La compra de estudios y desarrolladores no es nada del otro mundo, de hecho es un tanto competitivo en ocasiones. Tal es el caso de la compra de Codemasters, estudio especializado en juegos de automóviles y cuya compra fue efectuada por Electronic Arts por el exorbitante precio de $1,200 millones de dólares.

Take-Two Interactive también había mostrado interés en la adquisición del estudio inglés, pero EA superó su oferta por 200 millones de dólares, por lo que ahora son acreedores a franquicias como Dirt, Dirt Rally, Grid, F1, Project Cars y Fast & Furious Crossroads.

Esto se suma a Need for Speed y Burnout que ya estaban bajo el dominio de la compañía. A pesar de que Electronic Arts no tiene la mejor reputación con su clientela parece que quieren seguir amasando gran parte del mercado y no tienen ninguna intención de detenerse.

Fuente: Kotaku

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