Podrán decir todo lo malo que quieran de Electronic Arts, pero cuando se trata de ciertos asuntos, en especial los legales, se lo toman con toda la debida seriedad.

Está el ejemplo del caso del ex-futbolista Ian Wright, quien aparece en FIFA 21, y que además fue víctima de acoso por motivos raciales de parte de Patrick O’Brien, un chico de 18 años que, al perder una partida mientras ocupaba la  tarjeta de ícono de Wright en el juego, decidió llevarlo al siguiente nivel y mandarle severos mensajes de odio en Instagram.

El caso terminó en la corte y aunque O’Brien tuvo que realizar una donación, salió prácticamente libre del asunto. En redes Wright se mostró decepcionado por dicha decisión. Pero al menos EA tomó cartas en el asunto  y ha baneado completamente de sus plataformas y de FIFA a O’Brien como castigo por sus reprochables acciones.

También en cortes, EA enfrentaba demandas por acusaciones de manipulación del sistema de dificultad en Ultimate Team de FIFA para forzar a los jugadores a gastar más dinero.

Ante la ley EA tuvo que presentar detallados esquemas y evidencia de que no ocupaban su patentado sistema de dificultad variable, que incrementa considerablemente la dificultad de un juego dependiendo de la habilidad demostrada por el usuario, en juegos como FIFA o Madden. Al final no pasó a mayores para EA, así que seguramente los jugadores de FIFA seguirán aventando sus controles cuando sus primos les metan gol.


Fuente: Eurogamer - 1, 2

¡Compártelo en tus redes!

Imagen de cookies

Este sitio web usa cookies, se usan para personalizar el contenido, mejorando la experiencia en el sitio y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico.