Esto es más que un artículo de gaming porque justamente es lo que quiero decir, el streaming no es solo mostrarte al mundo jugando algo, haciendo algo, comiendo, durmiendo, disfrazándote de ‘trapito’ y bailar para conseguir donaciones…

Entre la noche del 3 y la madrugada del 4 de abril estaba transmitiendo en vivo un juego que me tiene muy picado desde hace mucho, aunque no se conozca mucho entre los ‘gamers’ de habla hispana: Rust.

Rust es un juego de supervivencia de mundo abierto con sistema de comida, agua, recolección, creación de armas y herramientas. Lo único negativo del juego es su comunidad, de entre las más tóxicas se la pelea con League of Legends y Call of Duty. Fuera de eso, el juego me encanta, aún más jugándolo con amigos.

Precisamente por eso me encanta transmitirlo en mi canal de Twitch, si poca gente me ve es lo de menos porque a mí me gusta pasarla chido con los que haya. A lo que iba, estaba ‘streameando’ y llegó al chat un tipo que conocí por medio de un ‘stream’ de ‘KCMO’ y ‘BryceBread’, grandes jugadores y casters de Rust, este tipo se llama Jason y es de Estados Unidos. Sé inglés así que no hubo problema alguno; ya que no había nadie más en streaming debido a que eran las 3:00 am (hora México en pleno jueves) me puse a platicar con él sobre lo que hace, de qué trabaja, qué música le gusta, ¡ay no sé! Muchas cosas, wuuu. Nos la pasamos bien solos, platicando, hablando del juego, de la vida, de todo, y esto es lo que me encanta de streamear, cuando comencé era exactamente igual, no streameo para mí, streameo para mis amigos, mis seguidores, para todos aquellos que quieren divertirse entre desconocidos.

Mi punto es: “dale una oportunidad a nuevos creadores de contenido”. Sé que te puede gustar mucho algún Youtuber o Streamer español, estadounidense, ruso, no sé, cualquiera, pero, ¿por qué no darle la oportunidad a la gente de tu misma ciudad, país, estado o continente al menos?

No digo que dejes de seguir a los que ya tienes como favoritos en tus listas, solo digo que podrías conocer a alguien que te entretiene, que te comprende, que puedes entender y con el que puedes interactuar.

El streaming es más que un trabajo, es convivir, divertirse, crear, imaginar, compartir, enseñar, aprender, amistad, compañerismo, trabajo en equipo… la lista sigue.

Alguna vez yo dije: “Streameo para mí, para ti, para todos, porque amo lo que hago y amo que a la gente le guste”.

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