The Legend of Zelda: Link’s Awakening salió originalmente para el Game Boy en 1993. Como idea original se planeó que fuera un port exacto del clásico título A Link to the Past (1991), pero eventualmente pasó a ser una historia original. Con la dirección del legendario Takashi Tezuka, Link’s Awakening se desarrolló en tan solo año y medio. Cinco años después saldría una versión mejorada para el Game Boy Color.

Este remake fue realizado por Grezzo, el mismo equipo que desarrolló las remasterizaciones de Ocarina of Time y Majora’s Mask para el Nintendo 3DS. Siendo este su primer trabajo para el Nintendo Switch, ¿cumplieron su cometido de darnos una entrega digna?

LA NOSTALGIA NOS ENVUELVE NUEVAMENTE EN LA ISLA KOHOLINT

Este título es una continuación del juego de SNES, donde Link se aventura en una pequeña balsa para encontrar lugares donde lo necesiten, es cuando durante una tormenta es alcanzado por un rayo y naufraga en una isla misteriosa, donde es rescatado por la aún más enigmática Marin.

Link comienza a descubrir por qué apareció en este lugar y por qué están sucediendo cosas tan extrañas. Un extraño búho le encomienda la tarea de encontrar ocho instrumentos musicales para despertar al Wind Fish, ya que al hacerlo este le dará todas las respuestas que busca y que, quizá, no ansía conocer.

GRÁFICOS HERMOSOS, ¿PERO A QUÉ COSTO?

Nunca nos cansaremos de repetir lo magnificente que luce este título; el estilo es totalmente distinto a cualquier juego de Zelda que haya salido y se nota todo el empeño que se le dio para lucir así de bien, pero es tanto lo que debe de soportar la consola híbrida para renderizar estos gráficos que sufre de frame drops (ralentizaciones en la tasa de cuadros por segundo) bastante graves, que son visibles desde el momento que muestran la primer escena.

Esto se puede deber a que todo el mapa se genera al mismo tiempo, ya que al no haber transición de escenas como en el original, aunado a los gráficos mejorados, la tarjeta NVIDIA de la consola tarda un poco en actualizar lo que sucede en pantalla. Esto no ocurre dentro de los calabozos puesto que por la naturaleza de los mismos ahí sí se mantuvo esta transición de escenas, por lo que es más fácil de procesar.

En un inicio es muy notable esta caída de frames (llegando hasta 30 fps) pero gradualmente te acostumbras y pasado un tiempo ya no son tan notorios. Si tomamos en cuenta que como tal hay muy pocas pantallas de carga, es preferible “sufrir” un poco a tener que esperar con un fondo negro cada tanto tiempo. Esto no exonera a Grezzo, pues sin duda tiene cabida para una mejor optimización del título, así que solo esperamos nos den una actualización que arregle este problema.

UN ALMA POR OTRA, O MEJOR DICHO, UNA CÁMARA POR OTRA

Esta remasterización es casi completamente fiel al juego original, con la excepción de que removieron casi por completo la Tienda de Cámara de la versión DX. Podemos entender que esta se implementó para publicitar la Game Boy Camera en su tiempo, pero muchas de estas escenas añadían ese toque extra y sumaban más la melancolía de lo que implicaba este juego.

En su lugar nos dieron la Cámara de Calabozos, un intento de Zelda Dungeon Maker que solamente te permite utilizar habitaciones de mazmorras que ya has pasado con anterioridad. En un inicio es divertido, además que es necesario pasar los retos que te pone Dampé para obtener varios ítems pero debido a las claras limitaciones del mismo y que los premios se vuelven más y más deplorables, rápidamente te olvidarás de que existe.

Y no solamente eso, el juego trata de demostrar que lo vale y te impulsa a que consigas más piedras (varias a precios exorbitantes) para conseguir más cuartos de calabozos, lo que provoca que grindees rupias con tal de conseguir el 100% del juego, todo para que puedas hacer tu propio calabozo e intentes compartirlo con algún amigo con ayuda de una de tus figuras de amiibo, lo cual es bastante incómodo y no obtienes nada, más que darle un reto a los demás.


LAS MEJORAS DE CALIDAD DE VIDA SON ALGO QUE NECESITABA URGENTEMENTE

Además de tener más botones y así organizar mejor tu inventario, también se duplicaron las conchas de mar (con las que desbloqueas varios goodies), se añadieron más piezas de corazón, se implementaron botellas para capturar las hadas que te regeneran vida, más puntos de teletransportación (sigue faltando uno directo a la Villa Mabe), los minijuegos contienen más ítems por lo que no los olvidarás tan pronto, y más.

Por las mismas limitaciones del Game Boy, el mapa general del juego era básicamente inútil y solo servía para más o menos ubicarte. Ahora tenemos un mapa tan detallado que podemos trazar una ruta óptima en caso de requerirlo, además de poder colocar pines por si algo captó tu atención y requieras regresar después. No solamente eso, cuando encuentres algo importante se reflejará en el mapa, como los calabozos, las estaciones de teléfono, las casas y, lo más importante, las conchas de mar o piezas de corazón que ya hayas encontrado. De esta manera es más fácil ubicar lo que te falta recolectar.

Un punto que no podemos dejar de lado es la manera en que rehicieron los arreglos musicales ahora con sonidos acordes a los Instrumentos de las Sirenas. A pesar de que estas pistas hayan sido mejoradas, algunas suenan casi igual a como eran en el juego original, lo que denota la calidad con la que fueron hechas.

Aunque también hay cosas que pudieron dejar como estaban. Aún no creemos que no se pueda utilizar el D-Pad para mover a Link y se haya reemplazado por completo con el stick.

UN JUEGO QUE PODRÍA O NO DECEPCIONARTE DEPENDIENDO TUS EXPECTATIVAS

The Legend of Zelda: Link’s Awakening fue un juego que revolucionó en su tiempo y daba más de lo que se esperaba en esa época, pero en la actualidad se siente corto y que necesitaba desesperadamente un levantamiento con algo nuevo que pudiera hacer que valiera la pena el gasto extra. 

Grezzo hizo todo lo posible por entregar un título digno de la saga, y lo lograron con creces; sin embargo, al ser un remake con 90% de fidelidad respecto al original, muchos esperábamos que de alguna manera extendieran el juego con una pequeña isla aledaña (por citar un ejemplo) que incluyera nuevos retos y más calabozos, pero al no ser un estudio que pudiera darse tales libertades (por obvias razones) no podemos más que lamentar no tener una mayor razón para alimentar nuestra nostalgia.

Link’s Awakening es un título que sin duda recomendamos a aquellos jugadores que no tuvieron la oportunidad de probar este magnífico juego, pero que a los veteranos les costará más trabajo aceptarlo a menos que lo compren con fines de revivir esos momentos en una mejor definición.

La Choza de Dampé pudo haber funcionado si tuviera una mayor libertad para dar rienda suelta a tu creatividad para crear calabozos, pero simplemente no funciona. Al final del día dependerá enteramente de ti, afán jugador de la saga; pues realmente a todos nos une el amor a estos títulos tan memorables a los que somos tan fans.

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