Un lunes más para abordar lo mejor que sucedió en el tercer episodio de la última temporada de Game of Thrones, la épica serie que está en boca de todos, y no es ninguna sorpresa, después de presenciar la tan esperada batalla, nos quedamos totalmente helados de las sorpresas que se desarrollaron en la noche de ayer (domingo 28 de abril).

Cumpliendo con el ritual para ver el episodio, una vez más me rodeé de buenos amigos para adentrarnos a la noche eterna, pero nos llevamos la sorpresa al darnos cuenta que la transmisión estaba sufriendo una considerable compresión (baja calidad) en su transmisión, algo que afectó a miles de personas que decidieron sintonizar el episodio desde el canal de HBO, ya que, es más que bien sabido lo inestable que es la aplicación de HBO GO cuando se trata de disfrutar de la serie a la hora de su estreno. Dejando a un lado ese pormenor, decidimos embarcarnos a la noche eterna para así prepararles la siguiente reseña / recapitulación.

Antes de iniciar, debo aclarar que en mis primeras dos reseñas recapitulé y liberé algunos spoilers por el simple hecho de poner todo en orden, de saber con quiénes contabamos y de paso intentar hacernos una idea de la posible fortuna o mala suerte que les podría deparar a estos personajes en los episodios por venir. El día de hoy intentaré contextualizar con los elementos que nos dejó esta batalla y su inesperado desenlace, pero es inevitable hacer mención de momentos claves, los cuales abordaré, así que, una vez más están advertido de los SPOILERS.

 

Datos y panorama del episodio

Para empezar, La Batalla de Winterfell pasará a la historia al ser el episodio más extenso de Game of Thrones, con una duración de 82 minutos, y por si fuera poco, también se lleva el título de tener la secuencia de batalla más larga en la historia del cine y la televisión, ya que tuvo una duración alrededor de 40 minutos. Algo que he estado mencionado desde las anteriores reseñas, es que, a la producción le llevó más de 50 noches en rodarla, así como la participación de 750 personas en escena.

El encargado de orquestar toda esta proeza corrió a cargo de Miguel Sapochnik, sí, el mismo que dirigió la bien lograda Battle of the Bastards, quien según fuentes cercanas, se inspiró en la colosal y emocionante batalla de Helm’s Deep, la cual se pudo apreciar en el filme de The Lord of the Rings: The Two Towers. En la fotografía tenemos de vuelta a Fabian Wagner, un ya conocido cinematógrafo de la serie, quien dió una aceptable razón por la cual la batalla fue caótica y poco visible, dicha razón es por la ambición de obtener una iluminación “natural” o que por lo menos brinde esa sensación. Por otro lado también aclara que una fotografía con dicha intención ayuda a conectar al público en sentir la misma frustración por la que pasan los personajes al no saber lo que está ocurriendo a sus alrededores.

 

Momentos claves de la batalla

La oportuna aparición de la Dama Roja (Carice van Houten), a los pocos minutos de iniciar la guerra. Guiada por el Señor de la Luz, Melisandre como en un acto de redención por todos sus males del pasado, no titubea en proporcionar una flama de esperanza y valor a los soldados de la primera línea, no sin antes prometer que su intervención durará hasta la llegada del amanecer.

Más allá del espectáculo visual que resulta este acto, nos ubicabamos ante la señal para embestir a la fría oscuridad en una bien lograda secuencia de cabalgata Dothraki con sus incandescentes armas, para después terminar extinguiéndose en el horizonte oscuro. En este punto, es notable la gran desventaja que existe entre los humanos defensores y el imparable ejército del Night King.

Jaime (Nikolaj Coster-Waldau), Brienne (Gwendoline Christie) y el resto de los guerreros se disponen a esperar la irreal ola de White Walkers, algo comparable a lo que vimos en el filme de World War Z. Este choque transforma la batalla en un demencial montaje de tomas cerradas, sangre por doquiera y horrorizados gritos de los caídos. Algo que podría esperarse de una guerra de esta escala. Algo destacable de la dirección es que se dieron el tiempo para no cansar al espectador con el caos de la batalla. En el poco tiempo de respiro, vemos a Jon (Kit Harington) y Daenerys (Emilia Clarke) emprender el vuelo sobre los dragones para ayudar a las líneas que todavía se encuentran resistiendo las oleadas de enemigos.

El resto del panorama se distribuye entre una inevitable retirada de los sobrevivientes, mujeres, niños y ancianos resguardados en las criptas, Bran (Isaac Hempstead Wright) exponiéndose en el árbol sagrado como carnada para lo inevitable, mientras es protegido por Theon (Alfie Allen), y en el cielo tenemos a Jon, Dany y al Night King peleando montados en los dragones. No hay espacio para un descanso, cada rincón de Winterfell está bajo ataque y con constantes bajas de los dos bandos. El episodio es todo un despliegue de acción bélica y momentos inspirados de algún videojuego tipo Survival Horror, hasta llegar a altos niveles de tensión, donde la muerte está en cada esquina del castillo, en donde vemos morir a conocidos personajes (los cuales no mencionaré por respeto a los lectores).

 

¿Qué le decimos al Dios de la Muerte?

Para no caer en más detalles, los cuales nunca podrán acercarse a la experiencia de visualizarlo en todo su esplendor (por lo menos para algunos afortunados), los productores de la serie nos tenía guardado una sorpresa en la narrativa de la serie, un pequeño giro de tuercas que dejó a medio mundo boquiabierto. Justamente cuando el clímax de la batalla se cierne de un sentimiento de derrota al ver como cada rincón del lugar ha sido atacado por los White Walkers, haciendo que los fanáticos se cuestión sus respectivas quinielas de quienes creían que iban a morir.

Vemos a cada héroe luchar hasta el último aliento, hasta el crujir de sus huesos, a una sorprendida Daenerys al ver que el fuego de sus dragones no es suficiente para detener al Night King, para después vernos frente a un Jon Snow abriéndose paso para llegar a defender a su hermano Bran, cada facción esforzándose, mientras las correctas piezas musicales de Ramin Djawadi toman las riendas de la macabra danza en la que se encuentra el destino de todos estos personajes. Sin lugar a duda, un punto en donde no hay suficiente fortaleza y esperanza para intentar ganar una guerra que desde el inicio estaba definida.

Arya (Maisie Williams) una vez más se roba el episodio, pero de una manera que nadie esperaba, no solamente nos brinda una grandiosa frase que quedará en la historia de la serie, sino que definirá (para bien o para mal) el futuro de la serie en sus 3 episodios restantes. Creo que no me veo pecar al contar que este personaje es la encargada de salvar a la humanidad de la noche eterna, es la ejecutora del ser que durante varias temporadas parecía invencible y que terminó siendo derrotado por un sorpresivo ataque de Arya, quien se lanza para encajar la daga forjada en acero valyrio (la mismísima que Bran le dió en el pasado, en el mismo lugar donde el Night King está a punto de asesinarle). Este intento de ataque sorpresa logró ser contenido, no obstante, la joven guerrera tiene un As bajo la manga al hacer uso de su experiencia como asesina, realiza un movimiento (cambio de mano) con la daga para así asestar un golpe crítico y terminar con el temible Night King y todo su ejército de resucitados. Entre alivio y confusión, el episodio se va negros para presentarnos los créditos.


Nada es perfecto

Para este instante, podría decirse que estamos ante el mejor episodio de la temporada y probablemente la mejor batalla de la serie (aunque esto último siempre será cuestión de gustos). Más allá de los ya conocidos problemas de transmisión, The Long Night cierra con suficiente fuerza y emoción como para dejar a sus fieles seguidores con ganas de más. Obviamente el episodio aunque estuvo rodeado de acción y momentos de gran tensión, se podía notar como la edición por instantes se sentía fuera de ritmo y abrumadora en sus excesos al querer representar un realismo o crudeza que quizá no era tan necesario, tomando en cuenta que el escenario transcurre en la penumbra de una tormenta y bajo una luna llena. Aún cuando Winterfell se mantuvo de pie y logró acabar con la amenaza, la sensación que nos deja para el próximo domingo, es cierta. Claro que habrá una breve celebración y escenas para honrar y despedir a esos personajes que dieron su vida en esta batalla, así como la pronta planeación para ir a Kings Landing y hacerle frente a Cersei, la actual reina de los siete reinos, que no cumplió su palabra de enviar soldados para la batalla en el Norte.

Personalmente me sentí satisfecho, aunque no voy a negar que hubo varios momentos Deus Ex Machina y por supuesto, la falta de creatividad narrativa de los guionistas a la hora de concluir con ciertos arcos, dejando claro que al ya no alimentarse de los libros de George R. R. Martin, esta temporada nos dará muchas sorpresas, aunque rompan con las reglas establecidas por las anteriores temporadas, lo cual puede ser un arma de doble filo. En el siguiente episodio nos daremos cuenta de las consecuencias de estas acciones y de qué manera podría llegar a afectar el final de esta serie.

¡Nos leemos el próximo lunes!

 

Avance el siguiente episodio:

¡Compártelo en tus redes!

Imagen de cookies

Este sitio web usa cookies, se usan para personalizar el contenido, mejorando la experiencia en el sitio y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico.