Con los rumores del resurgimiento de Atlantis de Disney, en esta ocasión con la supuesta participación de Tom Holland, me tomé la libertad de mirar al pasado, recordar mi infancia y revivir la que he considerado por mucho tiempo mi película 2D favorita de la compañía del ratón.

Atlantis desde el principio fue una historia única y una entrada muy distinta si la comparamos con el resto de las películas de la era 2D. Antes de entrar directamente en lo que trata el filme, creo que también es importante mencionar la época en la que se estrenó Atlantis y lo que realmente la distingue.

La idea original se concibió para adaptar una historia basada en las fantásticas aventuras de los libros de Julio Verne, además tenía una premisa particular: serie una historia sin musicales, cosa que hasta el momento era característica del resto de la galería de Disney, incluso aquellas historias un tanto más oscuras, como El jorobado de Notre Dame.

De hecho fue justo el equipo que trabajó en este último filme los que decidieron llevar a cabo Atlantis. Sin embargo a su salida se encontró con una recepción bastante pobre comparada con otras películas de animación y recibió varias críticas por las cosas que la distinguían del resto. Esto aunado a que salió justo en la era en la que el 2D se estaba quedando anticuado, causó que Disney lo considerara una enorme falla y cancelaron los proyectos futuros que tenían para extender Atlantis como una de sus franquicias llamativas.

Y entonces, ¿de qué se trata la película? Atlantis: El Imperio Perdido es la odisea de Milo James Thatch, un cartógrafo y lingüista que quiere perseguir el legado de su abuelo encontrando la ciudad perdida bajo el mar, a pesar de las dudas de sus contemporáneos, Milo consigue un aliado que le permite embarcarse en la aventura de su vida, pero al llegar, descubren que Atlantis es mucho más que sólo una ruina.

La historia es relativamente corta y compacta, tanto que a tiempos se siente que la trama se mueve en extremo rápido, pero está llena de comedia, acción y momentos entrañables, teniendo poco espacio para momentos innecesarios, aunque un poco más de extensión hubiera ayudado a evitar agujeros en la trama, sin embargo estos nunca se sienten disonantes con el contexto fantástico de la historia y también hace un excelente trabajo en introducir a los personajes y sus motivaciones.

Sin duda alguna la trama logra su objetivo de transmitir al espectador el sentido de descubrimiento y aventura, haciéndonos empatizar con Milo y con el resto del cast, tocando temas profundos, incluso entre líneas y acompañado con el clásico humor de Disney pero con un tono ligeramente más maduro y acompañado de una animación que se mantiene firme a pesar de las 2 décadas que ya tiene el filme.

Dentro de todo Atlantis sin duda dejó su propia marca en la historia de Disney y con la posibilidad de una película live-action en lo personal me gustaría que la narrativa se expandiera un poco y que nos demuestre lo mucho que ha avanzado el cine, pero también que reviva esa misma emoción que seguramente sintieron los pequeños en 2001 mientras se unían a esta épica expedición submarina.

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