La senadora Xóchitl Gálvez anteriormente había pedido que los videojuegos sean etiquetados en la portada con leyendas que indiquen los problemas de adicción que podrían causar, esta vez lo que pide el Partido Acción Nacional (PAN) es gravar un impuesto del 3% en la venta de videojuegos y consolas. Las ganancias, según dicen, serán destinadas a la creación y operación de academias deportivas municipales para niños y adolescentes.

La iniciativa fue presentada por Xóchitl Gálvez el pasado 17 de octubre y fue remitida a la Cámara de Diputados para ser añadida al Paquete Económico 2020 como un inciso del artículo 2, fracción 1 de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que propone un impuesto del 3% por la enajenación de juegos de video y sus consolas. La medida primero debe ser evaluada y aprobada por las Cámaras de Diputados y Senadores para luego ser agregada al Paquete Económico y después ser puesta en marcha durante el 2020.

La industria de los videojuegos en México ha crecido constantemente durante las últimas décadas. En 2018 el mercado tuvo un crecimiento anual de 9.1%, lo que implicó que llegara a la suma de $27,032 millones de pesos, según datos de la consultora The Competitive Intelligence Unit.

De aprobarse, México seguiría los pasos de Estados Unidos al imponer impuestos a los videojuegos, algo que, con la amplia aceptación de la que gozan los videojuegos en nuestro país, donde personas interactúan con consolas caseras y portátiles, teléfonos celulares y tabletas todos los días; implica que el impuesto no solo afectará a videojugadores profesionales sino a oficinistas, estudiantes y hasta madres de casa que son jugadores casuales con solo pequeños momentos invertidos en juegos para distraerse en su trayecto a casa o relajarse antes de dormir o durante los fines de semana.


Fuente:
[El Universal]

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