USUARIOS JAPONESES DE CYBER-CAFÉS QUEDAN EN LA CALLE POR COVID-19
Los sacan de sus diminutos hogares.
15 de abril, 2020
¿Acaso hay que repetirles que se queden en casa? El mundo continúa sufriendo las terribles consecuencias del COVID-19 y todos los países afectados han tomado medidas de distanciamiento social que permitan mitigar la extensión del virus. Japón no es la excepción, siendo uno de los ejemplos clave de sanitización a nivel global.
El gobierno japonés tomó una medida en particular que ha dejado a muchos de sus nacionales sin casa y es el cierre temporal de los cyber cafés y manga kissas que existen en su territorio. ¿Pero por qué cerca de 4,000 personas sin residencia? Los cafés con servicio de Internet o de lectura de manga en Japón son lugares populares de descanso, ofrecen muchas amenidades como sanitarios, regaderas y bebidas complementarias, además de un pequeño espacio personal en el cual mientras se cubra una cuota, se puede pasar la noche.
Debido a que la renta en Japón es bastante cara y por lo regular se requiere no solamente pasar filtros, sino dar fuertes cantidades de dinero, incluso requiriendo avales, muchas personas, ya sea por comodidad o por falta de recursos, han volteado al mundo de los cyber cafés y manga kissas como una alternativa mucho más barata (si bien nada espaciosa) para poder hospedarse, costando un promedio de 2,000 yenes la noche (cerca de 450 pesos).
El problema es que los cuartos son apenas privados, en muchos casos están muy cerca los unos de los otros y muchas veces ni siquiera llegan al techo las divisiones. Es comprensible que con tanta proximidad, representen un problema para la salud de sus habitantes. Como compensación se han habilitado albergues especiales en Tokio, pero no son suficientes para el estimado de personas que llegarían, lo cual quizás incite a muchos a mudarse de la capital temporalmente, potencialmente esparciendo el virus.
Una situación complicada pero cabe destacar que Japón ha sido de los países más responsivos en toda ésta situación, en gran parte gracias a la higiene que es parte de la idiosincrasia japonesa. Esperemos que éstos individuos no queden mucho tiempo sin los cubículos que llaman hogar.
Fuente: [Kotaku]