Tu kart ruge con la fuerza de diez mil Chain Chomps (¡Vruuuuuuuuum!); en menos de un segundo alcanzas las cincuenta y seis millas por hora. Comienza la lucha por el primer puesto. El volante es un control de Gamecube; el juego, Mario Kart: Double Dash!!, la cuarta iteración de la saga de carreras de Nintendo. A quince años de su lanzamiento, aún es una gran idea reunirte con tus amigos y adentrarte en la más desenfrenada acción de alta velocidad. ¡Te cuento lo mejor y lo peor de este clásico!

El sinuoso camino hacia la sexta generación de consolas

Super Mario Kart, para el SNES, estableció la fórmula imitada por decenas de desarrolladores: no se enfocó totalmente en la habilidad, sino que añadió objetos. Cualquier corredor podía alcanzar la victoria entre caparazones de tortuga y cáscaras de plátano.

Mario Kart 64 llevó la competencia a dimensiones nunca antes vistas. Gracias a las capacidades técnicas del Nintendo 64, hasta cuatro jugadores simultáneos podíamos controlar a las estrellas del Reino Champiñón en pistas que, por primera vez, contaban con obstáculos, como valles y precipicios.

Mario Kart: Super Circuit nos permitió abordar los micro-vehículos en una consola igualmente micro: la portátil Game Boy Advance. Visualmente evocaba a Super Mario Kart; además, retornaron algunas pistas viejas. En cuanto a las originales, adquirieron la fama de ser extremadamente difíciles.

Y Mario Kart: Double Dash!! perfeccionó las carreras. El salto a la sexta generación de consolas, encarnada en el Nintendo GameCube, nos permitió disfrutar de un apartado gráfico moderno. Lo novedoso fue que cada kart llevaba no a uno, sino a dos de los personajes más famosos del reino champiñón.

Dos conductores, ¡¿doble diversión?!

Fue el 7 de noviembre de 2003: la nueva edición de Mario Kart llegó a un mercado repleto de juegos de carreras. ¿Cómo podía Nintendo llamar la atención? ¿Qué tal con la duplicación del número de viajeros en cada carro?

Double Dash funciona así: un personaje va en la parte frontal del automóvil y es el piloto, mientras que el otro personaje se coloca detrás y utiliza los objetos, es decir, es el copiloto. Esto, claro, afecta a la jugabilidad, principalmente en que hay un modo cooperativo. En él, dos jugadores corren juntos hacia la meta; cada uno controla a un personaje, y pueden invertir sus papeles durante la partida si presionan simultáneamente el botón Z.

Como hay dos corredores por auto, nos encontramos con la posibilidad de llevar dos objetos al mismo tiempo; una combinación de champiñón y caparazón rojo, por ejemplo, es brutal. Hay dos vías para disponer de una dupla de objetos: una es mediante las cajas dobles que aparecen a lo largo de la pista; la otra consiste en tomar una caja sencilla, intercambiar las posiciones de los personajes para guardar el objeto, y tomar otra caja. La estrategia adquiere un papel primordial.

Pero… seamos sinceros: el modo cooperativo de Mario Kart: Double Dash!! es divertido por un rato —un rato breve— y es un buen gancho para los jugadores casuales; sin embargo, para los pilotos experimentados resulta engorroso. Muy pronto optamos por el single play, el cual consiste en que un solo jugador controle a ambos personajes. La característica que debía tornar único a este título queda en segundo plano.

El peso pesa

En este juego, los personajes que elegimos determinan a qué carros tenemos acceso. Podemos saber cuáles son con una sencilla fórmula:

Los corredores están divididos según su peso: los hay ligeros —como Baby Mario—, medios —como Peach— y pesados —como Wario—. Los vehículos están categorizados de la misma forma —ligeros, medios y pesados—. Ningún personaje puede abordar un carro más ligero que sí mismo.

¿En qué afecta el peso de un carro? Fácil: si es más ligero, tendrá una mejor aceleración; si es más pesado, alcanzará mayores velocidades. Por otro lado, los vehículos pesados son más resistentes a los choques.

En cuanto a los personajes, cada uno está asociado a un objeto especial de alto poder, el cual podremos encontrar aleatoriamente sólo si lo escogimos.

Surge aquí un problema. En Mario Kart: Double Dash!!, dos jugadores no pueden controlar simultáneamente a un mismo personaje. O sea que si querías disponer del hongo dorado de Toad o sencillamente te encanta Yoshi, pero estás jugando con tus amigos y alguien más ya agarró a ambos, tendrás que decidirte por otros…, quizá por Birdo y Petey Piranha. Mal ahí, Nintendo.

Un volante para rebasarlos a todos

Aceleras con A, frenas con B, giras con el stick, arrojas objetos con X o Y… Todo esto es fácil; después de todo, Mario Kart es un party game, un título para casualear con tus amigos… Bien podemos jugarlo así y pasar un buen rato, o podemos meterle algo de complejidad al asunto. Hay algunas técnicas que, si las dominamos, nos ahorran tiempo en nuestro camino a la meta.

  • Derrape: Con sólo presionar y mantener L o R mientras movemos el stick hacia la izquierda o derecha, entramos en un deslizamiento lateral que nos permite tomar las curvas sin perder velocidad
  • Mini-turbo: Si movemos repetidamente el stick hacia ambos lados durante un derrape, cambia el color de las chispas emitidas por nuestras llantas. Si continuamos hasta que se tornan azules y soltamos el botón L o R, recibiremos un impulso durante una fracción de segundo
  • Rocket Start!: ¿Ves que al inicio de cada carrera aparece Lakitu para indicarnos el inicio? Pues si presionamos A justo en el momento en que su señal llega al verde, arrancaremos con la intensidad de cien Bullet Bills
  • Double Dash!!: En efecto, el nombre de esta versión de Mario Kart es también el nombre de una técnica secreta: en el modo cooperativo, si ambos jugadores ejecutan un Rocket Start, el efecto se verá amplificado
  • Robo de objetos: Hay tres formas de quitarle un objeto a algún rival: uno, chocar contra él mientras usamos un champiñón: dos, golpearlo cuando manejamos bajo el efecto de una estrella; o tres, que, en modo cooperativo, el copiloto lo ataque con L o R cuando esté cerca.

Hasta ahí las técnicas reveladas por la mismísima Nintendo. Con éstas deberíamos convertirnos en pilotos de alto nivel; aunque…

¿Y si te dijera que existen técnicas avanzadas? Un punto fuerte de Mario Kart: Double Dash!! es que se ajusta a ese famoso dicho de «fácil de aprender; difícil de dominar». Es así: las pistas contienen múltiples atajos; si los aprovechamos, ganaremos décimas de segundo, las cuales nos otorgarán el triunfo en esos finales de fotografía.

Ya por si te quieres poner muy hardcore, te cuento que en este juego existe el snaking, esa técnica célebre y controversial que consiste en una rápida serie de mini-turbos, los cuales, con suficiente práctica, podemos ejecutar incluso en las rectas.

La existencia de todas estas jugadas añade un montón de profundidad a Double Dash; de ahí que, aunque pasan y pasan los años, sigue siendo un juego divertido.

¡A la conquista del Grand Prix!

El modo principal es, adivinaste, el Grand Prix, donde nos adentramos en cuatro carreras con el objetivo de acumular la mayor cantidad de puntos, ya sea solos o con un amigo. Hay cuatro copas —champiñón, flor, estrella y corona— y cuatro dificultades —50cc, 100cc, 150cc y espejo—. Algo molesto para los veteranos de Mario Kart es que si queremos desbloquear todo el contenido del juego no basta con terminarlo en el nivel más alto, sino que hay que recorrer también las dificultades bajas.

En Time Trial, de un jugador, escogemos la pista que más nos plazca y corremos, como el nombre indica, contra el reloj. Lo interesante aquí es la posibilidad de probar jugadas y descubrir atajos. Además, podemos correr en contra de fantasmas que representan nuestros recorridos previos…; el rival a vencer somos nosotros mismos.

Versus es un modo exclusivamente multijugador donde nada más participan los vehículos controlados por humanos. En cada carrera escogemos una pista diferente, y, cuando termina, aparece un marcador con las victorias de cada quien.

Por último tenemos el frenético modo Battle. Aquí podemos pasarnos horas, y horas, y más horas compitiendo contra nuestros amigos en tres tipos de batallas:

  • Primero está la Balloon Battle, donde, cuando un piloto recibe el golpe de algún objeto, pierde uno de sus tres globos; si todos se ponchan, el jugador queda descalificado.
  • En segundo lugar, Shine Thief; aquí aparece un sol en el centro del escenario que podemos recoger nada más con tocarlo, pero que perderemos si algún objeto nos golpea.  El triunfador es quien conserve el sol hasta que se agote el tiempo.
  • Y mi batalla favorita: Bob-Omb Blast, el duelo a bombazos donde obtenemos puntos al golpear a otros jugadores y los perdemos cuando recibimos golpes; gana el primero en conseguir cinco puntos. Las batallas se ponen particularmente explosivas en el escenario del gigantesco Nintendo GameCube.

 



Cambio de velocidad

En 2003, pistas como la montaña DK o el coliseo Wario eran una muestra decente de las capacidades técnicas del Gamecube en sus primeros años. No obstante, el apartado gráfico de Double Dash ha envejecido, y se nota. Quince años después, es imposible recorrer el reino champiñón sin sentirnos en un juego de antaño. El efecto se acentúa si lo comparamos con títulos gráficamente más elaborados que sí han conservado su carisma, como Super Mario Sunshine o The Legend of Zelda: The Wind Waker.

En el apartado sonoro, Double Dash!! se sostiene con mayor firmeza; yo aún me emociono con el bajo y las percusiones de la acelerada canción de inicio. La música es adecuada para un juego de carreras y fácilmente marca nuestras memorias… ¿Cómo olvidar la pegajosa tonada de Baby Park?

Cuando se involucran las simpáticas voces de los personajes y los efectos de sonido, este Mario Kart nos ambienta en una caótica competencia por el primer lugar. De este modo, manejar a través de playas, de castillos, del infame Rainbow Road… es un verdadero goce que, si todavía no lo has hecho, debes probar por ti mismo.

La línea de meta

Mario Kart: Double Dash!! ocupó el segundo lugar en ventas para el Gamecube —únicamente lo superó Super Smash Bros. Melee—. Es un puesto bien merecido: este clásico de las carreras divirtió doblemente a los fanáticos de Nintendo.

Sí, en 2018, con las cabeza y las manos frías, hallamos algunas fallas; la más grave, a mi parecer, es la imposibilidad de elegir dos veces al mismo personaje. Sin embargo, ninguna de ellas afectó gravemente la experiencia de conducir los karts más rápidos del año 2003. Por ello me voy ya mismo a conectar mi consola. Me espera un camino feroz en mi lucha por el trofeo dorado.

¡Compártelo en tus redes!

Imagen de cookies

Este sitio web usa cookies, se usan para personalizar el contenido, mejorando la experiencia en el sitio y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico.