El sueño de muchas personas aficionadas a los videojuegos es algún día trabajar en la industria, tener un empleo en algo que les apasione. Razer, la compañía que empezó con periféricos enfocados para gamers, es una de las marcas para las cuáles muchos estarían satisfechos de ser empleados, se sientan atraídos por el medio o no. Hoy en día Razer está valuada en 4550 millones de dólares.

Pero tras el prestigio y el dinero se encuentran las historias descritas con terror por los empleados de la compañía, en la cuál admiten que la camaradería forjada entre ellos es más parecida a la que se desarrolla en las barracas de los soldados que la de un ambiente laboral. 

A la cabeza de Razer se encuentra Min-Liang Tan, famoso en el mundo laboral por ser un verdadero dictador. Más de un ex empleado lo ha descrito con palabras nada sutiles y como alguien que no se toca el corazón para usar el miedo como modo de control. Pues es muy común que aquellos que laboraban en Razer tuvieran miedo a despidos injustificados. 

En el artículo de Cecilia D'Anastasio se relatan numerosas, y en muchos casos anónimas, anécdotas de supuesto abuso de condiciones laborales, despidos injustificados y demás pesadillas laborales junto con sus correspondientes contraaergumentos provenientes de distintos voceros de Razer y del mismo Tan. 

Tan, quien se describe como alguien que puede llegar a demostrar su inconformidad con situaciones y productos de trabajo, ha quizás llegado demasiado lejos en más de una ocasión. 

Relatos de humillación pública, despidos por no cumplir expectativas ridículas, trabajadores que se ven prácticamente forzados a llevar su vida en la oficina y dedicar muchas más horas de las supuestas en sus contratos, son algunas de las premisas en las cuales los testigos están de acuerdo, todo ello bajo promesas de grandes cheques y retiros cómodos una vez que la empresa se hiciera pública. 

Claro que Razer sistemáticamente aliviana la carga de dichas acusaciones, admitiendo el tono "intenso" de algunas interacciones de Tan (incluso viniendo de él mismo) y por otro negando muchos de los problemas que aparentemente sólo saben reconocer aquellos que han trabajado ahí. 

Sí bien Razer dice tomar medidas como empresa a nivel de recursos humanos para mejorar el ambiente laboral, también es claro que no es posible que tantas historias coincidan sin que haya algo de verdad. Así que hay que andarse con cuidado porque quizás el trabajo de ensueño se puede volver una pesadilla. 

Fuente: [Kotaku]

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