Las series animadas han cambiado mucho con los años, han pasado de ser algo exclusivamente para niños a ser un medio más de expresión artística y narrativa. En el último par de años ha habido una alza en programas animados con un enfoque más adulto o serio e Invincible es un claro ejemplo de esto.

Amazon Prime Video sacó un home run al llevar esta serie a las pantallas de tantos hogares, pero ¿qué hace tan buena esta serie? La respuesta es una combinación de varios factores. El primero quizás es que constituye una subversión más del siempre popular género de superhéroes, convirtiendo lo que parece una imitación barata de un cómic de DC o Marvel, en algo que trasciende lo que las personas están acostumbradas a ver en el género hoy en día.

Mark Grayson (Invincible) es un adolescente que está descubriendo sus recien adquiridos poderes y las implicaciones que tienen, mientras tiene que lidiar con su vida normal en la preparatoria, su vida amorosa y un padre extraterrestre que es mucho más exigente de lo normal. No spoilearemos nada más de la historia para ustedes pero si han visto los tráilers saben ya que esta no es una simple fantasía de super heroes para las caricaturas matutinas. Invincible es una adaptación del cómic homónimo creado por Robert Kirkman, Cory Walker y Ryan Ottley, pero lo interesante es que es parte del lado más maduro del arte secuencial, entremezclando los elementos tanto de manera discreta como explícita, y esto es llevado de manera muy fiel a la pantalla.

Si bien no es una adaptación uno a uno, es decir en la que se replica cada diálogo y escena, sí es una que mantiene la esencia de lo que el cómic transmite y me atrevería a decir que lo mejora, al menos en este primer arco introductorio. Las mejoras no son solamente porque es un formato animado, lo cual por supuesto implica acción y sonido, sino porque agrega lo necesario como para darle un toque único sin traslapar lo ya hecho por el cómic, al contrario le agrega estructura y un poco más de contexto. Esto hace que seguir las aventuras de Mark, Omni-Man y el resto de los personajes se sienta como sentarse un domingo en la mañana a revivir las caricaturas de nuestra infancia, pero con profanidades y sangre.

La animación en un aspecto técnico no es algo fuera de lo común o tremendamente impresionante, pero da la vibra de esas caricaturas de superhéroes de los 90 y ayuda a poner el tono de la historia de una manera más que adecuada. También es necesario hablar de las actuaciones de voz, las cuales son absolutamente fantásticas y ayudan a dar todavía más vida a personajes que ya tienen un contexto dado por la historia. Además escuchar a J.K. Simmons siempre es un deleite.

En total son 8 episodios llenos de acción, humor y más de una gota de sangre, además de personajes muy completos en una historia que es capaz de hacernos sentir todo un espectro de emociones. Sobra decir que estamos muy emocionados por la segunda y tercera temporada que estarán por llegar, así que los mantendremos al pendiente, de mientras los dejamos con esta recomendación, ya sea porque les gustan las historias de superhéroes o porque quieren entenderle a los memes.