Además de los cambios estéticos que YouTube ha implementado últimamente, las próximas modificaciones a los reglamentos han dejado muy molestos a los creadores de contenido y usuarios por igual.

YouTube inició como un oásis para todos los creadores de contenido que tenían completa libertad y autonomía sobre su canal; sin embargo, el paso del tiempo y la explotación masiva de la plataforma crearon innumerables quejas de los creadores a causa de los reglamentos que se imponen de forma arbitraria, casi siempre afectando más a los canales con pocos suscriptores o que son parte de una minoría como la comunidad LGBT.

La situación empeoró en 2017 con el “Adpocalypse”, que inició cuando grandes compañías como Coca-Cola y Jhonson & Jhonson quitaron todos sus anuncios (y dinero) de la plataforma como muestra de que no tolerarían que sus productos fueran asociados con videos de contenido racista y/o extremista. 

YouTube tuvo que modificar sus parámetros pero con poco éxito, pues sus algoritmos automatizados no podían notar la diferencia entre un video que criticaba el racismo y otro que lo fomentaba. La desmonetización y los errores que rara vez tenían respuesta positiva por parte de YouTube, además de remover videos y canales completos sin explicación alguna, sumado a las cláusulas que entrarán en vigor el 10 de diciembre próximo, donde se destaca que si YouTube cree (bajo su propia discreción) que proveer el servicio a un creador ya no es “comercialmente viable”, podría simplemente prohibirle el acceso a la plataforma, lo que significaría que canales con pocos suscriptores o pocas vistas serían los primeros en desaparecer. 

MichaelSixSilberman, en representación de FairTube y IG Metall, le dijo a Kotaku vía email que una cláusula así, demuestra lo necesario que es contar con una campaña como la de FairTube. La frase “comercialmente viable” puede significar desde eliminar cuentas sin uso hasta borrar canales que YouTube considere indeseables por alguna razón sin especificar. Aún cuando usuarios y creadores exigen mayor transparencia, la administración introdujo un vago reglamento que les entrega poder absoluto sin ninguna obligación o responsabilidad, lo que deja a los youtubers nadando en un mar de algoritmos burocráticos.

Gracias a todas estas inconformidades acumuladas, el youtuber alemán Jörg Sprave, creó FairTube, una especie de sindicato para youtubers que están alzando la voz a favor de la transparencia y una monetización justa y equitativa, así como ser parte de las decisiones que afecten a los creadores de contenido.

No obstante, la unión de los youtubers no parece implicar algún daño a la plataforma, pues al no ser empleados directos, YouTube tiene al poder absoluto y solo la unión masiva con el apoyo de los youtubers con más suscriptores podría crear alguna acción. Uno solo de los mayores vloggers puede alcanzar a más usuarios que todos los youtubers de FairTube unidos, es por eso que se necesitan muchos más creadores conscientes e informados de los nuevos estatutos y sobre todo de cómo serán afectados sus canales y comunidades. Lo que se busca es crear una plataforma más justa y con igualdad de condiciones que asegure las mismas reglas para todos.

Fuentes: [ YouTube ] [ Observer ] [ FairTubeVía: [ Kotaku ]

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