El pasado octubre, Meta, la compañía anteriormente conocida como Facebook, apostó en grande por el metaverso, incluso cambiando su nombre para mostrar lo comprometido que su CEO, Mark Zuckerberg, está con esta nueva empresa que busca unir aún más la realidad virtual y nuestra vida diaria en lo que el magnate define como el futuro del internet.

La enorme y confusa idea del metaverso tuvo sus orígenes en la ciencia ficción, ya que el concepto fue utilizado por primera vez por el escritor Neil Stephenson en su novela Snow Crash de 1992, que definía básicamente un mundo virtual que las personas visitaban con avatares.

Sin embargo, el término metaverso ahora se utiliza en una forma mucho más amplia, abarcando prácticamente todos los ámbitos en los que la vida real y la virtual convergen, incluyendo aquellos en los que las personas utilizan lentes de realidad virtual o aumentada para acceder a mundos virtuales en 3D como Fortnite, Roblox, Minecraft y servicios Web3 decentralizados, incluyendo las criptomonedas y los NFTs, servicios que permiten a datos y dinero interactuar a través de mundos virtuales, sin importar cómo luzcan estos mundos.

Es debido a ello que muchos de los visionarios que apoyan el metaverso no concuerdan con una sola definición de la palabra, con cuántas personas están interactuando dentro de él o en realidad, y cuánto de estos universos realmente existe. Mientras Meta se encuentra haciendo grandes inversiones, años atrás otras compañías crearon plataformas del estilo de metaversos como Second Life, desarrollada por Linden Lab; que con la ayuda de aditamentos y gadgets cada vez más amigables para el usuario, han podido desarrollar ambientes virtuales más atrayentes.

Sin embargo, el aventurarse al metaverse con un cuerpo virtual, podría hacer mucho más cercana la experiencia de acoso e invasión a la privacidad y hacerlo parecer mucho más personal al utilizar dispositivos que nos rastrean todo el tiempo en nuestra vida diaria, lo que crearía problemas de seguridad y demandas a la empresa, por lo que Facebook necesita de dotar certeza legal a sus usuarios de que no cruzarán ciertos límites.

Facebook ahora podría ser demandado por grupos de consumidores quienes acusan violaciones de privacidad. Y como de costumbre, este hecho sucede en Europa, en concreto  Alemania, donde un caso de juegos en línea podría ser la punta de lanza para que las acusaciones lleguen como cascada. El caso comenzó en 2012 y es uno de los varios dolores de cabeza de privacidad y antimonopolio que enfrenta Facebook en el viejo continente, donde los reguladores han introducido una legislación para frenar el poder de los llamados gigantes tecnológicos y garantizar una mayor transparencia.

Meta, al igual que medio mundo del sector tecnológico, está dedicado y enfocado a que el metaverso funcione, pero antes de que este negocio emprenda su viaje se tienen que garantizar temas basados en privacidad y seguridad de uso de los datos personales, y a pesar de que no es un tema nuevo, las demandas por mal uso de la confidencialidad siguen siendo cotidianas. Y es que los organismos de consumidores que defienden los intereses colectivos son particularmente adecuados para establecer un alto nivel de protección de datos personales.

Fuente: TV

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