EL PEQUEÑO GRAN POTENCIAL DE UN HÉROE CONVENCIONAL

¿Qué fue lo que logró la primera película de Ant-Man? La respuesta es sencilla. Logró alejarse de la cansada amenaza de querer "salvar al mundo" y optó por centrarse en una trama a menor escala (pero con mucho corazón), en donde existía el suficiente espacio para ganarse adeptos y servía para brindar buenos momentos de genuina diversión. Aunque personalmente se me hizo un filme entre regular y bueno, no puedo negar que lograba conectar con la audiencia, gracias a su divergencia narrativa. Pero eso fue con la primera, la necesaria introducción a un filme de origen (como otros tantos), pero ahora que nos encontramos con la secuela, lo que menos se esperaba era que repitieran toda la fórmula y se recargarse en una excesiva y por momentos cansada comedia.

El director Peyton Reed, no estaba obligado a crear una obra maestra, ni tampoco una secuela épica, solamente tenía que alejarse de lo que ya había presentado al inicio y explorar otros elementos del personaje así como de su lore de los cómics. En Ant-Man and the Wasp nos encontramos ante unos personajes planos que solamente funcionan como herramientas de las secuencias de acción, ya que, la casi inexistente trama no les brinda la dimensionalidad para mostrar un verdadero desarrollo en sus fortalezas y debilidades, en esos aspectos que le dan profundidad (sin importar que se trate de un filme cómico o de superhéroes). Si somos flojos, fácilmente podríamos tachar que esto es otro claro ejemplo del cansancio del género. Pero en realidad no se trata de eso, va más orillado al hecho de que se hizo un trabajo muy soso en el guion y eso que fue escrito por 5 personas. Honestamente parece una secuela para cubrir la cuota y cumplir con la escaleta de filmes que Disney/Marvel tienen programado.

PROPUESTA SIN GRANDES CAMBIOS

En lo técnico, el filme tiene una música aceptable y referencial, por otro lado, la fotografía una vez más es genérica, no propone nada y la edición lucha con su inconsistente ritmo en los cortes, probablemente estaban experimentando, pero no le ayuda a ciertas escenas donde debe conectar con lo emocional o hacer buena transición en las secuencias de acción. En términos generales, la producción se siente algo pobre y sin pasión, específicamente en las escenas de la ciudad. La belleza se deja ver en el reino cuántico, ahí sí sobresale y llama la atención, aunque lamentablemente por poco tiempo.

UN GUION QUE LIMITA A SUS ACTORES

En las actuaciones tenemos de vuelta a todo el elenco original con algunos agregados. Paul Rudd como Scott Lang tiene carisma y eso nos quedó claro desde el primer filme. En esta segunda parte existía el potencial para ir más allá y darle complejidad a su personaje, pero se fueron a la segura y decidieron que Scott siga siendo un bufón que no sufre de verdaderas consecuencias que lo obliguen a madurar o entender la gravedad de sus acciones (salvo lo que pasa en la primera escena post-créditos). La palabra para definir las actuaciones de Ant-Man and the Wasp sería: Exposición. Sí, solamente se trata de exponer y hacer hincapié en cosas ya realizadas, como queriendo decirnos que si funcionó en la primera, pues lo volverían a hacer la segunda.

Aunque se agradece que le hayan dado más participación a Evangeline Lilly y no dejarla relegada como una ayudante más de Ant-Man, se disfrutan sus momentos como Wasp. Pero una vez más, volvemos a tocar su talón de Aquiles (el guion) que no les ayuda a que puedan pulirse lo suficiente para tomarles en serio en su causa o misión. Michael Douglas y Michelle Pfeiffer quedan orillados en la mayor parte del filme, aquí podría tratarse por la condición física y de salud del actor o porque quizá se traten de personajes que están pasando la batuta a Scott y a Hope. Michael Peña y sus compinches siguen siendo los detonadores de la comedia, no hay mucho que decir al respecto.

Respecto a los villanos... Aquí podría ganarme enemigos, pero considero dos suposiciones. La primera sería, que son malos o en verdad son los buenos del filme, por lo menos con el caso de uno en específico. Lo digo de esta manera porque en realidad no parece justificable las acciones y por momentos hace ver a nuestros héroes como egoístas. No lo sé, creo que quedan a deber pero a la vez uno comprende la situación, lo que no termina de engranar son las medidas que toman en algunas partes. Quizá en este apartado estoy siendo muy quisquilloso o el guion una vez más arruina el potencial de estos personajes.

NO TODO ES OSCURIDAD, PERO...

¿En dónde brilla el filme? En sus secuencias de acción, ya que, se puede notar la creatividad con la que se planearon, volviéndole uno de sus puntos fuertes del filme y otro factor favorable sería algunas escenas de humor que logran su propósito. ¿Vale la pena verse? Depende, ya que los fans de las películas de Marvel, tendrá la suficiente excusa para disfrutarla y de paso conectar con el lineal universo que Kevin Feige está tejiendo con cada filme. Personalmente siento que pagué un boleto para ver una episódica aventura mientras espero la escena post-créditos que en verdad se sienta importante y de gran peso. PD: No se queden a esperar la segunda escena post-créditos, no vale la pena, es una tomada de pelo como la última escena post-créditos de Spider-Man: Homecoming, o sea, no se pierden de nada relevante.

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