Quién iba a imaginar que el filme, ese filme de origen de Iron Man (2008), iba a desencadenar en 22 películas y casi 11 años de historia para llegar a la culminación de un universo cinematográfico que ha logrado ganarse un lugar en la cultura popular. Este suceso es digno de mencionarse, no cualquiera puede presumir de una proeza de esta magnitud en términos de entretenimiento y de marketing. Eso sí, no deberíamos caer en los elogios exagerados, como los que han intentando vender algunos medios en sus reseñas y miles de notas al respecto.

Dejando aún el gran peso que hay detrás del UCM, es necesario diseccionar el cierre que representa el filme de Avengers: Endgame de manera objetiva, porque al final del día, estamos hablando de cine, de un producto pensado para vender y entretener a las masas. Así que, es válido preguntarnos si vale la pena y si cumple como un digno cierre de la saga del infinito.

Las consecuencias de una derrota y del fan service


Avengers: Endgame arranca como un recordatorio de la devastación que ocasionó el chasquido de Thanos (Josh Brolin) en Avengers: Infinity War. El filme hace uso de cada elemento​ emocional en sus primeros minutos para atar cada perspectiva de los personajes sobrevivientes, así como el reflejo del dolor y la impotencia al haber perdido a sus compañeros y seres queridos. A partir de aquí es donde se presenta el gran reto para los guionistas, dado a los innumerables hilos narrativos que se generan aquí.

Esto puede significar el hecho de sacrificar el tiempo en pantalla de algunos personajes, así como buscar las mejores formas de darle fluidez a la trama general. A secas, podría decir que los guionistas Stephen McFeely y Christopher Markus pudieron salirse con la suya al entregar un trabajo aceptable y que calza perfectamente con la fórmula narrativa de las películas de Marvel. Obviamente, hay circunstancias durables y uno que otro cabo suelto, que pondrá a los fanáticos a teorizar sobre el futuro de estos personajes.

Por otro lado, no veo necesario dar pistas sobre el desarrollo del filme, ahora entiendo porqué Disney y Marvel no mostraron nada en sus avances promocionales, ya que, más allá de los spoilers y sorpresas, el espectador se perdería de tantos momentos llenos de fanservice, pero tantos que podría atreverme a llamar este filme como “Fan Service: The Movie”. Pero antes de que los fanáticos se pongan a la defensiva, debo aclarar que no todo el fanservice es malo o puesto sin razón, algunos logran resonar con las motivaciones de los personajes y las situaciones en las que se desenvuelven.

Respecto a su duración, las 3 horas pueden irse volando para todo aquellos que se han subido al tren desde su punto de partida o que por lo menos tienen noción de los puntos claves del UCM. Pero para las personas que no tienen idea de todos los temas que llega a tocar Endgame, podría llegar a sentirse como un largo montaje de bonitas e innecesarias exposiciones. Pero volvemos a lo mismo, cada espectador es un mundo diferente.

¿Sacrificios a la medida?


Entrando al terreno técnico, la dirección de Avengers: Endgame corre a cargo de Joe y Anthony Russo, quienes se ganaron la aprobación y confianza de Kevin Feige (el productor y mandamás de Marvel), después de entregarnos la sobresaliente Captain America: The Winter Soldier (la mejor película del UCM, en mi opinión), para después obtener carta blanca y dirigir Captain America: Civil War y Avengers: Infinity War, entregas que lograron gran éxito entre los seguidores y la taquilla. Menciono lo último como una necesaria línea que debe verse, porque han pasado de una íntima pero bien planeada dirección a un monumental caos de explosiones y CGI, digo, mientras los vengadores se acercan al final de su saga, los retos para representar una guerra que afectará a todo un universo se vuelven en una disonante ambición que lleva a crear nuevas prioridades en cuanto a la calidad y cantidad.

En este proceso, los hermanos Russo hicieron su mejor labor por darle al público una película con suficientes momentos emotivos y acción, no obstante, sacrificando la estética y la creatividad en clímax de la batalla. Al tratarse de un proyecto de esta magnitud, se puede entender que no siempre se pueden cubrir todos los elementos que definen a un buen Blockbuster. Justo en esta parte es donde muchos utilizarían la excusa de que se trata de una película de Marvel, que es el evento cultural del siglo y un sin fin de flores para cubrir lo visible.

Visualmente hablando, la fotografía de Endgame es atractiva en ciertos momentos y genérica en cuanto se busca expresar la magnitud de una batalla campal, inclusive sentí la batalla en Infinity War un poco más atractiva que la que se presenta aquí. Es importante tener en cuenta que pocos filmes logran transmitir lo épico de una batalla en pantalla.  Por el lado, el uso de CGI se mantiene al mismo nivel que el que vimos en Infinity War (ya que los dos filmes se grabaron al mismo tiempo, o sea que no hubo tiempo de espera en el rodaje del uno al otro).

La música de Alan Silvestri se hace notar en los puntos climáticos; claro, por instancias no hay rastro de sus piezas, pero se realza con la acción, tal como el ya conocido tema de los Avengers que se cuela en la ímpetu heroica. Estos tres elementos cumplen a secas, pero especialmente ayudan a sujetar al tercer acto, para que no se volviera en un burdo y excesivo festín de CGI sin forma ni orden.

Actuaciones, poses y sombras


Curiosamente, los Russo en el primer acto logran poner las piezas en la mesa y la atmósfera sombría para conectar con el sufrimiento de nuestros recién derrotados vengadores. Este punto en verdad sirve para demostrar la humanidad que todavía reside en estos personajes. Algo que quiero recalcar del primer acto, es que quizá para algunas personas éste puede sentirse lento o con poca acción, pero es donde mejor puede notarse la chispa de potencial que liberan los actores al sobrellevar la realidad en la que se encuentran, algo agradable de ver y que solía hacer falta en anteriores películas. Aparte no debemos olvidar que Endgame es la despedida de viejos conocidos y la bienvenida a nuevas caras, por eso no sorprende que el peso de la balanza se recargaba más hacia un lado que del otro.

Ese peso se nota en el carisma y la química de los primeros o principales actores que le dieron forma a los vengadores, quienes se lucen y retoman la esencia que les hizo ganarse el corazón de los fanáticos. Tenemos a un Robert Downey Jr. más centrado y preocupado por su entorno, una madurez palpable, por lo menos en sus intervenciones para llevar a cabo el plan para revertir el chasquido. Chris Evans reafirma su actuación como el líder y boy scout que refleja su personaje, dejando lo impulsivo atrás; Jeremy Renner y Scarlett Johansson por fin le hicieron justicia y le dieron peso a sus respectivos personajes, inclusive se siente que en verdad le pusieron corazón a sus actuaciones.

Por el otro lado, Chris Hemsworth y Mark Ruffalo, les tocó ser por momentos la ligereza para entretener, aunque estuvieran sufriendo por los estragos de sus pasadas acciones. Esto puede gustar o disgustar, por el sacrificio que significa al cambiar la naturaleza de sus ambiciones como superhéroes.

El resto del elenco están para complementar, sin llegar a robarle el reflector a los principales vengadores, algunos entran a cuadro, otros desaparecen, como intentando darle un dinamismo a sus intervenciones, esto puede ser bueno y malo a la vez, ya que, se deja pasar la gran oportunidad de momentos que pudieron haberse trasladado de los cómics a la pantalla grande, ya sea al intercambiar algunas diálogos o al trabajar en​ equipo para reforzar el paso de estafeta de los viejos personajes a las nuevas caras que tendrán que cargar con el futuro de Marvel en el cine.

Un cierre justo

Por ende, sin temor puedo decir que Avengers: Endgame funciona como película de superhéroes, cumple a la medida de su universo, satisfacerá a todos los fanáticos de hueso colorado, marcará y dejará llorando a niños y adultos, y sin lugar a dudas, entrará a la historia como una de las franquicias más exitosas de la cultura popular. Pero, todo eso no le quita los hoyos argumentales que hay al abordar de manera floja los viajes en el tiempo (aún cuando se burlan de otros filmes con el mismo tema), ni tampoco olvidar que Disney/Marvel prefirieron irse a la segura y no explorar las otras posibilidades que brinda un artefacto tan poderoso como lo es el guantelete y sus respectivas gemas.

Aún así, no puedo quejarme del cierre, fue el esperado y el que mejor le hace justicia a su historia. Para muchos, esta será una película tonta y llena de fanservice que no tiene ningún significado verdadero y carece de un propósito general que sea necesario para una película de esta magnitud. Para aquellos que piensan eso, estoy totalmente de acuerdo, pero a la vez, esta no es una película para el amante del cine promedio que busca salir de la sala con un aprendizaje existencial o académico.

Avengers: Endgame es una película para aquellos niños, adolescentes y adultos que han crecido con estos superhéroes durante más de una década, viéndolos en sus momentos más brillantes y oscuros y haciendo todo lo posible por encontrar inspiración en el acto heroico de luchar por la familia y lo que creemos justo.

Sobre el futuro de Marvel en el cine, no tengo ni la más remota idea de qué es lo que vaya a pasar, si vayan a tener la misma fuerza que esta saga ni mucho menos si vaya a perdurar el género de las películas de superhéroes de aquí a 5 o 10 años. Sea cual sea el resultado, lo único de lo que sí estoy seguro es que habrán personas dispuestas a seguir disfrutando de un buen momento en el cine.

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