Google parecía tener una buena idea entre manos cuando presentaron Stadia, el sistema de streaming de videojuegos para el cual no se necesita una consola. Con estudios dedicados y títulos de grado AAA, todo parecía ir viento en popa para una nueva aventura de la compañía en el mundo de la tecnología, pero la historia es bastante diferente.

Como relata William Joel en una pieza para The Verge, el problema principal es la falta de jugadores. Los servidores se sienten vacíos, al punto en que juegos como Destiny 2 que están basados en tener a más de un jugador, pueden llegar a sentirse solitarios, arruinando por completo la experiencia de juego al no poder acceder a misiones o lobbies por falta de jugadores. PUBG incluso tiene bots para suplir a los jugadores y ni los aparentes competidores no pueden ocultar su falta de humanidad, con tácticas francamente patéticas.

El cross-play y cross-save serán las gracias salvadoras de Stadia, porque vaya que hacen falta, de lo contrario los juegos en línea se convertiran lentamete en terrenos valdíos virtuales; otras desventajas son el lag (casi imperceptible) y por supuesto el depender en todo momento de una buena conexión a Internet. Al final de cuentas, como menciona Joel, Stadia se siente como una beta que no ha terminado de liberar toda su funcionalidad y quizás se mantenga con esa misma sensación hasta que Google decida o pueda hacer algo al respecto.

Fuente: [The Verge]

¡Compártelo en tus redes!

Imagen de cookies

Este sitio web usa cookies, se usan para personalizar el contenido, mejorando la experiencia en el sitio y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico.