¿Acaso no creen también que Charlie y la Fábrica de chocolate era un thriller psicológico? Un magnate de los dulces encerrando a un montón de niños en su fábrica… Para revivir la pesadilla, digo, el sueño, el creador de Jelly Belly, una prominente marca de dulces en Estados Unidos, ha decidido empezar su propio concurso al más puro estilo de Willy Wonka.

El mismísimo creador de las grageas Jelly Belly, David Klein, también conocido como Candyman, ha anunciado que ha ocultado a través de todos los estados de su país natal (EUA) unas pequeñas placas de identificación doradas, que darán acceso a sus acreedores a una competencia final por el místico Ticket Dorado (además de 5,000 dólares).

Como es de esperarse, el que se haga acreedor al Ticket en la competencia de búsqueda, que será en una de sus fábricas, podrá quedarse con la llave de una de ellas, implicando que se volverían dueños de su propia fábrica de dulces.

Una linda idea para promocionar su negocio, además de hacer homenaje a una pieza clásica del cine pero… ¿qué hay de la sugestiva forma de las placas militares que deben encontrarse para proseguir a la siguiente etapa? Además que en el video incitan a buscar “con toda la familia”, nuevamente muy lindo pero… ¿y la pandemia de COVID-19? No es lo más random que hemos escuchado durante la contingencia.

Fuente: The Gold Ticket

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