El día de MAR10 está aquí, esta fecha desde hace algunos años se volvió la excusa perfecta para celebrar la historia e impacto de Mario en el mundo, pero ¿por qué celebrar? ¿Quién diría que la mascota predilecta de una compañía japonesa sería un plomero italiano? Más aún nadie hubiera podido predecir que dicho plomero, Mario, se convertiría en la cara de toda una industria, es posible que haya quienes no han escuchado de muchas franquicias famosas, pero así jamás hayan jugado un videojuego, todos saben quién es Mario.

Evidentemente Mario se ha convertido en un hito de la cultura popular, no hay un personaje más famoso y hay muy pocos que sean más queridos por las masas. El viaje de nuestro fontanero de la M roja comenzó en un lugar diferente y del que muchos ya saben: Donkey Kong. Donde era el héroe del juego y tenía que esquivar barriles para salvar a una damisela muy diferente, es decir, Pauline, y ni siquiera tenía el mismo nombre, entonces era Jumpman. Todo aquello en el ahora lejano 1981 y gracias al ingenio del maestro Shigeru Miyamoto.

Pero no se detuvo ahí, Mario siguió evolucionando, convirtiéndose en el emblema de Nintendo, en el personaje de platformers por excelencia y con creciente popularidad alcanzó el estatus de leyenda, siendo fácilmente el rostro más reconocido de los videojuegos. No solamente es la franquicia con más ventas en la historia, ni únicamente la primera y desafortunada película basada en un juego (tranquilos, que viene una mejor en 2022), ni sólo tiene un parque de entretenimiento, ni decenas de juegos y más que suficientes spin-offs, incluyendo RPG's y juegos de carreras, además de un cast completo de personajes para acompañar y que incluso desbordan en otras sagas. Mario es más que sólo eso.

Mario es un ícono, y lo logró a través de los años con buenos juegos y un diseño sencillo pero que le permite adaptarse a prácticamente cualquier situación, distinguiéndolo del resto de los personajes de videojuegos con el mostacho y la gorra pero haciendo que cualquiera pueda relacionarse con él. Esa es la clave del éxito de Mario y el porqué es sinónimo de alegría y diversión para muchas (muchas) personas alrededor del globo.

En The Hive Gaming, no somos inmunes a la oleada de nostalgia que incluye esta fecha y lo mucho que significa el personaje para nosotros, así que les dejamos nuestros dos granitos de arena.

Agatha nos compartió:

Recuerdo cuando era pequeña ver a mi hermano jugar Mario Bros. durante horas a una velocidad que, incluso años después, yo nunca pude igualar. Mario, la Princesa Peach y el “honguito” formaron gran parte de mi infancia y siguen siendo personajes entrañables para mí e incluso para mi familia. Un ejemplo de ello es cuando mi madre hizo un peluche personalizado de Mario, que por azares del destino ya no tenemos y que todavía lamentamos haber perdido.

La música, especialmente la del mundo acuático, sigue siendo de mis favoritas. En mi lista de reproducción hay variadas versiones de la conocidísima música original, desde metal hasta marimba pasando por diversos géneros y estilos que no dejan de llenarme de nostalgia y recuerdos y poner una sonrisa en mi rostro.


Serex
alias “El Fer”, dijo lo siguiente:

Mis dos hermanos mayores y yo conocimos a Mario en el Nintendo 64, para ese entonces lo que vimos era algo de otro mundo, algo completamente nuevo y alucinante. Después Super Mario Party y Mario Kart fueron nuestros títulos favoritos para pasar los ratos y las fiestas familiares en casa de la abuela. En lo personal, Mario Sunshine fue mi favorito. Es una gran franquicia con un gran potencial.

Mientras que Jov mencionó:

Es difícil no tener una experiencia memorable con el fontanero rescata-princesas y salva-reinos, pues es casi tan famoso como Mickey Mouse y creo que puede llegar a superarlo. En fin, detrás de esa apariencia cliché se muestra a un personaje valiente, relajado y siempre dispuesto a ayudar cuando hay alguien en peligro; son los valores que debemos absorber para mejorar nosotros mismos (solo no consumas amanitas ni aplastes tortugas, por favor). Apuesto a que el sueño de muchos de nosotros es visitar algún día el parque recreativo de Nintendo y de todo corazón espero que a todos se nos cumpla algún día. ¿Alguno de ustedes recuerda la Casa de Mario Bros. que estaba en Reino Aventura (hoy Six Flags)? Quiero que todos sientan la misma emoción que yo experimenté con tal experiencia.


DASH
Rapidash con su disfrash mencionó: 

Mario Bros. fue quizá mi primera experiencia directa con videojuegos junto con Duck Hunt. Siempre sentí ese "algo" al probar el título por primera vez, sobre todo al darme cuenta que el control y los botones hacían algo en la televisión, como caminar y saltar, siempre me pareció divertido y adictivo experimentar con todo lo que el juego pudiera ofrecerme y yo apenas y entendía lo que sucedía, pero todo eso forjó un cariño especial hacia el plomero saltarín. Recuerdo, todavía, que a mis 5 años había terminado Super Mario World al 100% y mi mamá me tomó una foto junto a la pantalla del juego. Son el tipo de cosas que siempre marcarán mi pasado y el amor que le tengo a los videojuegos.

Nuestro buen amigo Eduardo Cámara desenpolvó el baúl de los recuerdos:

Tengo 35, y como tal, Super Mario Bros. fue mi primer juego. Recuerdo aún cuando mis papás llegaron en el 89 con mi NES. Cuando entré al kínder, jugaba en el recreo a que era el regordete plomero italiano. No tenía muchos amigos en ese entonces, por lo que Mario y Luigi se volvieron esas figuras de amistad y heroísmo. Dato curioso: Duck Hunt era el juego favorito de mis papás. Por eso ellos nunca me prohibieron jugar videojuegos, ya que sabían que era divertido y sano. Aparte, casi no salía a jugar en la cuadra, por lo que siempre estaba frente a mi tele. Luego llegaron más títulos como Super Mario Bros. 3, la serie animada en el canal ZAZ, Super Mario World, Kart, Party, 64 y muchos más. No imagino mi vida sin las aventuras del bigotón.

Y el mismísimo Alex también compartió:

Me atrevo a decir que Mario Bros. o Super Mario Bros. es de esos personajes con los que la mayoría inició su aventura dentro del mundo de los videojuegos, ese título que marcó el inicio de horas interminables de juego y gran reto.

En mi caso, mi primer acercamiento con el legendario plomero italiano fue con el arcade de Donkey Kong (así es, no me estoy confundiendo), en donde solamente se le conocía como Jumpman. En ese entonces no imaginaba lo grande que terminaría volviéndose con el paso de los años, al punto de ser el nombre y la hasta la mascota más emblemática de Nintendo y la Industria. Perdía horas en las arcade jugando Donkey Kong, hasta que un punto mi familia optó por comprar un NES, primera consola que trasladó el vicio de la farmacia a la sala de mi hogar con Duck Hunt y el primer título de Super Mario Bros y el excelso Super Mario Bros. 3.

Para la llegada del SNES, Super Mario World se convirtió en ese juego especial que sin importar que existieran grandiosas propuestas como Chrono Trigger, F-Zero o Terranigma, la aventura de 16 bits de Mario me hacía volver a encender la consola hasta el punto de que hoy en día, gracias a Nintendo Switch Online todavía me tomo algunas horas para seguir disfrutando de ese clásico (por lo menos para mí).

Con el inesperado salto que Mario dio hacía los juegos tridimensionales como Mario 64, Sunshine, Galaxy, 3D World y Odyssey, mi cariño por el personaje creció al punto de siempre hacerme espacio para probar esas nuevas entregas que han salido y que estén por llegar. Sin lugar a dudas la franquicia de Super Mario Bros. se ha transformado en una de las pocas franquicias que tienen su lugar especial en mi corazón, eso sin contar el gran impacto que ha generado en la cultura y en la misma sociedad, que al igual que Superman y Batman, cualquiera sabe y puede identificar a ese Plomero Italiano que se ha encargado de llevarnos por tubos y bloques hacía mundos llenos de diversión y nostalgia.

Y ciertamente me identifico con mucho de lo que comparten mis compañeros. Habiendo crecido sin una consola, no tardé en toparme con Mario, Luigi, Bowser, Peach y el resto para rápidamente verme inmerso en un mundo en el que sentía una libertad asombrosa. Super Mario World, Yoshi’s Island, Super Mario 64, Mario Party, Mario Kart Double Dash, Sunshine, Super Smash Bros. Melee, Luigi’s Mansion y muchos más llenaron mis ratos libres y con amigos de muchísima diversión y son juegos que puedo jugar una y otra vez sin cansarme, pero esa no es para mí la moraleja de la historia.

No fue sino hasta hace poco cuando terminé el Odyssey con mi hermana pequeña (el primer videojuego que ella terminó) que me di cuenta de la verdadera magia de Mario: el poder para conectar y sorprender a las personas. Incluso mis padres, quienes son reacios a los videojuegos en casa, se sentaron a ver mientras mi hermanita, con una sonrisa, terminaba la historia del juego en un viaje tan divertido como épico. 

Ese sentido de reto que le da un alto valor de rejugabilidad, el sencillo pero distinguible diseño de personajes, aunado a una construcción de mundos fantásticos que nos incitan a explorar son lo que hace de la franquicia y del personaje algo digno de experimentar. ¡Gracias por dejarnos jugar, Mario!

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