Castlevania por fin tiene su muy esperada cuarta y última temporada, si bien ya sabemos de los spin-offs, no parece que estarán presentes en un futuro cercano, por lo que probablemente quieran sentarse a disfrutar de estos últimos 10 episodios de la serie.

La primera parte de este review es completamente libre de spoilers, la segunda sin embargo, es donde hablaremos a detalle de lo ocurrido y de las cosas que nos parecieron excelentes así como lo que no nos dejó completamente satisfechos.

Primero nuestra opinión sin spoilers.

La temporada inicia directamente después de los sucesos de la tercera temporada, por lo que ver el recap que se muestra al inicio no es una mala idea, para mantenerse en contexto.

En general, el ritmo de la trama en esta ocasión progresa de una forma bastante adelantada, teniendo sólo cerca de 30 minutos a la vez para llevarnos de un punto a otro y tomando en consideración la gran cantidad de puntos pendientes en la historia hasta el momento, como las intenciones de Isaac, los pormenores de Alucard, los planes de la hermandad de vampiras y por supuesto seguir a Trevor y a Sypha, entre varias otras cosas más. Pero este acelerado ritmo a veces se mezcla con un paso mucho más lento, dando un sentimiento de cierta inconsistencia, pero nada que haga incómoda la narrativa, en el panorama general de la trama, al contrario, parece darle un cierto balance.

Este rápido (o lento) progreso puede ser bueno o malo dependiendo de cómo disfruten la historia, pues aunque no deja cabos sueltos y no hay algo que salte a la vista como incongruente, si puede verse que esta temporada dedicaron un poco más presupuesto a la animación que al desarrollo de la historia. A su vez también nos ofrece profundos diálogos y partes de la trama que moverán alguna parte de nuestro psique o de nuestros sentimientos, acompañados de comedia que no nos hace perder de vista el peso de la trama.

Y justo aquí debe mencionarse la ejecución de la animación en las escenas de combate, las cuales son más dinámicas y pulidas que nunca, si bien esto puede llegar a hacer parecer cutres algunos otros aspectos de la animación fuera de la acción, también nos mantiene al filo del asiento cada vez que hay un enfrentamiento. Los distintos encuadres, el uso creativo del color y la iluminación, así como de otros efectos, le da un dinamismo extra a las tomas y que hace que cada escena de pelea sea un deleite visual lleno de emociones y acción.

Por otro lado, aunque la actuación de voz es excelente hay momentos en los que la dirección de voz hace un poco de disonancia en respecto a lo que está ocurriendo en pantalla. Cabe recalcar que no es algo muy grave y, en los momentos en los que más cuenta, todo está en perfecta armonía. 

Dentro de todo es una temporada muy sólida, siendo una digna y épica conclusión a la saga de Trevor Belmont, Sypha Belnadez y Adrian “Alucard” Tepes. Si han disfrutado de las temporadas anteriores sin duda tendrán una excelente experiencia, además de un montón de referencias a los juegos. Tomando todo ello en cuenta, resulta fácil recomendar la serie, independientemente de si son fans de los juegos o no.

Ahora sí, los spoilers

Este es el punto de no retorno, si no han visto la cuarta temporada y no quieren spoilearse nada, ahora es cuando pueden regresar, disfrutar de la historia y volver más tarde para darnos su opinión. De lo contrario, si ya vieron los 10 episodios, aquí está nuestra opinión al respecto:

Como ya se había mencionado la progresión de la trama, en cuanto a velocidad, se siente un tanto inconsistente a ratos, pero en su mayoría es por la necesidad de cerrar tantos cabos sueltos como fuese posible. Hasta cierto punto, alza especulación sobre si las historias de Isaac y la hermandad de vampiras tuvieron que ser cortadas; pues la batalla climática entre ambas facciones, aunque visualmente impresionante, deja un sabor de boca un tanto seco, en comparación con lo grandilocuente de los planes que ambos tenían.

Isaac pasa de tener instinto asesino en la temporada anterior, a preguntas existenciales al inicio de la cuarta temporada, al perdón de Héctor y a matar a Carmilla en unos cuantos episodios, lo cual lo hace sentirse más como una herramienta del plot que un personaje de verdad. Por supuesto esto no es completamente determinante, pues los diálogos, tanto de de Isaac como de Carmilla, durante esta temporada son bastante interesantes; el problema es que se siente un cierto grado de disonancia con sus previamente evaluadas intenciones.

Este clímax prematuro, se hace notar con Carmilla y las vampiras, de quienes no vemos más tras su caída, con la excepción de la trágica Lenore. Al menos en ambas instancias a pesar de que se siente un poco de abandono hacia el destino de dichos personajes, no se nos deja con un mal sabor de boca, simplemente con un poco de curiosidad, que de hecho es un tema consistente en el desenlace de toda la historia.

Así mismo, del lado de los antagonistas debe mencionarse que de no haber sido por el plot twist al final, las inclusiones de los vampiros de Targoviste, Varney y Ratko, hubiese quedado un poco llana. Pero al final de cuentas logra aterrizarse bien su participación en la historia.

Por último debemos hablar del casi demasiado perfecto final, al menos para los protagonistas. Aunque no es un requisito de una buena historia que algún personaje deba perecer o que todo tenga que ser una tragedia, se siente un poco menos de peso al tomar la decisión de no dejar morir a Trevor, sin mencionar la aparición de Drácula y Lisa. Algunos lo amarán otros lo odiarán, pero es un buen ejemplo de un final feliz que a su vez deja un poco de incógnitas para los spin-offs y los teoristas.

Nuevamente se debe recalcar que es una temporada sólida y que se nota que el equipo detrás de la serie fue puliendo cada vez más los aspectos que la hacen tan llamativa. Les guste o no les guste el final, creo que es una conclusión satisfactoria para una serie que ha recibido tantos halagos y que por supuesto recomendaría a todos ver.