Solo: A Star Wars Story
Una decente aventura espacial que sufre por su poca ambición y falta de sustancia
26 de mayo, 2018
Puntuación
Solo: A Star Wars Story
Dirigido por
Ron Howard
Producido por
Lucasfilm / Disney
Género
Ciencia Ficción / Aventura
Fecha de lanzamiento
Mayo 25, 2018
El difícil viaje un héroe que solamente busca su lugar en el universo
Entre dudas y bajas expectativas llega una nueva entrada al universo de Star Wars, una nueva historia que expande la mitología espacial que ha logrado mantenerse vigente sin importar la época ni la generación que se encuentre dominando el mercado. Así que, es natural sentir temor que este nuevo filme lograse o no ganarse su lugar entre las demás propuestas de la saga. Por un lado, tenemos a los puristas que no pueden asociar a Han Solo en la piel de otro actor que no sea Harrison Ford y por el otro, están los que ven innecesario abordar una historia del famoso contrabandista de la galaxia. Cada uno tiene sus puntos validos, pero no olvidemos que la verdadera Fuerza de este proyecto se encuentra en el interés por ordeñar a esta vaca sagrada que ha podido producir leche durante años, aunque no por eso signifique que dicha leche sea de buena calidad en la actualidad.
Para empezar, es necesario señalar que el filme marca sus límites y pone todas las piezas sobre la mesa, para que no haya duda de lo que puede ofrecer, eso le da un punto a su favor. No intenta alejarse de la fórmula ni tampoco sobresalir de las demás historias. Podríamos decir que se trata de una trama lineal con unos pequeños giros que le ayudan a mantenerse de pie ante su inestable ritmo, el cual genera ciertos conflictos en la ejecución de algunas secuencias. Técnicamente hablando, Solo: A Star Wars Story se apoya de sus efectos especiales y del ya conocido uso de efectos prácticos, recordemos que estamos hablando de un filme de Star Wars, donde su fuerte son los efectos, en este apartado cumple.
Respeta la fórmula y expande la mitología de Star Wars
Otro punto favorable se encuentra en su sobresaliente desarrollo de mundo, más allá de su trama, nos presenta nuevos rincones que no habían sido visto en una película, así como nuevas y no tan conocidas especies y por el otro lado, también tenemos a viejos conocidos que podrían saltar a la vista de los fans (sobre todo para los que están versados con el universo expandido). Visualmente hablando, la fotografía tiene una intencional estampa de película de la vieja escuela, intentando agregarle ese efecto de film con ruido (grano). Eso le favorece porque, aun cuando nos encontramos en un lejano futuro, no deja de ser una película que se desarrolla en el pasado de dicho futuro.
La evidente amalgama de dos visiones diferentes
Para cerrar en lo técnico, el único gran problema del filme se encuentra en su inconsistente montaje y en unos raros cortes en las secuencias de acción. Se puede notar que se intentó darle dinamismo a las escenas, pero entre las partes donde solamente vemos bruscos movimientos con zoom, pasamos a dudables cambios de tomas que nos terminan sacando de la acción. En palabras más sencillas, es un constante juego donde no se puede ver con detalle lo que pasa y va rompiendo el ritmo en su manera de avanzar con la trama.
No sé, si esos dos elementos que menciono se deban al intentar combinar las escenas que originalmente estaban planeadas en el primero guion, con las regrabaciones que tuvieron que realizar con la llegada del nuevo director. Tampoco es algo que arruine la experiencia, pero le resta suficientes puntos que la pudieron colocar entre las mejores de la saga o por lo menos para justificar su existencia en el mismo universo.
Lo mejor del filme se encuentra en su elenco
Las actuaciones logran conectar sin llegar a lo excepcional. Naturalmente hay actores que no solamente se meten en sus personajes, sino que por momentos llegaban a opacar a nuestro protagonista. Ahora que hago mención de Han Solo (interpretado por el joven actor Alden Ehrenreich), hace una actuación regular, es notable que estudió los ademanes del personaje y recibió asesoramiento del mismísimo Harrison Ford, pero no sé si se deba al guion, pero hay momentos claves en donde debería brillar y solamente vemos pequeños destellos, es justo en dichos momentos donde terminan comiéndole el mandado algunos actores. Uno de ellos es Donald Glover con su correcta interpretación del carismático Lando Calrissian. Donald es un imán de gran atracción, se roba cada una de sus escenas. En el caso de Tobias Beckett (el mentor del joven Han Solo), Woody Harrelson pone su grano de arena como el actor experimentado que es, y gana su lugar.
Emilia Clarke como Qi'ra pasa de ser la clásica dama en apuros a un intento de Femme Fatale que no logra cuajar con su finalidad. Aunque, podríamos colgarnos con la excusa de que se planean más películas de Han Solo, sobre todo con esa revelación del final (la cual podría agradarle a algunos y molestar a otros). Algo raro, fue la construcción de la relación entre Han y Chewie, no se siente lo suficientemente profunda, igual, volvemos a lo mismo que eso podría abordarse en los siguientes filmes, pero sentí algo apresurada su unión, pero eso sí, es notable la buena química que hay entre Alden (Han Solo) y Joonas Suotamo (Chewbacca).
Los demás actores llegan a congeniar con la causa de la película, inclusive, algunos pudieron haber tenido más momentos en pantalla, ya que, con lo poco que se muestran, se podía notar el gran potencial en ellos, en especial con los personajes de Rio Durant, L3-37 y Enfys Nest. Por cierto, aquí el villano queda a deber, solamente cumple su función de ser "el malo en turno" para que los protagonistas puedan verse envueltos en sus respectivas causas.
Su tortuoso proceso de creación no debería afectar al resultado final
No somos verdugos para señalar culpables. Todo proyecto tiene sus dificultades en el proceso de producción, por lo cual no veo necesario colgarme con los detalles negativos que esta película tuvo que sufrir para llegar a ser lo que se proyecta en las salas de cine. Durante toda la concepción de Solo: A Star Wars Story estuvo manchado de problemas, desde choques creativos y de la poca fe que se le tenía a la premisa. Es fácil decir que, si los anteriores directores hubieran seguido con el plan inicial, probablemente el resultado pudo ser peor o mejor.
Tampoco veo necesario demeritar lo mucho o poco que haya hecho Ron Howard en la dirección. Al final del día lo único que podemos decir, es que trabajaron a marchas forzadas y contra el viento. Todos sabemos que las cosas no suelen salir bien bajo ese esquema de tensión laboral, ya que todos esos problemas se terminan trasladando a la pantalla.
Termina siendo un funcional Spin-off con muchas cosas que mejorar a futuro
Para este instante puede resultar sorpresivo la manera en la que abordé la reseña de este filme que de cierta forma a muchos les gustó, y entiendo que haya sido de gran agrado este spin-off, porque a simple vista (quitando el hecho de que se trate de una aventura de Han Solo y compañía) es un aceptable Space Opera con elementos de películas westerns y de películas de atracos. Pero, más allá de esa bonita combinación, no debemos olvidar que estamos hablando de un filme que pertenece a una saga que por si sola ha logrado cimentar a varias generaciones que siguen mirando hacía el horizonte de ese atardecer binario que inició todo lo que hoy en día conocemos como Star Wars.