Una vez más nos encontramos en esta parte de la vida de nuestro entretenimiento donde una nueva propuesta toca a nuestra puerta, un nuevo Batman llega junto a un nuevo director con una nueva visión de las múltiples que hemos tenido la oportunidad de disfrutar en el pasado de este icónico superhéroe de DC Comics. ¿Vale la pena esta nueva adaptación?

De entrada debo dejar en claro que esta reseña es personal, no es la verdad absoluta, ni algo que determine el gusto general. Por respeto a quienes todavía no han tenido la oportunidad de verla, evitaré los spoilers o cualquier información que pueda arruinar la experiencia de ir al cine. Así que, ya están avisados.

The Batman del director Matt Reeves (War for the Planet of the Apes, Let Me In, Cloverfield) llega con la marcada intención de presentarnos los primeros años de un superhéroe / vigilante que busca encontrar su lugar dentro de una ciudad infectada por la corrupción. Uno de los aciertos de esta nueva adaptación, es que deja fuera la ya gastada necesidad de mostrarnos el tormentoso pasado de Bruce Wayne al perder a sus padres. Aquí hay un desarrollo centrado en la búsqueda de la luz de nuestro protagonista, en quitarse de encima el peso del sentimiento de venganza y odio, mientras se mueve en un escenario que el obliga a utilizar todo su intelecto y herramientas necesarias para investigar los crípticos asesinatos que se están llevando a cabo, especialmente dirigido a personajes de alto rango social.

El filme toma su tiempo en ir desenvolviendo a sus protagonistas y sacando a flote sus misterios, esto genera una separación natural de lo que uno acostumbra ver dentro de la esfera fantástica de los cómics, en especial dentro de lo visto en películas del género de superhéroes. The Batman es una bestia totalmente diferente, es oscura por concepto y se acerca más a la médula narrativa de filmes como Zodiac, Prisoners, Se7en o los clásicos thriller neo-noir policiacos. 

Los fanáticos puristas del personaje pueden estar tranquilos, ya que la esencia de esta película también toma elementos de las novelas gráficas como Batman Ego, The Long Halloween, Hush y Year One. Obras que curiosamente muestran un lado verdaderamente oscuro, psicológico, detectivesco, dual, desesperanzador e inexperto del caballero de la noche. Este cúmulo brinda un realismo sombrío, lo cual curiosamente se aleja del realismo que Christopher Nolan nos presentó en la trilogía de The Dark Knight o de las adaptaciones de corte épico vistas en las películas de Zack Snyder.

Aunque lo anterior parece describir una película encapsulada en buscar pistas para descubrir los misterios, lo cual de cierta forma lo es. La acción no está aislada de los eventos que aquí se llevan a cabo, pero debido a su ritmo y naturaleza narrativa que presenta la ambientación de esta ciudad Gótica (volviéndose un personaje más), nos regala las necesarias secuencias de acción donde la brutalidad emergerá como una declaración de que este Batman es algo serio y de temer. Me gustaría destacar la emocionante persecución que aquí se presenta, la cual muchos recordarán por los tráilers, obviamente han visto una parte de todo el espectáculo..

En lo técnico, The Batman nos entrega una fotografía impecable por parte de Greig Fraser, quien trajo un poco de lo que nos mostró en la película Killing Them Softly. Por el lado del director, Matt Reeves saca a flote su creatividad para rodar diálogos y momentos de tensión. Agradezco que la mayor parte de la acción se haya realizado con tomas amplias y sin el molesto y barato truco de los 3 o 4 segundos de acción con cámara en mano para después cortar y hacerlo ver como una pelea rápida. Es interesante la elección de postrar las cámaras en ángulos y objetos fijos. Podría decirse que en estos apartados no hay queja alguna, funcionan a la perfección.

De la música, seré directo. El trabajo de Michael Giacchino no me cautivó ni atrapó como los anteriores compositores que prestaron su talento para musicalizar a Batman. Quizá las piezas se hicieron con la única intención de ambientar, pero de todas formas, en ningún momento sentí que resaltan o hicieran su labor emocionarnos al enchinar la piel con su propuesta musical. Tampoco significa que sea mala, simplemente se me hizo regular.

Entrando al terreno interpretativo (y lo que muchos esperaban leer), con seguridad puedo decir que Robert Pattinson se transforma en un intimidante, inexperto, atormentado Batman que constantemente se ve orillado a combatir sus demonios mientras intenta descubrir la imagen que en verdad debe infundir a los criminales y los habitantes de la ciudad. Sus gestos y miradas transmiten suficiente información de lo que forja su personalidad y estado de ánimo. 

La actitud que manifiesta va más allá de la clásica etiqueta de “Emo”, ya que está en proceso de forjar su dualidad como Bruce Wayne y como el Vigilante nocturno. Por ende, muchos comentarán que es un gran Batman pero no tan buen Bruce Wayne porque le hizo falta comportarse como el clásico playboy billonario desinteresado, pero debemos recordar que está en sus inicios, en el año dos donde está más enfocado en descargar su odio y sed de venganza con cualquier criminal que se le atraviese. El alter-ego que esperan ver posiblemente se refleje o desarrolle en una secuela, lo cual no es una barbaridad pensar ahora que está teniendo buen recibimiento por la crítica y los fanáticos.

Zoe Kravitz como Selina Kyle funciona de forma natural como Catwoman e interés amoroso del protagonista. Lo interesante es que cumple en su papel y no pierde consistencia en sus motivaciones iniciales, muestra ese lado misterioso y volátil. Honestamente no sentí la necesidad de compararle con las anteriores interpretaciones del personaje, se nota la buena química que tiene con Robert Pattinson, por momentos daban ganas de gritarles que ya se besaran, de la cantidad de tensión que sus encuentros generaban.

No creo que sea spoiler hablar del personaje del siempre excelente Paul Dano, aquí interpreta al “enigmático” Acertijo (The Riddler), un villano complejo y de gran intelecto, olvídense de la interpretación de Jim Carey en Batman & Robin. Aquí tenemos a alguien que hace amalgama con un asesino serial pero a la vez tiene esa exposición ante la sociedad. Sus motivaciones son realistas y su evolución durante el filme deja ver el gran trabajo del actor. Siendo un poco más directo, no esperaba menos de Paul Dano. Si salieron sorprendidos por su actuación, aprovecho para recomendarles que vean There Will Be Blood, 12 Years a Slave y Prisoners.

Respecto al desempeño del actor Jeffrey Wright como Gordon, siento que queda a deber un poco, tiene sus momentos, pero de alguna forma no llega a sentar las bases de su personaje. Por instantes se siente suelto y en otras parece solamente estar ahí para detonar un diálogo con Batman. Es obvio que el filme trata de dar ese intercambio laboral entre la poca justicia honesta que aún queda junto al vigilante que busca ponerle un alto a todo lo malo con métodos no tan asertivos pero suficientes para infundir el miedo a sus enemigos. Gordon se pierde, no lo sé, espero que en la secuela y en su serie (si es que todavía no la cancela) se desarrolle más este icónico aliado.

El Pingüino del irreconocible Colin Farrell es de las sorpresas que pocos esperaban, tanto por su transformación sino también por su singular actuación, es como ese catalizador que le agrega estilo, humor y de paso dibuja el bajo mundo de ciudad Gótica a la perfección. Ese balance que ayuda a la película a no sentirse siempre deprimente o pesimista. Después de ver la película entiendo la razón por la cual Matt Reeves quiere seguir abordando al personaje en una serie de televisión para HBO Max. Disfruté cada una de sus escenas, así que sin lugar a dudas estaré al pendiente con lo que venga para este personaje que por momentos se llega a robar las escenas.

Los demás actores cumplen a secas con sus interpretaciones para llenar los espacios e interacciones con los personajes principales, no ahondaré en ellos ya que sería innecesario en esta reseña, las piedras angulares funcionan y con eso tengo.

Entonces, en palabras cortas podría decir que disfruté el filme, varias cosas que vi fueron de mi agrado, siento que Robert Pattinson hizo bien su trabajo en traernos a esta versión de Batman que apenas va aprendiendo y ganándose su lugar, lo cual queda abierto para ver más evolución a futuro. Por ahí leí que el filme es demasiado "progre", ya saben a lo que me refiero, de que según todos los hombres blancos son malos y los que están de lado de Batman, o sea los buenos, son personas afrodescendientes. Lo menciono como algo risible y curioso por algunos "críticos".

La duración podría afectar a las personas que no están acostumbradas a estar más de 2 horas en una sala de cine o sillón (pronto llegará a HBO Max), pero siento que no es algo que deba mencionarse como punto negativo, claro que se podría recortar unos 20 minutos de filme para volverla más dinámica, pero al final todo esto recae en la decisión creativa de su director, la cual se respeta. Creo que debemos estar agradecidos de que Warner Bros. no metió tijeras y manos en el proyecto, ya con eso puede considerarse una victoria a la libre creatividad.

En fin, si todavía están pensando en ir a ver The Batman, les recomiendo que lo hagan, no es perfecta ni tampoco es la mejor versión de Vigilante de la Noche, es una propuesta que hacía falta ver en la pantalla grande, sobre todo en estos tiempos donde los filmes de superhéroes se han vuelto muy formuláticas (no es malo, pero se agradece que no todo sea más de lo mismo).

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