Recuperando la fórmula

Mientras Netflix se encuentra actuando como un verdugo al estar cancelando series de Marvel, Daredevil se sigue abriendo paso como una de las mejores series basada en cómics de la actualidad. Y más allá de su fuente, ha logrado crear una cohesionada amalgama entre la fantasía y los elementos terrenales que le brindan cierto grado de realismo y seriedad a un personaje que lucha más allá de sus límites contra la injusticia.

Aún recuerdo cuando Steven K. Knight anunciaba que se encontraba trabajando en lo que hoy conocemos como la serie del hombre sin miedo. Después de un magnífico debut con la primera temporada, pasando por una inconsistente y por momentos indefinida segunda temporada. Ahora nos encontramos con un nuevo Showrunner y una tercera temporada que logra reivindicar el mito del protector de Hell’s Kitchen. Así es, esta nueva temporada puede considerarse la mejor hasta el momento, redonda y de gran nivel, podría definirse como la temporada que vino a darle rumbo a una serie que parecía estar yéndose por un camino en el que sacrificaba su potencial a cambio de coexistir en un mismo nivel con Luke Cage, Iron Fist y Jessica Jones, (eso sin contar el spin-off de The Punisher, el cual es un animal totalmente diferente).

Una trama sencilla y referencial

En esta nueva temporada nos ubicamos a unos meses después de los eventos que se desarrollaron en el insípido crossover de The Defenders, que lo único bueno que nos dejó, fue la posibilidad de darle entrada a un arco inspirado en el cómic de Born Again, y digo inspirado ya que como cualquier adaptación, se toma las libertades de atar circunstancias que no suceden en su fuente original, pero que logran encajar dentro del universo que se ha creado desde su primera temporada, lo cual le da la suficiente coherencia para establecer una trama convincente y atractiva para enganchar al espectador.

Tenemos a un herido y desorientado Matt Murdock (Charlie Cox), el cual se cuestiona su lucha e intervención por defender una ciudad que lo da por muerto, mientras sus amigos intentan lidiar con una vida sin Matt, aunque no tan convencidos de que en verdad haya muerto. Por otro lado, el temible Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio), se encuentra manipulando al FBI para lograr su liberación. Todo esto, obligando a nuestro héroe volver para proteger a sus seres queridos y de una vez por todas ponerle un alto a la gran amenaza que representa Fisk y un volátil pero letal Bullseye.

Por respeto, no mencionaré más detalles de la trama, ya que les arruinaría varios momentos que valen la pena verse sin saber nada al respecto. Seguiré enfocándome en tocar otros puntos que servirán para definir esta tercera temporada. Como diría Jack el Destripador: “Vayamos por partes”.

Las actuaciones, han tenido una notable mejora en varios de los personajes, inclusive en los secundarios. Aunque el verdadero monstruo que se come el pastel aquí, es Vincent D’Onofrio interpretando al que personalmente considero el mejor “Kingpin” en pantalla. Se siente humano y con motivaciones realistas, sube un peldaño y deja claro el porqué es uno de los villanos más recurrente y memorable de los cómics, por lo menos del universo de Marvel. En el caso de Charlie Cox, tiene mejor marcado su arco, se siente vulnerable y desencantado de ser un justiciero del bien, Matt ya no es el mismo, tal y como Foggy (Elden Henson) lo menciona, algo cambió en nuestro protagonista, de los escombros surgió otro ser, un demonio atormentado con su deber y la realidad en la que se mueve la sociedad, donde parece ser que los malos siempre están en ventaja o cuentan con mejor aceptación.

Si tuviera que mencionar un punto débil en las actuaciones, podría recaer en algunas intervenciones de Karen (Deborah Ann Woll), quien por instancias no parece encontrar rumbo a su lucha social y se empantana en su intento por mostrarse como un figura fuerte, no es algo constante, como dije, en algunas intervenciones, pero también logra brillar. Me encantaría recalcar de forma superficial la aceptable pero no tan convincente justificación en la transformación de Ben Poindexter o Bullseye, interpretado por el actor Wilson Bethel. También la inclusión de la Hermana Maggie, la cual se vuelve en la piedra angular de la cordura de Matt en su recuperación física y emocional.

Calidad cinematográfica

A nivel técnico y de dirección, la tercera temporada de Daredevil saca provecho de sus actores y dobles de acción para superar todo lo que se había hecho en las anteriores temporadas. Desde coreografías de peleas más intrincadas y fluidas, pasando por una mejora en el movimiento de cámara a la hora de rodar escenas de acción o tensión. Pero lo que estará en boca de todos, será la bien lograda secuencia continua (obviamente con cortes truqueados para hacerla parecer grabada en una sola toma) de más de 10 minutos. Se agradece que una serie de este calibre se proponga retos de dicho nivel.

El ritmo de esta temporada puede sentirse un poco lenta en sus primeros episodios, pero gradualmente va agarrando forma, así que vayan con la noción de que los giros argumentales tomarán tiempo en desenvolverse a lo largo de los 13 episodios que constituyen la tercera temporada. No sé si esta temporada tenga la misma chispa de la primera, pero de lo que sí estoy seguro, es que sirve como redención y evolución de una serie que ha logrado mantenerse a flote gracias a su definido estilo y madurez. Todo eso ha servido para sembrar esperanzas en sus seguidores para deseos buscan la posibilidad de recibir una cuarta temporada, ya que, todavía hay potencial para seguir rascando los remarcados​ tropos​ de cuestionar los límites permitidos de un vigilante y las acciones que pueden alejar al demonio de su salvación y llevarlo a un violento camino sin retorno.

Una serie que merece continuidad

Sin duda alguna, la tercera temporada de Daredevil es un claro ejemplo de no mover o cambiar lo que funciona y ajustar las tuercas de los elementos que flaquearon en la anterior temporada. Respecto a su continuidad dentro de la plataforma de streaming, solamente el tiempo dirá si Netflix nos permitirá seguir disfrutando de Daredevil, el cual tiene muchas historias por contar y en especial con el cierre que tuvo esta temporada. Si todavía no se han dado la oportunidad se verla, les recomiendo que le den una checada, no importa si no son fans o conocedores de series basadas en cómics, Daredevil tiene los suficientes ingredientes para satisfacer a toda persona que busque una trama decente y acción bien lograda.

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