Una inesperada y grata sorpresa para los escépticos

Fui de esos niños que creció en una línea de tiempo donde tuve la posibilidad de disfrutar películas de los 80s y 90s al mismo tiempo, o sea, un híbrido niño de los 90s que podía identificarse con elementos de dos épocas sin problema alguno. Y es inevitable negar los grandes recuerdos que me evoca la película Karate Kid. En aquel entonces muchos queríamos ser Daniel Larusso, tener a nuestro Señor Miyagi o simplemente ser parte de la explosiva moda de inscribirse en clases de Artes Marciales (el cual ya venía aunado por otras películas de acción de la época). La popularidad estaba ahí, los clichés eran visibles y no generaban problema alguno, simplemente uno aceptaba más el efecto que la complejidad, con el paso de los años hemos ido creciendo con exigencias más palpables a la hora de dejarnos envolver por un filme o evento cinematográfico. Podríamos culpar el estilo de vida o la edad, pero justo cuando nos enteramos de que harían una serie que serviría como secuela de la primera película, era increíble la poca fe que se encerró en el colectivo, tanto de los fans como los que tuvieron la oportunidad de disfrutar el primer filme. No tiene nada de malo eso, ya que nadie quiere que una serie de dudosa procedencia (Youtube Red) termine arruinando un grato recuerdo de nuestra infancia o adolescencia en el caso de algunos. Es imaginable que en estos momentos muchos estarán preguntándose si vale o no la pena Cobra Kai, la respuesta es sencilla: No se preocupen, la serie vale mucho la pena y es una total sorpresa para todos los escépticos.

Ni perfecta ni soberbia, pero con suficiente corazón para sobresalir

Dejemos las cosas claras. La premisa no es compleja ni exigente a la hora de hilar sus elementos, nos encontramos ante una serie de buena manufactura, en sus 10 episodios (con duración de 30 minutos cada uno) se encuentra un balance sin llegar a tener episodios de rellenos o tediosos, su imán nunca pierde la atracción. Y la regla con la que se mide se basa en la misma esencia del primer filme, por ende, la serie es todo un deleite, un viaje en el tiempo y una refrescante forma de redimir a personajes incomprendidos y mostrarnos un atractivo viaje del héroe y anti-héroe. Cobra Kai logra algo grandioso, ya que canaliza esa vibra de los 80s aunque se establezca en el presente. Es emocionante ver a Johnny Lawrence (William Zabka) intentar encajar en un mundo donde los perdedores no tienen voz ni voto, donde el pasado es el único elemento que nos conecta con la vida y por el otro lado ver a un Daniel Larusso (Ralph Maccio) con un espíritu de lucha totalmente apagado por culpa de la rutinaria vida de empresario y de padre de familia. Aunque han pasado varios años desde que tuvieron su gran enfrentamiento, parece ser que el esquema principal de la serie es la de afrontar los demonios del pasado, saldar esos pendientes que todavía atormentan a nuestros protagonistas, desde el simple resentimiento, hasta el trauma que no nos permite aceptar la posibilidad de un cambio.

Como mencionaba al inicio, la serie puede ser predecible, pero eso no lo hace mala, ya que es entendible la intencionalidad que los Showrunners le impregnaron, tanto a la hora de hacer homenaje a elementos del pasado, como a la hora de darnos la lección de que cuando no cerramos una herida, esta puede volver y generar el mismo dolor a nuevas generaciones, como si se tratase de un ciclo o maldición que deben superar. Es necesario remarcar que la ausencia del Señor Miyagi pesa en la serie, pero logran darle su lugar al retomar ciertas enseñanzas, inclusive hay un momento emocional donde se le rinde gran tributo a tan entrañable personaje. Respecto a los nuevos personajes, hacen y cumple de manera correcta sus roles, obviamente se disfruta ver esos choques generacionales y la diferente forma de pensar que existe entre los jóvenes y nuestros inadaptados protagonistas.

Logra encontrar un balance en el humor y la nostalgia

Cobra Kai busca sujetarse de dos evidentes pilares, el primero trata de atraer a los jóvenes con su premisa y humor, mientras que para los fans o nostálgico como yo, nos bombardean con imágenes de la película original, las cuales se utilizan con frecuencia para proporcionar exposición y continuidad. Y debido a esto, los paralelos son muy evidentes y funcionan para fortalecer el Leitmotif de la serie y apostando a que el factor nostalgia cubrirá todos los defectos de la misma, lo cual termina funcionándoles. Esta serie/secuela logra funcionar y más en estos tiempos, tiene sus defectos, pero no son tan grandes ni molestos como para dejar pasar la oportunidad de ver a los viejos conocidos lidiar con una nueva luz. 

En pocas palabras, no solamente sirve como un puente para conectar los eventos de la película, sino que también termina haciéndole justicia a una franquicia que fue decayendo con sus secuelas filmográficas, la serie tiene todo ese espíritu que amábamos de la primera película. La primera temporada de la serie la pueden ver en el servicio de paga de Youtube Red. PD: Barney Stinson de How I Met Your Mother estará feliz de ver que por fin le hicieron justicia a su personaje favorito de Karate Kid.

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