Pasa el tiempo y los videojuegos evolucionan, interminablemente, como el cauce de un río. El ciclo natural del gaming nos alcanza a todos. En el torrente de nuevos títulos se estancan auténticas joyas del entretenimiento electrónico; quedan bien ocultas y esperan a que alguien las redescubra.

Los excepcional de los cinco juegos siguientes es que en cuanto nos enteramos de su existencia éstos se tornan imprescindibles para la comprensión del gaming en su más alto grado. Reivindiquemos a los verdaderos pilares de la industria.

Pong Ping

El multijugador portátil se popularizó en los tiempos del cable link para el Game Boy. Debido al tamaño de este tipo de consolas, se requería de una por cada jugador que quisiera unirse a la fiesta, ¿cierto? El ingenio de los desarrolladores nos ha mostrado la incorrección de tal idea.

Mucho antes de que el Switch nos sorprendiera con su joy-con, el increíble Wario nos otorgó una de las más divertidas experiencias para dos personas en sólo un sistema portátil. Viene en el divertido Wario Ware: Touched! para Nintendo DS y es nada más y nada menos que el ping-pong definitivo, una proeza adelantada a su época.

 

Ambos jugadores sostienen el DS desde lados opuestos, de modo que cada uno tiene frente a sí una de las dos pantallas. El P1 gira su paleta con el botón L mientras que el P2 lo hace con el botón R. Así, se baten en un duelo frenético donde la pelota virtual alcanza la rapidez de una bala. La diversión está asegurada.

The Typing of the Dead

La lucha por la supervivencia se combina con la práctica de habilidades godínez en el inclasificable The Typing of the Dead. Lanzado durante el cambio de milenio, esta versión de The House of the Dead 2 desafía todos los paradigmas. Aniquilamos zombis a balazo limpio, pero activamos los disparos escribiendo en el teclado las palabras que el juego nos indica. ¡Vaya idea inusual!

 

The Typing of the Dead es un juego educativo: se supone que con esta matanza de seres oscuros nos transformemos en unos maestros de la escritura digital en inglés a altas velocidades. Lo cierto es que resulta entretenido. Su originalidad y humor le valieron las alabanzas de la crítica, así como las de los oficinistas.

 

King of the Rock

Abandonemos a nuestros súbditos, nuestros caballos y nuestros palacios. Un auténtico monarca gobierna la roca del escenario Kongo Jungle de Super Smash Bros. Melee. King of the Rock es un modo de batalla especial que los jugadores pueden configurar “manualmente”, es decir, que no está considerado dentro del código del juego. No obstante, Nintendo nos lo sugirió mediante el manual de instrucciones:

Juega una MELEE —pelea— en el escenario KONGO JUNGLE y establece un límite de tiempo de un minuto. Todos los jugadores se colocan sobre la roca del lado derecho del escenario; luego, luchan por el control de ésta. Gana el jugador que controla la roca cuando el tiempo se termina”.

 

Todos los esfuerzos del grupo de amigos se vierten en la defensa de la roca prometida. Los gritos de alegría y de frustración se intercan durante los segundos finales del match. Quizá algún oportunista salte desde lo alto del escenario hacia la roca justo antes de que el tiempo se acabe. El metajuego es profundo.

Existe una multitud de gamers que se dicen expertos en Smash, pero la ignorancia de la mayoría es patente cuando uno les pregunta por King of the Rock.

 

Stick and Spin

Mario Party 7 clasifica a este minijuego como “raro”. El término adecuado sería “revolucionario”. Stick and Spin es un puzzle para un jugador donde debemos conectar y así eliminar cinco o más bolas del mismo color.

 

Las bolas caen poco a poco. Para unirlas, giramos todo el espacio de juego. Los primeros niveles son fáciles, como un paseo por el parque. Conforme progresamos, llegan bolas especiales que lo complican todo; entonces nos mareamos con tanta vuelta para acá, vuelta para allá… Perdemos. Nos invade la rabia. Sin embargo, volvemos por  más. Stick and Spin nos muestra que un puzzle frustrante puede ser sumamente adictivo.

Esta diversión masoquista giratoria trascendió a su juego original: lo encontramos en Mario Party 7, Mario Party DS y Mario Party: The Top 100.

 

The Real Headshot

Un hecho sin precedentes sacudió al mundo del deporte el 9 de julio de 2006. Durante la final de la copa mundial de la FIFA, el legendario futbolista francés Zinedine Zidane asestó un cabezazo no sobre el balón, sino sobre el italiano Marco Materazzi, quien cayó y mordió el césped. El capitán de la selección francesa salió expulsado ante la mirada de millones de aficionados atónitos. Italia triunfó en penales.

En esa época, el internet ya era una tecnología común en la mayoría de los centros urbanos. Se popularizó rápidamente The Real Headshot, un juego para navegadores web donde sumamos puntos por cada futbolista italiano al que derribemos con la cabeza calva de Zidane. ¡Vaya que causó risa!

 

Los encantadores juegos para navegadores web marcaron una época. Algunos fueron extremadamente simples y sacaron provecho de eventos de la vida real; otros, como Club Penguin, fueron complejos y contaron con una gran base de adeptos.


Aquí termina la lista de las joyas ocultas imprescindibles en el mundillo gamer. Si te pareció que alguna de ellas no merece semejante título, lo siento: no entiendes nada de videojuegos.

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