Todos los años decimos lo mismo, y cuando hablo en plural me refiero a mí: “todos los juegos de FIFA siempre son lo mismo”, y sí, pero no. Ciertamente cada año lanzan un juego mejorado pero con el mismo concepto. Más allá de si está bien o no, se trata de si nos gusta o no. Hoy me alegra compartir contigo mi experiencia con FIFA 22, la cual no fue perfecta de ninguna forma, pero sí fue mucho mejor que la que me ofreció FIFA 21.

Electronic Arts hizo un esfuerzo por mejorar las mecánicas de la franquicia en esta nueva entrega, y afortunadamente lo logró (un poquito). Ahora el control del balón es más preciso, se siente cómo si realmente pudieras manejarlo tú mismo, de cierto modo. La inteligencia artificial de FIFA 22 se ve más pulida en los jugadores del equipo, tanto de nuestro equipo como del contrario. 

Al jugar en los niveles de dificultad más altos podrás sentir una verdadera presión por parte de la IA, pues presenciarás defensas casi perfectas y pocas oportunidades de avanzar tan solo unos metros sin que tengas a un defensor encima. 

Lamentablemente, aún no han arreglado ese extraño bug que hace que los jugadores parezcan no tener alma, ni emociones ni nada que los haga reaccionar a un gol, propio o del equipo contrario. Esto es importante, para mí, porque hay muchos detalles en FIFA que realmente se aprecian. Las narraciones, los gráficos en contadas ocasiones, la personalización de personajes, los modos de juego y la pura competitividad en línea, pero si algo realmente necesita es que los personajes al menos parezcan emocionados de haber anotado un gol. 

Pasando a un punto más alentador: la creación de personajes en Pro Clubs. Además de poder jugar mil partidos una y otra vez, también podemos optar por otros modos de juego, como el que nos permite crear a nuestro propio jugador y mejorarlo en distintos aspectos. Unirse a un club o crear uno da igual, porque jugar los partidos, participar en las competencias semanales y obtener experiencia es lo que realmente importa. 

En este modo tú controlas a tu personaje y la computadora al resto de jugadores, en caso de que no haya más usuarios en el partido. Así es, bien podrías estar solamente tú contra la máquina o tú y otros jugadores alrededor del mundo controlando a sus propios personajes. Sin darte cuenta, tu experiencia en FIFA 22 puede prolongarse muchísimo si te empeñas en Pro Clubs. 

Pero Pro Clubs no es el único modo de juego interesante de FIFA 22 o de los títulos anteriores. ¿Recuerdas Volta? Ese modo de juego arcade que pone en acción a tres tipos de jugador: defensor, controlador del balón y atacante; con movimientos callejeros, reglas más libres y un gameplay completamente distinto al “normal”. La diferencia en esta nueva edición recae ahora en las habilidades de los jugadores. 

Volta también ofrece otros modos como Quemados: Frontón; una especie de minijuego donde cambias el color de unos cuadros al pasar por encima de ellos y unos cuantos más que seguramente disfrutarás al jugar en línea. 

Y como si tuvieras otro juego dentro de otro juego, en esta entrega tienes la oportunidad de convertirte en un entrenador Poké... digo, un entrenador común y corriente de fútbol. Podrás dirigir a tu equipo a campeonatos locales, internacionales y nacionales. Evaluar cada opción y planear una estrategia son pieza clave de este modo. 

Este modo aunque interesante a mi parecer, puede resultar aburrido para otros, ya que es mucho más técnico que el resto de modos de juego. Manejar el ánimo de los jugadores, dar declaraciones a la prensa, contratar nuevos jugadores y planear las jugadas de cada partido es realmente divertido si disfrutas de este tipo de juegos. 

Por último tenemos a FIFA Ultimate Team, el cual me atreveré a tachar como el peor de todos. Este modo te permite crear equipos con jugadores de todas las ligas para jugar sin conexión o en línea para ganar monedas y comprar mejores jugadores o paquetes que contienen jugadores aleatorios. Desgraciadamente, es un modo de juego en el que aquellos jugadores que invierten más dinero real o simplemente lo juegan más son los que tienen ventaja, pero una ridícula. No importa qué tan bueno seas, incluso si tienes al lado a Messi y Pelé aconsejándote, seguramente perderás. 

Como conclusión: FIFA 22 es un buen juego en muchos aspectos, aspectos que debieron ser así de buenos desde hace muchas entregas, pero simplemente no lo fue. Sus gráficos no han mejorado notablemente, pero eso carece de importancia al considerar que ahora el gameplay es más fluido, más natural y que tienes muchos modos de juego para disfrutar y variarle un poco a las ‘retas’ de FIFA con tus amigos. No hay nada realmente nuevo, así que no esperes una nueva versión del título, sino una mejorada.

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