Hay desarrolladores que toman malas decisiones para sus videojuegos ya anunciados y por estas se retrasan y quedan mal ante la comunidad, y luego está Valve. 

El seguimiento de Firewatch, In The Valley of the Gods, debía salir a finales de 2019, y bueno, ya estamos a 4 de diciembre. Desde que Valve lo compró, la situación del juego ha resultado incierta. 

El co-fundador de Campo Santo, Jake Rodkin, explica que desde la compra, el equipo de In The Valley of the Gods se ha desvanecido y muchos de los desarrolladores prefirieron trabajar en Half-Life: Alyx, mientras que otros se fueron a Dota Underlords.

Rodkin asegura que:

“Ciertamente se siente como un proyecto al que la gente puede y tal vez quiera regresar”.

Sin embargo, estas palabras de aliento no bastan para quienes esperaban algo más del título, pues se anunció por primera vez en 2017. Lo que parecía una gran aventura para explorar el desierto egipcio en busca de tesoros y fortuna, ahora se ha quedado como una idea en el aire, sin rumbo y a la deriva. 

Fuente [Kotaku]

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