Hace algunas semanas les había hablado sobre una de mis novelas de fantasía favoritas “El nombre del viento” de Patrick Rothfuss y el por qué deberían leerla, pues es una historia interesante y muy bien escrita, pero el detalles es que no es una novela autocontenida, sino la primera parte de la trilogía “El asesino de reyes” y en esta ocasión les contaré sobre la segunda entrada de dicha saga: “El temor de un hombre sabio”.

Un poco más corta que su entrada anterior, Rothfuss ha recibido críticas mixtas en comparación a la casi universal aceptación que recibe El nombre del viento, aquí intentaré taclear algunos de esos motivos de discordia y también algunos de los cuales creo que podrían interesarle a la audiencia.

Pero antes de describirles todo el meollo del asunto es necesario recordar la situación de la historia, la cual se centra en Kvothe, un prodigioso joven quién a pesar de circunstancias tremendamente adversas logra cumplir su sueño de ir a la Universidad para convertirse en un arcanista y explorar los misterios de su mundo, pero ello sólo es un medio para cumplir con su meta de venganza en contra de los misteriosos Chandrian.

En esta segunda entrada, el viaje de Kvothe continúa, esta vez forzado a alejarse de la Universidad Kvothe abre sus fronteras hasta los bordes del mundo, encontrando aventuras, problemas y amores, ganando habilidades y conocimientos nuevos y visitando lugares en los que jamás pensó encontrarse, todo mientras persigue el auténtico nombre del viento.

El tono de “El temor de un hombre sabio” es uno un tanto más maduro que el de “El nombre del viento”, mientras que no cae en términos explícitos como los de novelas más adultas como la saga de “The Song of Ice and Fire”, cabe resaltar que está pensada para un público de adultos jóvenes /adolescentes y no precisamente para niños, conteniendo algunas escenas que quizás no sean aptas para los más pequeños.

La escritura de Rothfuss, con su estilo ocurrente se ve bastante resaltada y nos lleva de la mano junto con nuestro protagonista por los nuevos rincones del mundo que este ha de explorar. La segunda entrada denota más del mismo humor y de la misma narrativa que ha sido cuidadosamente tejida tanto para explicar como para dejarnos con algunas cosas entre líneas.

Si bien la novela ha recibido críticas por ser narrativamente inconsecuente o cosas similares, la cuestión es que hay que recordar que es una saga, una que tiene un mundo que sigue creciendo y que el autor terminará de explorar en la tercera y última (supuestamente) entrada de la serie: Las puertas de piedra. Pero ello no lo sabremos hasta que Rothfuss libere esa novela, mientras tanto los invito a pasar un buen rato en Temerant junto con Kvothe, Denna y el resto de nuestros héroes.

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