Un trabajo de alto calibre requiere un equipo de calidad inmaculada para poder ejecutar esta poderosa historia; el maestro Jeph Loeb en la historia, el legendario Jim Lee en el trazo, el talentosísimo Scott Williams en el entintado y al increíble Alex Sinclair como colorista.

Batman recibe un llamado de secuestro y entra en escena para realizar un rescate, el caballero de la noche sabe que está contra el tiempo así que dispone a apresurarse mientras desmantela e interroga a sus oponentes con destreza y brutalidad. Tras realizar el rescate, es interrumpido por el super criminal Waylon Jones, también conocido como Killer Croc. El villano arremete contra Bats y actúa de una forma inusual que es remarcada en los diálogos y los globos de texto que denotan el pensar de Batman.

Croc está obsesionado con el dinero del rescate que buscaba por el niño, pero todo estaba mal, no podía ser que alguien como él orquestase algo como esto, por lo que alguien más tenía que estar tras la situación. En medio del combate, la distracción era idónea para que Selina Kyle, o conocida por todos como Catwoman, robara el maletín con el dinero del rescate.

Tras la llegada del FBI, Bruce se da cuenta que el dinero no está y, decepcionado, decide perseguir a Selina por los techos, quien en su típica personalidad burlona decide retar a Batman para que la atrape. Justo cuando está por lograrlo, alguien corta su cable de su gancho y así provocando una caída libre sin realmente algo que pudiera frenarlo excepto el concreto.

Batman cae haciendo el esfuerzo de salvar su integridad a costa de varios huesos rotos, pero la caída misma lo deja malherido e incapaz de moverse. Para su infortunio, en las mismas calles llegan varios criminales deseosos de lastimar a Batman y arremeten contra él tras verlo en desventaja… y aún así se sigue mostrando el temor que le tienen pues dudan mucho para iniciar su ataque, algo que no esperaban es que Batman está listo para este tipo de cosas y el mismo traje tiene mecanismos de auto defensa; desde veneno hasta electricidad.

Uno de ellos está harto de juegos y pone una pistola en su cara, pero mientras dice habladurías, Helena Bertinelli, también conocida como Huntress, hace su aparición por petición de Oracle para salvar la vida de Bruce y aunque al inicio tiene algo de problemas al pelear, decide soltarse completamente en contra de ellos para mostrarles de que está hecha. El mismo Batman piensa que ella hace demasiado para demostrar sus habilidades.

Una vez a salvo, es transportado hacia la baticueva donde su mayordomo y amigo de toda la vida, Alfred Pennyworth intentará salvarle la vida, pero se da cuenta que esto va más allá de sus talentos pues su cráneo está fracturado y sólo una persona tiene el talento para atenderlo sin arriesgar su identidad y su salud: Thomas Elliot.

Thomas Elliot es el mejor amigo de Bruce en la infancia y de él aprendió muchas cosas, como pensar como tu oponente y adelantarse a las decisiones que pudiera tomar un adversario. Algo muy interesante pues también exponen a Bruce como un niño inteligente pero que aún no se toma en serio la labor de pensar más allá de sí mismo.

Esta novela gráfica es llevada con tal cuidado al detalle, que podría requerir al menos más de 2 leídas completas para no perder el hilo y el estilo ‘noir’ de investigación que ciertamente ha caracterizado a Batman y que en ocasiones parece perderse en historias modernas. Sin duda es bastante interesante estudiar los paneles y diálogos en busca de referencias, guiños escondidos y detalles de trama que uno no podría imaginar ya estaba allí y que el recurso narrativo de la pistola de Schekov jugaría un papel tan importante para el lector como para la trama en sí.

El increíble talento de Jim Lee se hace latente en cada panel y sirve para mostrar y caracterizar a Bruce/Batman y al resto de los personajes en maneras creíbles e íntimas, aunque no puedo evitar mencionar que muchas poses son bastante convenientes y resulta en posiciones pin-up que son frecuentemente criticadas por ser precisamente un tanto “flojas” en creatividad y esto se ve frecuentemente con Catwoman y en algunas partes con Harley Quinn.

El trabajo de Alex Sinclair para colorear los paneles es sobresaliente, pero llega a un nivel bastante elevado cuando la narrativa lleva a recordar fragmentos del pasado de Bruce, pues estas instancias se hacen mostrar con acuarelas y con un estilo “nebuloso” y poco definido pero que le brindan una personalidad y estilo absolutamente fascinantes.

La historia, fabricada por el magnífico Jeph Loeb no se detiene en ningún momento y cuando el ritmo parece bajar, inmediatamente regresa para engancharnos en la siguiente pista en la misión de Batman por descubrir quien está atacándolo desde las sombras. Los diálogos son bastante inteligentes, bien redactados y saben perfectamente los tropos que se generan a partir de los mismos personajes de cómic, haciendo hincapié a comentarios graciosos como “más rápido que una bala” pero agregando toques como “más rápido que, ya sabes qué”. De este modo, aunque son guiños graciosos, no pierde la seriedad general que se tiene y se trabaja con los personajes, manteniéndolos creíbles y reales a su personalidad.

Sumado al estilo visual de Jim Lee, el entintado logra capturar la profundidad y la oscuridad general con la que se muestra la trama y esto es gracias al gran trabajo de Scott Williams. En todo momento puede apreciarse la presencia de Batman con tan solo una silueta y esos enormes ojos blancos que asechan en la oscuridad y se captura de manera imponente para toda situación y sin perder detalle general.

Sin duda Batman: Hush es un trabajo realmente importante, ya que, aunque en su tiempo fue criticada, esa percepción ha ido cambiando pues esta entrega ha hecho más que sólo sembrar dudas en Batman o de ser una historia “autocontenida”. Esta… aventura, pone sobre la mesa a uno de los personajes más interesantes en los últimos tiempos que han influenciado como afecta la vida de Batman y como se relaciona con su familia. Aquí nace el arco argumental que da el guiño sobre el posible regreso de Jason Todd, el Robin que pereció a manos del Joker en el número #428 de Batman en 1988, conocido por los fanáticos como “Una muerte en la familia”.

Si eres un fanático de Batman, pero por alguna razón ha pasado de tu alcance el leer “Hush”, recomiendo ampliamente esta lectura y es sin duda alguna una parte elemental en toda la historia del caballero de la noche que no puedes dejar pasar, además de que fue creado por verdaderos maestros.

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