Los juegos indies son los que tienen mayor facilidad para innovar en géneros de videojuegos ya bien establecidos o incluso crear nuevos géneros. Si bien la combinación de Construcción de Mazos y Roguelike son algo que hemos visto con anterioridad, Sigil of the Magi es una propuesta entretenida pero sobre todo desafiante, que te hace pensar en cada movimiento después de otro. Si la estrategia, los combates por turno y la combinación de ataques son lo tuyo aprovechando el entorno y las debilidades de tus enemigos, entonces este juego es para ti.

Sigil, para abreviar el nombre del juego, se encuentra en su fase de acceso anticipado, lo que significa que el juego cambiará en distintos aspectos; por lo que si lees esta reseña en una fecha distinta a la de su publicación es posible que algunas cosas hayan cambiado. Dicho esto, veamos lo qué nos ofrece Sigil.

Cada partida de Sigil comienza eligiendo una de las tres composiciones disponibles actualmente: Royal Vanguard, Guild of Shadows y Selección personalizada. Las primeras dos consisten en tres personajes predeterminados mientras que la otra nos permite usar a tres personajes de las dos composiciones antes mencionadas. Para entender esto es mejor ir directamente a la acción.

Las partidas de Sigil nos llevan a través de un mapa lineal con cuartos que pueden contener enemigos, enemigos élite, lugares para descansar, tesoros, comerciantes y eventos. Si conoces el juego Slay the Spire ya sabrás cómo funciona esto, pero alto ahí, no te adelantes y creas que es el mismo formato de juego porque no lo es.

Los combates en Sigil exigen mucha más concentración y propuestas de movimientos al considerar los movimientos y ataques enemigos que son visibles durante cada enfrentamiento. Para enfrentar a los enemigos debes usar un mazo de cartas predeterminado que se va modificando conforme avanzas en tu partida, agregando, removiendo y mejorando cartas. Funciona como muchos otros juegos: tu mazo se baraja, recibes cinco cartas al comienzo, tres ‘energías’  y conforme cartas estas se acumulan, se barajan de nuevo y así sucesivamente. Pero esto no lo es todo.

Cada escenario presenta alteraciones que afectan a la batalla. Por ejemplo, los charcos aumentan el daño recibido en los personajes que se ubican sobre ellos; los hongos venenosos hacen daño al caminar por encima de ellos y los arbustos dan armadura adicional al pararse sobre ellos.

El hecho de que tanto tus personajes como los enemigos puedan moverse implica la creación de una estrategia considerando el orden de sus acciones (ataques, bufeos, nerfeos, invocaciones), alcance de dichas acciones y el entorno. Existe una habilidad que te permite crear un obstáculo que ningún personaje puede atravesar, lo que demuestra lo importante que es el escenario y el conocimiento que tenemos sobre este.

Todo esto se fusiona y te invita a ser creativo con tu estrategia en el combate, lo cual va directamente relacionado con la composición de personajes que hayas elegido. Mientras que la Royal Vanguard se enfoca más en mitigar el daño e infligir a la distancia, la Guild of Shadows se concentra más en el daño constante y evadir a los enemigos para aprovechar pequeñas oportunidades de infligir más daño y alejarse. Al menos yo los he jugado así. Y eso es lo fascinante de Sigil, no hay una sola forma de jugar a las composiciones disponibles.

Los enemigos son lo suficientemente variados como para odiarlos a todos y cada uno de ellos por sus increíbles capacidades para destrozarte el orgullo cuando crees que ya tienes la pelea en la bolsa. Algunos de ellos no dejan de invocar enemigos para posteriormente darles escudos y curarlos constantemente. Y claro, es injusto porque tú no puedes curarte y obtener tantas ventajas como ellos, pero ahí está el “sabor” del juego, en el averiguar cómo ganar a pesar de las desventajas.

Hay algo que me falta por mencionar que también forma parte del combate, y a mi parecer es de lo más importante. Además de contar con las cartas de tu mano, puedes usar una carta sin accionar su efecto y almacenarla. Al almacenarla podrás usarla en cualquier turno pero sin tener que gastar de nuevo la energía invertida en ella. De esta forma puedes planear un gran ataque o defensa, considerando las probabilidades de obtener una u otra carta de tu mazo, las cuales no se te muestran en el orden en que saldrán para hacerlo más interesante. Pero espera, todavía hay más.

Al derrotar enemigos, interactuar con eventos y descubrir tesoros encontrarás amuletos que te ayudarán de distintas formas en tu partida. Justamente hay un amuleto que te permite ver el orden real de las cartas de tu mazo, lo que realmente no te “ayuda” en el combate pero sí te facilita la toma de decisiones. Otros amuletos te dan ventajas como armadura extra para tus Campeones, más energía al iniciar tu turno, entre muchos otros beneficios.

Mi experiencia en general ha sido entretenida; el combate tan detallado y dinámico me ha mantenido entretenido durante horas. Claro que al final terminas jugando a los mismos personajes de ambas Composiciones, ya que se trata de un Acceso Anticipado, pero para eso existe la Selección Personalizada. Combinar personajes resulta muy divertido.

La única mala experiencia que he tenido con Sigil ha sido un jefe final que simplemente me pareció imposible de derrotar, o al menos así fue al principio. Dicho jefe no hacía más que invocar esbirros, darles escudo, curarlos y atacar como si le debiera dinero. Me enfoqué tanto en eliminar a sus esbirros hasta que presté atención a su habilidad, la cual decía ‘Invocará 2 esbirros cada vez que uno muera’. Y sí, estuve haciendo mi combate más difícil con cada enemigo que eliminaba al no darme cuenta de ese pequeño pero importante detalle.

 

El juego cuenta con herramientas que hacen el gameplay más práctico, como un botón para deshacer por completo todas tus acciones de un turno y reiniciarlo, en caso de que hayas hecho tantas cosas en el orden equivocado que simplemente prefieres iniciarlo de nuevo. Esto no rompe el juego y te permite “ver el futuro”, recuerda que las acciones, daño, movimiento y cualquier acción de los enemigos ya puedes verla con un solo click.

Si te gustan los juegos tipo Roguelike, la creación de mazos y los combates por turnos en los que lo más importante es la estrategia, Sigil of the Magi es el juego ideal para ti. Los gráficos los he dejado completamente de jado al tratarse de un Acceso Anticipado y porque el gameplay ha sido tan entretenido que ni han importado en lo absoluto. 

Sigil te invita a jugarlo una y otra vez para desbloquear más cartas de cada composición, lo que te permite jugar usando estrategias nuevas dependiendo del contenido que logres desbloquear. Lo único que podríamos pedir como mejora es más contenido en general. Las animaciones son muy sencillas y hay pocos personajes disponibles.

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