia. Estos crean una ligera variedad que aviva el sistema de combate. Debemos variar la estrategia y combos para lidiar de la mejor manera con las oleadas de enemigos que se nos aproximen. Los enemigos suelen agruparse, por lo que nos conviene eliminarlos rápidamente. Un enemigo es nada, 15 ya es algo y 40 ya son demasiados. Son fáciles de matar, pero como si fueran una hydra: matas uno salen tres más.

En general, el combate se siente bien con respecto a las distintas clases de Ghouls y humanos que tenemos a nuestra disposición. Las habilidades de cada personaje varían, y es por ello que las batallas no se sienten tan repetitivas. Además, los enemigos ayudan a que busquemos distintas formas de enfrentarlos.

MODOS ALTERNATIVOS

Omitiré demasiado meterme en el modo multijugador porque es lo que ya te esperas, el mismo sistema de combate y personajes pero contra otro ser humano, lo que le agrega una dificultad y complejidad al combate, nada más.

El modo Supervivencia resultó ser el más entretenido y agradable, al menos para mí. Consiste en crear tu propio personaje, el cual puede ser Ghoul, Investigador o Quinx (una combinación rara de los anteriores), y personalizarlo como tú quieras. Podrás elegir entre un arma principal, un arma secundaria y un arma de ataque a distancia. Necesitarás subir de nivel y desbloquear distintos elementos para poder elevar el nivel de poder de tu personaje. Esto será muy importante porque en este modo te enfrentarás a muchos enemigos muy poderosos al mismo tiempo. No será para nada como en el modo historia.

CONCLUSIONES

Realmente hay poco que decir de este título, pues está enfocado a los jugadores que tienen un conocimiento previo del anime o del manga. Sus mecánicas y sistema de combate son sencillos, aunque “sencillo” no significa bueno del todo. No innova o propone algo nuevo para el género acción-aventura. Los combos, la movilidad del personaje y el sistema de apuntado podrían estar más pulidos para ofrecer una mejor experiencia de juego. Claramente es un videojuego hecho con cariño por la idea central del mismo, pero el amor por lo que haces no lo es todo, hay que saber desarrollarlo y presentarlo de una forma adecuada para el público actual de jugadores.

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