Pese a ser uno de los países más tecnológicamente desarrollados y vanguardistas del planeta, Japón también es un lugar de retención y tradición en muchos ámbitos, uno de los cuales es la industria de los videojuegos, pues en la tierra del sol naciente, los ahora casi extintos arcades, tienen su último oasis real en el mundo.

El problema es que debido al impacto de la pandemia de COVID-19 muchos de los establecimientos que se encuentran en la icónica zona de Akihabara, en Tokio, se han visto forzados a cerrar sus puertas.

Además el problema de la vacancia de lugares se ha visto acentuado en Tokio por la prohibición turística reciente, nuevamente debido a medidas sanitarias. Cadenas de arcades como Adores, se han visto forzadas a cerrar sus instalaciones en Akihabara, la primera instancia el año pasado y su segunda sucursal (en dicha área) recientemente. Sus edificios se habían convertido en icónos de Akihabara y ahora serán sólo construcciones vacías. 

Por supuesto que Adores sigue contando con múltiples otros arcades a lo largo y ancho de Japón, pero el que los que están ubicados en una de las zonas más fuertes e icónicas de la cultura gamer/otaku, hayan tenido que cerrar sus puertas, habla mucho del estado de estos negocios de arcade, que podrían por fin entrar en verdadera decadencia.

Vía: Kotaku

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