Épicas y realistas batallas basadas en partidas desde 1vs1 hasta 4v4 en diferentes modos de pelea como eliminación o dominio y una variedad de héroes a elegir: Samurai, Caballeros y Vikingos. Una pelea interminable por el dominio de todo.

La introducción al juego es sencilla ya que el tutorial es bastante efectivo aunque algo tardado.
Me he dedicado a jugar las peleas 1vs1 con el objetivo de dominar a un héroe que se adapte a mi estilo, el cual consiste en velocidad y movimiento.

¿Por qué el 1vs1? Porque conocer los mapas, sus ventajas y desventajas y las estrategias correctas a usar es necesario y simplemente tener a 4 héroes enemigos encima de ti mientras todos tus compañeros han sido asesinados no te da mucha oportunidad para ello.

Y eso es otro punto. Si bien podrías usar el tutorial para conocer los mapas y lo demás que he mencionado, no se compara a vivir la acción real versus jugadores.

De los modos de juego más explotados por los jugadores es el de ‘Dominio’ 4vs4, el cual consiste en generar 1000 puntos capturando puestos, eliminando enemigos y héroes. Al juntar los puntos necesarios el equipo enemigo entra en “Ruptura” y el equipo entero debe ser aniquilado para obtener la victoria.  

Lo único que no me gusta de este modo es algo que todo mundo haría en la realidad. Un ejemplo: en una ocasión mi equipo entró en ruptura y mis 3 compañeros fueron asesinados, así que solo quedaba yo y estaba dispuesto a pelear hasta el final contra los 4 enemigos. Mi campesina e ingenua mente pensó que los enemigos tendrían ‘honor’ y tendríamos una batalla de 1vs1, pero los crapulosos y cagalindes bellacos me enfrentaron al mismo tiempo por lo que no tuve oportunidad así que me propuse a correr en círculos hasta que me alcanzaron y perdimos la partida.

Sin embargo, no fue tan malo. En la victoria hay pérdidas y viceversa. A pesar de la aplastante derrota en la que nos vimos envueltos, al final de la partida recibí las recompensas de la misma y adquirí un objeto que mejoraba la empuñadura de la espada propia de mi héroe.

Ahora sí viene lo ‘shido’. No es basto, pero el sistema de equipamiento consiste en modificar algunas partes de la armadura de tu héroe (cada uno usa equipamiento diferente) para mejorar estadísticas como: ataque, defensa, regeneración de resistencia, modo vengativo (algo así como un modo super saiyajin blue). Y como ya se ha hecho costumbre, incluye un sistema de personalización para pintarlo, ponerle adornos, etc; no afecta en algo.

Después de cada victoria vuelves al minimapa en el que puedes ver el estado de control de los territorios por los cuales se enfrentan las tres facciones. Es uno de los puntos a mejorar. Poco se entiende y se logra ver un beneficio claro para los nuevos jugadores.

Al final del día puedes llegar a pensar, cómo ocurre en muchos otros juegos, que estás haciendo lo mismo, enfrentándote una y otra vez usando el mismo héroe versus el mismo héroe enemigo, pero se compensa con la variedad de héroes, combo, equipos, la posibilidad de eliminar a tu enemigo sin golpearlo ni una sola vez arrojándolo al vacío cercano a la orilla del mapa.

Lo que más admiro de For Honor es el sistema de defensa: arriba, izquierda o derecha. Debes apuntar para golpear y lo mismo para defender. Embestir y golpear, puede sonar sencillo, pero conforme avanza la pelea tu resistencia se va desgastando y puedes quedar vulnerable. Agregando los combos, el sistema de pelea es único.

Agregado a eso, los mapas crean ‘ayudas’ de ataque, defensa, velocidad.

Las situaciones cambian de un momento a otro: puedes darle la golpiza de su vida al enemigo y de repente estás cayendo al vacío e inmediatamente ya estás viendo “Derrota” en la pantalla.

For Honor ofrece algunos concepto nuevos a una fórmula que ya existe, es un título creativo pero no lo considero innovador.

Es un buen juego, pero Ubisoft no lo está explotando lo suficiente. En ocasiones el sistema de defensa y ataques no detecta tu dirección adecuadamente, pero eso nunca me ha quitado las ganas de sentirme como un caballero de la época medieval enfrentándome a hordas de enemigos de la manera que más me gusta.

Es divertido, entretenido y jugarlo con amigos es oro puro.