Les voy a ser sincero amigos, no soy una persona que disfrute de los juegos de estrategia, ni tampoco que disfrute de los RPG´s por turnos. Les he dado su merecida probada a juegos de toda índole del mismo género; desde los RPG´s en línea como World of Warcraft, League of Legends y Dota 2. Pasando por los clásicos de estrategia como Civilization, Age of Empires, y hasta experiencias single player como XCOM y cualquier Final Fantasy. Les juro que le he dado una justa oportunidad y muchas veces me llegue a cuestionar que rayos pasaba conmigo por no disfrutar de estos títulos que millones de jugadores aclamaban a gritos. Me empecé a cuestionar seriamente por qué no veía el atractivo y con el paso de los años llegué a aceptar el hecho de que solamente no conectaron conmigo, que era algo que prefería evitar en la cuestión de videojuegos…

Hasta que un día jugué Divinity: Original Sin 2: Definitive Edition, y entonces por fin entendí todo lo que aclamaban los fans del genero tanto de estrategia como los RPG´s por turnos. Les puedo asegurar que mi visión de esta clase de juegos ha cambiado para siempre gracias a ello, y en un momento les contare cómo jugar este juego no solo ha sido toda una experiencia, sino una experiencia reveladora.



 Una historia tan épica como memorable, héroes con una misión, y un vasto mundo que explorar.

 Sinceramente es la primera vez que me cuesta trabajo cómo explicar la historia, no solo por lo basta de la misma, si no que también por lo selectivo que puede llegar a ser tanto la misión de tu personaje como la de tus compañeros. Resumiré las cosas: eres un Sourcerer, alguien que puede usar una fuente de energía conocida como la fuente para usar poderes que muchos otros no tienen, sin embargo, no eres el único ya que al inicio despiertas siendo un prisionero junto con muchos otros Sourceres.

Aparentemente van a alguna especie de reclusorio donde serán “limpiados” de dicho poder, en pocas palabras y sin entrar en mucho detalle, las cosas no salen como esperas y queda en ti hacer tu camino hacia tu destino; a través de muchas áreas con compañeros con historias tan únicas como memorables; mundo bastos llenos de vida, personajes con todo tipo de personalidad, enemigos que destruir, rivales que superar, amistades que celebrar y mucho, mucho que explorar, matar y experimentar en el fantástico mundo de Rivellion.

La historia te atrapa y te encontraras disfrutando de un rico mundo tan completo en historia como en acontecimientos. Siempre te estarás interesando por saber más de lo que sucede con tus compañeros y con el mundo que te rodea.

Tú haces tu propia aventura, y el juego no exagera en ponerte en el papel que tú escojas. Muchas situaciones por simples que parezcan, pueden tener varias soluciones al respecto, poniendo un ejemplo: tratas de salir de un lugar en particular, sin embargo para hacerlo existen varias maneras, puedes intentar apelar tu situación con el mandamás para que te deje salir, ganarte su respeto, desafiar su palabra o tratar do obtener algo suyo sin que nadie lo note, si no quieres tratar con el mandamás siempre puedes buscar una ruta alterna, salvarle la vida a alguien que te puede ayudar a ello, encontrar a un laborioso ladrón a conseguirle algo a cambio de información, o ayudar a un elfo encarcelado para que te diga donde existe una salida.

En este juego la historia en verdad la cuentas y juegas como más te parezca, una libertad tan profunda y a la vez tan enfocada en los objetivos es algo que en pocos juegos se ve. Sí, en efecto aún sigues teniendo que llegar a un objetivo clave para continuar con la historia, pero la manera de hacerlo puede radicar mucho en tus métodos, en tu forma de acercarte al cumplimiento de tu objetivo; ¿Combatir? ¿Escabullirte? ¿Comerciar? ¿Convencer? O ¿Qué tal simplemente dejárselo en manos a tus compañeros? Este juego es un deleite para los buscadores de narrativas buenas, como para los amantes de lo fantástico, nada fuera de sorprenderte con este increíble mundo.

 

Todo lo que puedes esperar de un RPG clásico, mejorado a tiempos contemporáneos

 Si pudiera resumir todo el gameplay de Divinity: Original Sin 2: Definitive Edition en unas palabras sería: todo lo bueno de un RPG clásico, adaptado y mejorado para todo tipo de jugador, pero para entrar más a fondo a ello empecemos desde el principio.

Cuando creas a tu personaje admito que estaba fascinado por la calidad y variedad de inicios que puede tener tu protagonista, puede ser un lienzo blanco al que tú le adaptas una historia de acuerdo con sus rasgos, o escoges alguno de los muy carismáticos y complejos personajes con historias propias, con todo y hasta una narración explicada por ellos mismos como si de una minuta se tratara.

Cuando empiezas a escoger a tu personaje tienes una cantidad abrumadora de opciones, empezando desde la raza que puede ser lagarto, humano, elfo o enano, seguido por el sexo, una serie de rasgos físicos a elegir para cada uno como el tipo de peinado, color de cabellos y de cara, seguido por la clase inicial que deseas ser, y créanlo o no, el juego se presta a que a pesar de que inicies con características de un cazador, luchador o mago.

 Más adelante puedas dedicarte a otras cosas; como ser un explorador curandero que también es bueno con el veneno, o un luchador que también puede lanzar fuego, las estadísticas iniciales además de darte un vistazo de cómo podría llegar a lucir tu personaje. Te permite adaptarlo de manera que no solo te quedes limitado a las capacidades de tu personaje, lo cual personalmente me parece brillante para no limitarte a unas cuantas opciones.

Además, puedes escoger los talentos, el tipo de persona que vas a ser, tus rasgos principales de personalidad, y tu escuela de habilidades (que va siendo tus rasgos que te hace nato en algo como armas a dos manos o a distancia, por ejemplo).

Deben saber una cosa, este juego además de jugarse en PC, también se puede jugar en consolas, en mi caso yo jugué en la versión de PlayStation®4 y puedo decirles de manera satisfactoria que no se pierden de nada sin importar la versión que eligen, especialmente porque la interfaz se presta mucho más a ser de teclado y pc (lo cual es en parte cierto) pero a la vez el esquema de control de Divinity: Original Sin 2: Definitive Edition está tan bien adaptado a los controles que me cuesta trabajo creer lo flexible que llega a ser un juego de este tipo en un control con pocos botones.

 El esquema de control es tan intuitivo y cómodo que rápidamente me encontré jugando fluidamente para controlar a mis personajes, separándolos por pequeños grupos, acomodarlos en formaciones, equipándolos y subiéndolos de nivel; poniendo su inventario en orden, en fin, un deleite para la accesibilidad que no se ve en muchos juegos.

 Debo decir que estoy bastante impresionado por algunas de las mecánicas de juego presentes en Original Sin 2, ya que desde el vamos se te presentan todos los elementos clásicos que puedes esperar de un RPG de este estilo: una barra de acceso rápido para tus poderes principales, tu inventario para acceder a los objetos que agarras (desde un mundano plato hasta pociones y pergaminos) y todas las ventanas que por lo usual estos complejos juegos pueden ofrecer; ventana de estadísticas, de equipo, y hasta de crafting como pociones o comidas, todo cómodamente puesto en menús radiales por personaje, por lo que perderte en ellos no es ningún problema. 

Pero vayamos al meollo del asunto, como es que se juega Original Sin 2, como mencione antes es un sistema de estrategia basado en turnos, si alguna vez jugaron juegos como XCOM sabrán a los que me refiero, pero esto es quizá de manera más tradicional y enfocado a la exploración de zonas y calabozos.

Tus compañeros y tú, al estar revisando una obscura cueva campantemente pueden llegar a toparse con un enemigo y al cual si llega a ser tu turno puedes hacer varias cosas. Tienes puntos de acción los cuales determinan que acciones puedes hacer dependiendo de lo que escojas, por ejemplo, si mi personaje tiene 4 puntos de acción, puedo caminar un poquito para ir pegarle un espadazo al enemigo con un golpe normal, lo cual usaría todos mis puntos de acción, o quizá alejarme un poco y usar una habilidad especial para dispararle desde lo lejos lo cual también me permitiría hacer daño con mis puntos de acción.

Después sigue el turno del enemigo para moverse y/o atacar, ya saben lo típico de juego de estrategia en turnos, sin embargo, lo que hace bastante único a Original Sin 2 es el muy inteligente y variado uso que tiene en algunos en los apartados más complejos del combate, cosas como elementos que no solo son presentes en las habilidades del jugador o del enemigo, sino también del entorno, por ejemplo, un lugar lleno de charcos de aceite se presta a que todo sea inflamable.

Mientras que el agua puede utilizarse para congelar a los enemigos o hacerlos resbalar si se les ocurre acercarse. Otro ejemplo que me gusta mucho es el que si un personaje es ofensivo a distancia solo basta con irte a una zona alta del combate para hacer más daño y ser más preciso, por lo que solo se reduce a tu astucia como abordar un combate.

La planeación puede ciertamente ser la diferencia entre la victoria y la muerte. También cabe mencionar que el juego en combate usa un puntero, el cual de momentos no era súper preciso y acabo apuntando al enemigo equivocado o al suelo, o acabo haciendo a mi personaje atacar al piso en lugar de moverse, es esperado debido que un control no tiene la precisión de un mouse, pero sí algo que puede frustrarte de momentos.

Además, claro del combate están algunos elementos de exploración, tu personaje si es perspicaz puede encontrar objetos secretos enterrados o en las paredes, puedes hacerte el sigiloso para escapar de algún lugar o para agarrar al enemigo por sorpresa, quizá robarle algo a algún NPC si tienes las habilidades para hacerlo.

Hablar con los personajes es excelente ya que todos te ofrecen algo nuevo o único que decir, todos son únicos en este mundo, especialmente tus compañeros a los que si les caes bien.

Poco a poco tendrás la suficiente confianza como para revelarte las muy entretenidas historias de sus vidas; sus sueños, sus ambiciones y muchas características que los hacen tan humanos y creíbles que hasta de momentos me parecen los compañeros más complejos que he tenido en los videojuegos. Bioshock tiene a Elizabeth, The Last of Us tiene a Ellie, pero Divinity: Original Sin 2: Definitive edition tiene un elenco completo de compañeros memorables y de donde escoger.

Cuando inicié mi campaña jugué en el modo de dificultad clásico (el juego cuenta con 4 dificultades, una siendo nueva en Definitive Edition) y tanto jugadores de antaño como nuevos deben saber que el juego se puede adaptar muy bien a lo que buscas, pero debes estar dispuesto a encontrar la dificultad más apropiada para ti, ¿Quieres un reto? Sólo ponlo en modo clásico o táctico y podrás ver lo que en verdad es sudarla en estos juegos.

Si en verdad estás loco puedes jugarlo en modo honor, aunque sinceramente yo no lo recomendaría ya que es el mítico “si te mueres ya no puedes cargar tu partida”, si solo quieres disfrutar de la historia ponlo en modo historia o explorador, lo cual yo termine haciendo quizá debido a mi inexperiencia con este tipo de juegos, pero el modo historia me parece un gran balance entre hacer el combate satisfactorio y disfrutar de la narrativa en todo su esplendor.

Por lo usual yo soy muy necio a jugar los juegos en una dificultad alta, pero tampoco hay pena ni gloria en subir o bajar la dificultad, es buscar lo que se adapte a ti porque el juego ofrece algo para todo tipo de jugador.

El juego por si fuera poco puede disfrutarse solo o con amigos, cuando digo solo no me refiero a que solo tu personaje se enfrenta al mundo, tienes una experiencia de RPG con calabozos y exploración completa para las capacidades de un solo jugador. También si lo prefieres puedes jugar en línea con amigos, o desde el mismo sillón, haciéndolo esencialmente el primer RPG de última generación que puede jugarse desde la comodidad del multijugador local. Amigos yo sé que esto no suena a la gran cosa, pero tengan en cuenta que muchos de nosotros aun agradecen que estas opciones existan, porque no solamente le da más vida al juego si no que se presta a que sea un juego de toda ocasión, esto es sin duda la sorpresa más agradable desde mi punto de vista.

Gráficos de primera, todo tiene hasta el mas mínimo detalle.

No me andaré con rodeos, el título luce absolutamente increíble.

El acabado grafico del mundo; los modelos, los personajes, las interfaz y los menús están de lujo, sin mencionar que el detalle es desquiciadamente bueno, el mundo sobre el que te encuentras parado es desde un punto de vista simétrico (es decir, desde arriba viendo en ángulo hacia abajo) y todos los detalles que te esperas de una zona están ahí y casi siempre son interactivos, si estas en una playa puedes ver cada roca, concha, tabla del naufragio, ola y planta que sale del piso como algo único, porque el juego en todo su esplendor es único y rara vez te encontraras sintiendo que ya visitaste un área dos veces.

 El mundo es tan grande, que explorarlo es sumamente satisfactorio, completar las misiones no es para nada una carga ya que usa mucho tu astucia como jugador para resolverlos, el mundo esta tan abierto a posibilidades que puede darse el detalle de que te encentras una puerta por casualidad que te lleva a una ruta totalmente diferente para completar una misión como se dio en mi caso. 

 Las animaciones por un lado son bastante buenas; las poses de acción, cuando un personaje está contento, cuando se muere y cuando aparenta que habla se ve bastante convincente, sin embargo, cabe mencionar que los movimientos en este aspecto no son nada fuera de lo habitual.

Con la cantidad de detalle grafico que existe, uno pensaría que la animación podría llegar a tener el mismo pedigrí en las animaciones, pero no siempre se puede tener de todo y honestamente el juego se empeña bastante en usar tu imaginación en los cuadros de dialogo para compensar la falta de visuales en movimiento que tiene; no me mal interpreten no son acartonados ni nada, pero se ve que el énfasis de interacción entre personajes se dejó más que nada al dialogo en lugar de hacer animaciones para cada interacción de personajes, y esto se nota que fue una decisión de diseño, solo digo que quizá me hubiera gustado que fuera más allá de solo quedarte parado y hablar mientras lees las complejas acciones que el narrador te cuenta.

 Música: además de Celta, es bastante épica. Gran trabajo de doblaje

 Cuando digo que es una re imaginación de un RPG clásico, lo digo sumamente en serio, hasta en la música se nota esta cuestión, ya que tiene todas las composiciones celticas típicos de lo que sería un juego de esta índole, no es tanto el que sea orquestada de fantasía o épica como sucede con Fable o Skyrim (que en efecto tiene composiciones de este tipo) sino  más bien en música que más que arrollarte con su melódica trata de meterte en ambiente de lo que sucede, no es invasiva y se presta a que se adapte bien a la situación a la que estas.

¿Recuerdan que dije que el juego además cuenta con muchos diálogos? Bueno es un placer mencionar que también está totalmente actuado con voz, este gigante proyecto es hablado y es un placer decir que en su mayoría son sumamente buenas, en especial la de tus compañeros, pero todo tipo de voces que están en el juego por mas fugaz que sea el personaje tiene buena actuación, esto es una calidad que incluso deja a juegos como Mass Effect deseoso de tener tan buen equipo de actores de voz.

Las diferencias entre la versión definitiva y la normal.

 Divinity: Original Sin 2: Definitive edition como se habrán de imaginar no es la primera versión de Divinity 2: Original de hecho da la casualidad que pude probar brevemente la primera versión antes de la edición definitiva, lo más substancial que deben saber es que el juego en sí sigue siendo fiel a como estaba planeado al momento de lanzarse. Sin embargo, la edición definitiva consta de muchísimos arreglos, parches, mejoras y agregados pequeños que no son tan prominentes para decir que es contenido descargable, pero lo suficiente como para decirles que si es una distinción mayoritaria entre versiones, desde algunas bases del comportamiento del motor de física, como cambios radicales a las texturas y a la carga del juego (para que cargue más rápido por ejemplo) además de las adaptaciones 4K que se le dan para jugarse en un Xbox One X o un PlayStation®4 Pro, por dar un ejemplo.

En la versión original, al iniciar la aventura, tu personaje salta directamente a la acción sin mucho que decir, quizá con un par de indicaciones de cómo se juega el título. Sin embargo, la versión definitiva cuenta con un nivel de tutorial para adaptarte de lleno al juego y en varias áreas existen estos cambios, así como agregados que ciertamente hacen sentir la experiencia de la versión definitiva, la mejor manera de disfrutar este juego. Sinceramente siento que, a comparación con la versión original, cada arreglo que le pusieron realmente lo vale.

¿Entonces si tengo la versión original tengo que comprarme la definitiva también? Por supuesto que no, gracias a que la gente de Larian Studios proporciona una descarga totalmente gratis para que te pongas al día si ya eres poseedor del juego en su versión original.

Una experiencia que no te puedes perder

 Camaradas de la comunidad del gaming, quizá está de más decirlo, pero este no solamente es un juego que, a mi parecer, toma todo lo bueno de los RPG´s de antaño y lo adapta a la última generación, si no que auténticamente se siente como esa ocasión en la que entraste con asombro a un juego de ese tipo por primera vez.

Las maravillas de lo fantástico con toda la inmersión de su historia, ese momento en el que antes de darte cuenta ya estabas no solamente decidido a acabar el juego, si no a hacer cada misión secundaria, hablar con cada personaje, tomar cada decisión, vivir cada experiencia que se podía ofrecer y lo más importante, desear más justo después de acabarlo, puedo decir con creces que Divinity: Original Sin 2: Definitive edition no solo brinda toda la experiencia que podrías desear en el género, si no que también te da muchísimo para tu consola de preferencia.

Yo que no soy muy fan de este tipo de juegos, les puedo decir que me ha hecho replantearme mi perspectiva sobre ellos, porque si un juego tiene este nivel de inmersión, esta rica historia, personajes tan memorables como entrañables, una variedad gigante de opciones para contar una historia, muchísimas horas de juego; misiones de todo tipo, un mundo vasto y fantástico, en mi libro no solo es algo que tienes que jugar, es algo que como jugador que en general ama los video juegos, tienes que experimentar al menos una vez en cada género del gaming. 



Divinity: Original Sin 2: Definitive Edition se encuentran disponible para PlayStation®4, Xbox One y Windows PC

 

 

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