Octubre está cerrando con uno de las secuelas más esperadas por parte de los fans de The Dark Pictures, aunque desgraciadamente no la está cerrando con un broche de oro reluciente, sino con uno de cobre oxidado y maltratado. El terror, el suspenso y una historia interesante fue lo que hizo de Man of Medan un buen juego, pero no con Little Hope.

Little Hope nuevamente se trata de una película interactiva en la que puedes decidir algunos de los diálogos de tus personajes y la mayoría de tus acciones, y digo la mayoría porque constantemente hacen cosas dignas de gente poco inteligente de una película de terror.

NADA DE SPOILERS

El juego comienza con un accidente de autobús en el que nuestros protagonistas, quienes no han sufrido daños importantes, aseguran que encontrar al conductor perdido mágicamente hará que sus problemas desaparezcan. Menciono esto porque incluso 2 horas de juego después, ya habiendo visto monstruos, fantasmas y unas cuantas visiones del pasado y del futuro, siguen buscándolo como si de algo sirviera. Para la mayoría de los jugadores esto no es algo que tenga mucha importancia en el juego, pero para mi sí. ¿Cómo es que se puede pasar de ‘Oh no, nuestro autobús se volcó y necesitamos al conductor de edad avanzada para salir de aquí ” a “Eh, mira, un pueblo maldito por la quema de brujas en los años 1600, veamos qué podemos hacer para calmar a los espíritus que yacen aquí”. 

La razón de que los personajes se sientan atraidos al pueblo maldito Little Hope tiene sentido más adelante, pero en un inicio hace pensar que simplemente fueron porque... YOLO.

Explorar o morir de aburrimiento

En Little Hope lo que más tienes en tiempo para perder, pues los escenarios suelen ser medianamente extenso y hay detalles que alimentan a la narrativa, como objetos con los que puedes interactuar. Desgraciadamente es difícil trasladarse de un sitio a otro, gracias a los controles del juego. Puedes dar clic a la ubicación a la que quieras moverte, pero ten cuidado con que cambies de habitación, tu personaje vaya demasiado cerca de una pared o el juego cambie de perspectiva, porque perderás el control total y se sentirá muy rígido. 

Los momentos que realmente son emocionantes son los eventos ‘Quick Time’, esos en los que tienes que realizar alguna acción. ¿A tu personaje lo persigue algo y por alguna razón olvidó como correr o esconderse? Bueno, tú seleccionas la que más te guste y si bien te va, tu personaje no muere. 

Curiosamente el tiempo y complejidad de estos eventos quick time se han visto modificados radicalmente, pues ahora son mucho más fáciles, sin embargo eso no te salva de distraerte o fallar el clic por un milímetro en la zona segura del evento quick time. Lamentablemente uno de mis personajes murió porque yo estaba muy ocupado viendo como le ahorcaban… oops.

Sustos, brujas... ¿algo nuevo?

Los ‘jumpscares’ que caracterizan a los juegos de terror están bien implementados en Little Hope, aunque a veces se ven venir fácilmente. La mayoría de estos ocurren en los momentos correctos y sin dejar sordos a los que usamos audífonos para sufrir la experiencia al máximo. 

Hay muchos aspectos que determinan la calidad de un juego, yo personalmente creo que existen solamente dos: su jugabilidad y su historia. En este caso, Little Hope ya ha perdido la jugabilidad, pero por suerte no la historia. A pesar de que pueda ser un poco predictiva en ocasiones, la narrativa del juego avanza a buen ritmo una vez has superado la primera hora del juego.

Los malafortunados

Los personajes de Little Hope cuentan con personalidades muy distintas y los mismos evolucionan conforme seleccionas el camino a seguir en tu partida. Ya sea que desarrollen la empatía, respeto, odio, el engaño o muchas otras cualidades, claramente se puede ver un crecimiento conforme juegas. Para mal suerte de ellos, a veces es cuestión de suerte si viven o mueren, pues una decisión tan sencilla como ‘izquierda o derecha’ puede convertirse en una decisión del estilo ‘vida o muerte’.

¿Triunfó el mal?

The Dark Pictures: Little Hope es un buen juego pero pudo haber sido mucho mejor si Sony compraba la IP y le hubiera invertido un poco. A pesar de lo tedioso y lento que puede resultar, esta segunda entrega de la franquicia es disfrutable como lo que es, una aventura de suspenso en la que todo puede salir bien o puede salir muy, muy mal. Tan mal como que estás jugando con idioma español de españa y durante una que otra cinemática se cambia a inglés. La ambientación es donde realmente Little Hope se luce, pues aunque todo es gris, oscuro y está lleno de polvo, sus escenarios van acorde a la sensación de abandono, peligro e incertidumbre que el juego quiere transmitir. 

¿Te lo recomendamos? Sí. No para jugar una segunda vez para desbloquear más secretos y finales, pero sí, deberías jugarlo. 

Si estás interesado en ver la reseña de The Dark Pictures: Man of Medan, aquí mismo la tienes. 

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