Un jugador de Destiny 2 ha incurrido en tantos actos que van contra los desarrolladores del juego y su comunidad, que Bungie ha decidido demandarlo por ‘trampas en el juego y abuso de los administradores de la comunidad’. Luca Leone pasó de los streamings usando hacks al acoso, y ahora tal vez a la cárcel.

Leone acostumbraba transmitir Destiny 2 en vivo, usando hacks con total naturalidad, en su canal de Twitch miffysworld. Los baneos y prohibiciones no fueron suficientes para detenerlo, ya que creó aproximadamente 13 cuentas para evadir las sanciones, violando el Acuerdo de licencia de software limitado del juego.

Además de invertir su tiempo haciendo trampas en videojuegos, Leone también dedicaba unas cuantas horas al día a amenazar a Bungie a través de Twitter, expresando su deseo de quemar sus oficinas. Incluso aseguró que ciertos empleados de la compañía “no estaban seguros”. En una ocasión sugirió que se mudaría al vecindario del administrador de la comunidad, Dylan Gafner. ¿Para qué? Solo su malévola mente lo sabe.

La demanda de Bungie hacia Leone incluye estas amenazas y uso de hacks, pero también señala que Leone es un miembro activo del grupo OGUsers, un foro de piratería y venta de emblemas no transferibles de Destiny 2, y otras cuentas de redes sociales.

Como Bungie ha demostrado repetidamente, no permitirá que su juego, su comunidad o sus empleados sean abusados, estafados o amenazados. Leone ha hecho los tres, y esta acción es la consecuencia. Sería un gran eufemismo describir a Leone simplemente como un evasor y tramposo de prohibiciones en serie.

Bungie busca daños considerables por cada instancia de infracción de derechos de autor y uso de software engañoso. Es decir, “me pagas por los daños a nuestro personal y nuestro software o vas preso”, de forma más coloquial. Se sabrá más sobre este proceso legal en los próximos días.

Vía [EuroGamer]

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