Si quieren la versión resumida de lo ocurrido, les dire que si son fans de Smash, vayan a redes sociales y usen el hashtag #FreeMelee. Si quieren saber qué ocurre en en este nuevo episodio de la eterna pelea de Nintendo por mermar a una de sus más apasionadas comunidades, han venido al lugar correcto.

El 19 de noviembre de 2020, los organizadores de The Big House, serie de torneos que lleva casi una década siendo un estándar de la competencia en Smash, anunciaron que se verían forzados a cancelar el evento. Una serie que llevaba 10 años ininterrumpidos resurgiendo, súbitamente frenada, y contrario a lo que muchos pensarían, esto tuvo poco que ver con la pandemia de COVID-19 y es totalmente por una amenaza de demanda de Nintendo.

Para mayor contexto hay que resaltar que The Big House (TBH) lleva un par de años contando con el patrocinio de Nintendo, lo cual involucra contratos y estos contratos se vieron alienados a los ojos de Nintendo cuando TBH quiso usar la más reciente y efectiva forma de jugar Super Smash Bros. Melee en línea: Slippi.

Ya les habíamos contado todo sobre Slippi así que pueden revisar de qué se trata. Pero básicamente es un mod de un emulador de Wii (no es un mod del juego) y que ocupa código para garantizar una conexión excelente entre jugadores (mucho mejor que la de Ultimate), al grado que incluso la estricta comunidad de Melee, estuvo dispuesta a aceptar la transición al online y que les llegó en un momento de mucha necesidad debido a la imposibilidad de participar en eventos en persona, como ha sido la tradición de la comunidad desde 2001 y porque, claro está, Nintendo jamás pensó en que semejante juego pudiera llevarse al internet.

Nintendo entonces emitió una orden de “cesar y desistir” en la que exigió a The Big House cancelar todas sus actividades, no sólo su torneo de Melee sino su torneo de Super Smash Bros. Ultimate, que se jugaría de forma completamente estándar en la Nintendo Switch. Posteriormente vimos una supuesta declaración oficial de Nintendo, cortesía de Polygon, en la que mencionan el uso de una herramienta que “incita al uso de copias ilegales del juego”. Haciendo referencia a la emulación de Slippi a través de un ISO (archivo de juego). No puede culpárseles por querer proteger su propiedad intelectual de la piratería, pero es claro que Nintendo no comprende de qué se trata la emulación a través de Slippi, además que la comunidad activamente incita al uso de copias legales del juego.

En respuesta, la comunidad se ha alzado con el hashtag #FreeMelee, en un esfuerzo masivo de intentar hacer cambiar de opinión a Nintendo respecto a un juego que tienen abandonado desde hace mucho y cuya base de jugadores es increíblemente apasionada. Los defensores no sólo alegan la legalidad de la emulación, sino que en tiempos de distanciamiento social, Nintendo está quitándoles la única forma que tienen de jugar el videojuego que aman de forma segura.

No es la primera vez que Nintendo ataca a la comunidad de forma recelosa, y por lo visto no será la última, pues en 2013 tras un rally de caridad en el que la comunidad recaudó $90,000 dólares para combatir el cáncer de mama con el fin de entrar a EVO, Nintendo quiso prohibir la transmisión de dicho juego. Esta clase de acciones han orillado a los jugadores de Smash a resentir a Nintendo como compañía, pues en repetidas ocasiones han probado que la comunidad de Smash no les importa, sólamente proteger su propiedad intelectual. Al final en 2013 Nintendo desistió y eso permitió a la comunidad entrar en sus mejores años, desgraciadamente en esta ocasión las cosas no pintan igual.

El supuesto apoyo que Nintendo menciona en su declaración, es prácticamente nulo y sólamente en nombre, rehusandose a contribuir a la misma de forma orgánica y activa y no tentándose el corazón en sabotear a un grupo de personas que han hecho sus hobbies, y en muchos casos sus vidas profesionales, alrededor de un juego de su propiedad y que francamente representa publicidad gratuita para ellos, en lugar de pérdidas económicas.

Aunque la gran N es notoria por su efectividad en las cortes, a la fecha no han tenido mucho éxito en casos de emulación, los cuales en su gran mayoría (si no es que totalidad) han sido dictados a favor de sus contrarios. Así que de llevarse a la corte el caso muy probablemente no tendría éxito para Nintendo.

La comunidad de Melee y Smash en general, apoyados de una horda de enojados fans en el internet, han tomado su postura y no piensan ceder. Hasta el momento no hay ningún indicativo de que Nintendo tenga planes de hacer lo contrario, así que sólo les queda seguir protestando y esperar.

El organizador de TBH, Robin Juggleguy Harn, se mostró bastante afectado pero optimista. Claro porque esto podría significar repercusiones importantes para futuros torneos y para decenas de miles de jugadores de Smash, en especial de Melee, en todo el globo que actualmente se encuentran en medio de una pandemia. La comunidad siempre se ha debido a sus miembros y no a su negligente compañía madre, “Melee encontrará la manera, siempre lo hemos hecho y siempre lo haremos”. La apasionada comunidad de Melee, ha mantenido vivo y como un esport relevante a su juego, a través de 19 años y con apoyo prácticamente nulo, así que si gustan apoyar a la causa, díganlo con nosotros: #FreeMelee.

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