Si crecieron en los 90’s significa que es muy probable que Michael Jordan haya sido uno de los íconos de su infancia, fuere porque era el deportista más conocido del planeta, porque les gusta el basketball o quizás les gustaba mucho ver Space Jam

Incluso si no tuvieron la fortuna de estar conscientes durante los años del reinado de Michael Jordan, Scottie Pippen, Dennis Rodman y el resto de los Chicago Bulls; ESPN y Netflix crearon una serie documental titulada “The Last Dance”, que se enfoca en los años de gloria de los Bulls y que culmina en su batalla por un sexto campeonato en la temporada 1997-1998.

Michael Jordan era una figura comparable a una deidad durante sus mejores años, esto es porque sin duda alguna era hasta ese momento el mejor jugador de todos los tiempos, su fama era por la tremenda calidad de su juego y esta se debía a una inhumana obsesión con la victoria. 

Pero el público no veía el lado vulnerable de Jordan, The Last Dance hace un gran trabajo en humanizar al multicampeón, resaltando tanto sus logros como sus puntos más bajos, todo esto envuelto en la voluntad de Jordan de ganar a toda costa y como ello impulsó a su equipo a alcanzar lo más alto de los podios.

Tampoco es un documental exclusivo de Jordan, aunque la mayoría del tiempo se enfoca en su perspectiva, y ofrece un buen vistazo a las opiniones, emociones y palabras de sus demás contemporáneos, tanto coaches como compañeros de equipo y demás miembros de la industria deportiva.

Si ustedes practican algún deporte o si les gustan los esports, incluso simplemente si quieren ver algo de excelente calidad en Netflix, The Last Dance es para ustedes. Desde el final del primer episodio quedé pegado a la pantalla y 10 capítulos más tarde pude revivir una parte de la historia de la que ya no tenía memoria, pero más que eso me dejó con la satisfacción de saber que no había desperdiciado ni un sólo minuto de esas múltiples horas, al contrario, toda una bomba de motivación.

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