Yo tenía cerca de diez años, el cuarto sin seguro de mi hermano mayor, una computadora que apenas tenías Windows Vista o XP y ganas de hacer lo que mi hermano hacía. Entre la torpeza que conlleva tener esa edad y el hecho de que nunca había manejado una computadora, de alguna manera ejecuté el acceso directo de lo que no sabía que sería uno de los primeros videojuegos con los cuales tendría contacto.
Recuerdo como fue: “¡Wow! Se ve increíble. Los disparos se escuchan bien padre”.

Eso fue todo lo que mi débil y manca mente pudo pensar al jugar Counter-Strike por primera vez.

¿Qué esperabas de un joven acapulqueño?


Bueno, me dediqué a buscar un modo historia o alguna campaña peeero fallé en el intento. Así que con mi inglés de preescolar patrocinado por ‘Dora la exploradora’ logré entender la palabra “multiplayer” y ahí es donde realmente comenzó la experiencia.

Cual milagro de La Rosa de Guadalupe se tratara, pude entrar a una partida. nunca supe cómo comprar armas y equipo, lo único que sabía era modificar en las opciones la cantidad de bots y su dificultad. Y ya, eso era todo.
De eso consistía mi vida de Counter-Strike hace años. Entrar a una partida ‘Team Dethmatch’ contra bots en modo fácil sin comprar armas y equipo y perder siempre. El gusto me duró poco. Debido a la amistad floja, sin sentido y cruel que establecí con Counter-Strike dejé de jugarlo a los pocos días.

Ahora con más años que contar, menos juegos que jugar y estudios en Diseño, Animación y Arte Digital puedo calificar el diseño de los menús cómo flojos, sencillos y sin carácter.

La neta no se sí soy yo o la interfaz del juego entero era mala, digo, siendo un niño lo único que haces a la hora de conocer algo nuevo es picar, picar y picar a lo loco. Ni siquiera te molestas en leer instrucciones, consejos o alertas del juego.

Hoy en 2018 con los eSports, YouTubers y Streamers todo es diferente; en si con la Liga Competitiva ha cambiado todo el ambiente no solo de Counter-Strike, si no, de todos los juegos en los que se lucha por un lugar en el ranking estatal, nacional o mundial. 

Retomé mi carrera cómo uno de los peores jugadores de todo LATAM en CS:GO gracias a un seguidor de Twitch que me regaló una copia digital. Así, pues todo ahora me encanta, menos que me maten de maneras inimaginables. Poco puedo recordar de la jugabilidad de antes, pero puedo afirmar que el sistema de hoy en día es sencillo para aquellos jugadores ya experimentados en los FPS (Juegos de Disparo en Primera Persona). Pulido y rápido son palabras que quedan acorde con ello.

Lo que más me gusta es que no hay ni una razón para inventarte que te están ganando por hacks o porque tienen ventaja. Te paso el ping, que a veces te toca darle contra jugadores con 10 de Ping y tu con tu línea Telmex reventándote con 200 de Ping. Y ni hablar de la AWP, eso te mata en una fracción de milisegundo de la nada.

Fuera de quejarme de manera muy ‘random’, el juego es bueno. Ya hablé la jugabilidad. Ahora hablemos del HUD: Lo mismo, haha. ¡Neta! Salud y escudo de un lado, armas y granadas del otro. Mini mapa y compañeros por su parte. Quien se confunde es por una de dos: porque quiere o porque es bizco.

La velocidad de reacción junto con el equipo de ratón y teclado son una pieza vital, esencial para que no ‘ragees’ cuando te maten apenas empezar la ronda. El truco siempre ha sido apuntar a la cabeza, sin embargo, resulta lo más difícil.

El sistema de skins y grafitis siento que no es muy importante de mencionar. No cambia al juego en ningún aspecto y es solo una forma más de hacer negocio con el mismo. 

Su comunidad es de la más amigable que he conocido. En varias partidas le he pedido al equipo enemigo una ronda de sólo cuchillo y todos la aceptan para después de dicha partida seguir como sí nada. 

El único recuerdo negativo es de un par de niños que empezaron a decir cosas cómo “usan eskopeta nova ke mankos zon”, “jajajaja ke malos son” y más frases típicas de niños rata. Nosotros sólo respondimos al final: “¿quién les hizo tanto daño?”.

En resumen:
Counter-Strike Global Offensive me gusta, pero a veces me parece injusto. Me matan de maneras que no logro entender y mato de maneras que tampoco logro entender. El ping es su único problema; compañeros míos de mi país y otros de distintos países con las mismas velocidades de internet usualmente reportan tener ping mayor al del resto de jugadores de la partida. Obvio puede ser debido al host, pero eso no deja de afectarte a ti como jugador.

Lo que sí es de admirar es que un jugador pueda memorizarse los mapas, escuchar detenidamente los pasos y ruidos del entorno para averiguar donde se encuentra su enemigo, más a parte intentar predecir los movimientos…

Pareciera un GPS cualquiera, pero no: es Counter-Strike.

Un clásico.

Y un reto claro a tus sentidos, paciencia y estómago, porque como te anden matando con AWP apenas salir de cobertura vas a agarrar la misma gastritis que yo.

Me gusta bastante, pero es como mi ex. No sabe tratarme como la princesa Zelda que soy. Constantemente me empareja con gente mucho más arriba de mi en habilidad y comparado con ellos soy una tortuga patas arriba. Indefensa y condenada a morir.

Para terminar, le doy a Counter-Strike: GO una personal calificación de 8/10.

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