En junio del año pasado, a través de Twitter el actor Ray Fisher (Cyborg), acusó al director Joss Whedon de comportamiento “repulsivo, abusivo, poco profesional y completamente inaceptable”, así como racismo, amenazas, coerción, discusiones, burlas, provocaciones, menosprecio, condiciones inseguras de trabajo y “gaslighting” durante las filmaciones de Justice League. Además también acusó a los productores Geoff John y Jon Berg de permitir dicho comportamiento y al presidente de DC Films, Walter Hamada, de intentar ilegitimizar la investigación que WarnerMedia había iniciado luego de las acusaciones de Fisher.

Tiempo después WarnerMedia dio a conocer que debido a los resultados que arrojó la investigación interna llevada de forma independiente, se habían tomado medidas correctivas sin especificar a cuáles se referían; sin embargo, fue justo durante ese tiempo cuando Whedon dejó la producción de la serie The Nevers de HBO (en la que se encargaría de escribir, dirigir, producir ejecutivamente y servir como showrunner de la serie), alegando estar exhausto, a lo que Fisher respondió diciendo que era mentira y que Whedon no se había retirado voluntariamente de la serie, sino que había sido despedido debido a su terrible comportamiento anterior.

Recientemente, durante una entrevista en la que habló sobre el reciente estreno de Zack Snyder’s Justice League y temas relacionados, Ann Sarnoff, la CEO de WarnerMedia Studios, declaró que los resultados de la investigación, no revelaron ninguna evidencia de que Walter Hamada hubiera intervenido en las averiguaciones y que los cortes hechos por Whedon (que disminuyeron notablemente la participación e importancia de Cyborg en la trama), no fueron hechos por motivos raciales. Sarnoff además dijo no estar enterada del contrato de confidencialidad que se le había hecho firmar a Fisher para evitar que hiciera comentarios sobre los ocurrido durante la producción de la versión de Whedon de Justice League.

A la luz de los comentarios vertidos por Sarnoff, Fisher nuevamente tomó Twitter, esta vez para exigir que WarnerMedia revele todo lo que la investigación encontró sobre Whedon y la producción de Justice League.

Por otro lado, a pocos días de su anticipado estreno, el director Zack Snyder, continúa dando detalles sobre lo que habrían incluído el resto de las cintas que planeaba del icónico ensamble de superhéroes y que muy probablemente, nunca se lleguen a desarrollar debido a que Warner Bros no ha mostrado interés en el proyecto a pesar de la gran respuesta de los fans al Snyder Cut y del apoyo a la campaña #RestoreTheSnyderVerse

Snyder reveló que tenía planeada una trilogía dividida en 5 filmes y que Lois Lane, interpretada por la actriz Amy Adams, sería la pieza clave para lo que vendría en las siguientes dos películas. Darkseid llegaría a la Tierra y cuando Superman decide enfrentarlo, le pide a Batman que si quiere ayudarlo como amigo, lo que debe hacer es mantener a salvo a Lois. Mientras tanto, Lex Luthor se reúne con Darkseid y le revela que la debilidad de Superman es Lois. Lois es asesinada y Superman culpa a Batman de su muerte. 


En la tercera cinta de Justice League, Snyder pretendía tomar un enfoque similar al de los cómics y reposicionar todo en distintas líneas de tiempo. En el mundo post-apocalíptico, Cyborg, Flash y Bruce trabajan en una ecuación que use la Mother Box para llevar a Flash de vuelta en el tiempo y advertir a Batman, quien se sacrifica para evitar el asesinato de Lois, de ese modo Superman no sucumbe ante la ecuación Anti-vida. Superman y Lois tendrían un hijo que no heredaría los poderes de su padre y se convertiría en el nuevo Batman. El final de la cinta mostraría a Green Lantern Corps, a Aquaman liderando a las fuerzas de Atlantis, a Wonder Woman a la cabeza de las amazonas de Themyscira y a Flash y Superman dirigiendo a los humanos en una épica guerra contra Darkseid.

 

Fuentes: 1, 2

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