¿Cuántas veces hemos escuchado que las segundas partes son malas o no logran llegar al mismo nivel de la primera entrega? Me imagino que en muchas ocasiones. Obviamente de la misma forma está la contra parte en la cual se remarca que existen segundas partes que superan en muchos aspectos a la primera. Bueno, en este caso, Deadpool 2 sí logra librarse de la maldición de las malas secuelas, pero no encaja en su totalidad en la vertiente de películas que rebasan a su antecesora. Burdamente hablando, nos encontramos ante una secuela formulática, una secuela que conoce sus límites y a la vez juega con esos elementos para expandir su mundo. Algo curioso y podría sonar contradictorio a lo que se acaba de mencionar, es que con las películas de Deadpool, por más hilarantes y atrevidas que son, se siguen sintiendo contenidas o aisladas en una zona segura, dando ese feeling de película independiente por elección y no por razón o situación. Aclaro, no es nada malo, simplemente es lo que transmite.

 

MISMA FÓRMULA CON ALGUNOS CAMBIOS EN LA DIRECCIÓN

¿Qué diferencias hay? La primero que brinca a la mente es la cantidad de acción, y esto se debe al cambio en la dirección. Para este punto, la mayoría sabemos que Tim Miller tuvo que dejar el proyecto por "diferencias creativas". Para sustituirlo, llegó David Leitch, quien venía de haber dirigido el sleeper hit Atomic Blonde y tal cual como dicen los créditos iniciales de Deadpool 2, fue uno de los encargados de asesinar al perro de John Wick. David es conocido por tener un gran dominio en la acción, y obviamente un excelente orquestador de coreografías de peleas, digo, sus anteriores filmes son suficiente prueba de ello. Justamente este elemento es de las cosas que saltan a la vista respecto a cambios. En la primera entrega se movía entre la ingenuidad y la violencia humorística (no confundir con acción), había escenas de acción, pero no tantas como en esta segunda entrega. Aquí, deciden tomar una dirección más elaborada, usan la acción como su carta de presentación, y por momentos viéndose obligados a descuidar el humor negro en ciertas secuencias, ya que al estar orquestando un grandioso baile de golpes y balazos, se llega a perder un poco la característica juguetona del personaje a la hora de expresar su comedia mediante la violencia.

 

Esto no significa que el filme tenga carencia de dicho elemento, hay partes que hacen uso del mencionado recurso, pero no tan frecuente como en la primera película. Tampoco es algo que deba preocupar al espectador, y probablemente no se darán cuenta de ello, porque estarán totalmente invertidos en las situaciones en las que nuestro anti-héroe se enreda. Otra diferencia, se encuentra en la cantidad de referencias tanto de su universo (Marvel) como de la cultura popular. Aquí estamos ante un constante bombardea de easter eggs y situaciones sacadas de otros filmes, es uno de sus puntos fuertes sin duda alguna y por la misma naturaleza del personaje, quien en múltiples ocasiones rompe la cuarta pared para jugar y llevar de la mano a la audiencia, termina dando esa sensación de estar viendo algo a "mayor escala" o con más planeación, pero en realidad es una forma de cerrar las situaciones que podrían afectar al guion (¡Hey! Deadpool no es y ni será una historia compleja, es una divertida atracción de un parque de diversiones, nada más).

¿Es una secuela necesaria? Claro. Bajo la naturaleza del personaje lo es, no hay necesidad de justificar las razones, ya que su encanto se encierra en su persona y no en la complejidad de sus aventuras. Un personaje como Wade Wilson puede moverse entre lo ridículo y lo inesperado. Eso le brinda la libertad de quitar, agregar o destruir historias y personajes al gusto. La nueva aventura nos embarca en una situación contenida, pero con suficiente ramificación que (va de nuez) nos hace sentir que estamos en una película más grande. No acostumbro entrar en detalles respecto a la trama por respeto a las personas que se toman el tiempo de leer estas líneas, por ende, no creo necesario ahondar en esto, ya que lo importante aquí es saber si el filme cumple y vale la pena, así que para ahorrar las vueltas, Deadpool 2 vale la pena verse, la premisa sigue latiendo con suficiente fuerza para inclusive hacer una tercera parte (aunque su protagonista y ahora productor, mencionó que lo ve poco probable, pero todos sabemos que al final será realidad, dudo que Fox o Disney dejen ir la oportunidad). 

 

NUEVOS PERSONAJES Y NUEVAS SORPRESAS

Ryan Reynolds nació para ser Deadpool. Si en la primera parte no les quedó claro, aquí vuelve a rectificar que no existe nadie más para interpretar a este personaje, aquí no solamente logra retomar el carisma y ritmo de comedia, sino que también nos muestra un lado emocional, y es raro mencionarlo, ya que estamos ante un Wade más vulnerable, con ganas de pertenecer a un lugar y de paso cambiarle el significado a una letra (F). Por otro lado, vuelven las caras conocidas, aunque de manera irrelevante quedan orillados a simplemente cumplir con sus pocas y breves apariciones. Cable, interpretado Josh Brolin (Thanos en Avengers Infinity War) es una adición que funciona en pantalla, tampoco es sobresaliente su participación, pero se nota que los guionistas tuvieron la suficiente apreciación para darse cuenta que es una pieza fundamental (al igual que en los cómics) para las aventuras del mercenario con boca. Personalmente me hubiera encantado ver más interacciones entre Deadpool y Cable, ya saben, aplicar el compañerismo con rasgos diferentes al puro estilo de Murtaugh y Riggs en la saga de Lethal Weapon.

 

Zazie Beatz como Domino convence y no genera ninguna molestia por el cambio racial del personaje, aunque lamentablemente se tuvo que cortar mucho metraje de ella en algunas escenas de acción en donde pudo haberse mostrado más de su personaje. La razón: por respeto al fallecimiento de su doble de acción. El resto del nuevo elenco (Los fugaces miembros de un intento de X-Force) y así como los inesperados cameos de ciertas caras conocidas, solamente sirven como postre del gran banquete que es el filme. La película se mantiene a buen ritmo, obviamente flaquea un poco por el detalle de que no hay un villano en específico, pero no es algo que afecte en su desarrollo, ya que como mencioné hace unas líneas atrás, hay suficientes personajes y sorpresas para mantener a uno entretenido.

¿Vale la pena o no? Al final podríamos decir que Deadpool 2 es una secuela con creces, se tambalea en ciertos aspectos, pero cumple con su función principal y le brindará a los fans del personaje la suficiente tela para cortar. Es un entretenido producto que después de unos días se borrará de nuestras mentes. PD: Lo mejor del filme se encuentra en su escena post-créditos o mejor dicho a la mitad de los créditos. es de esas escenas que en verdad vale la pena esperar. Eso sí, una vez pasando dicha escena ya no vale la pena quedarse hasta el final de los créditos, solamente hay una referencia musical (no visual) que algunos fans disfrutarán, pero no considero de gran importancia como para quedarse.

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