José “SpeedMaster69” Pérez compite en un torneo del videojuego de carreras FireRun2k20. En la gran final, se enfrenta a Victor666 y CreeperTony. Juega seguro. Acelera en las rectas y desacelera en las curvas. En cuanto alcanza el primer puesto y los otros dos conductores intentan rebasarlo, él les bloquea el paso con su propio vehículo, todo mientras se desplaza a máxima velocidad. Parece que SpeedMaster resultará campeón.

 

Antonio “CreeperTony” Sánchez asume el riesgo: se desvía. Su plan es ascender rápidamente por una rampa y girar violentamente hacia la derecha, pues así, quizá, franquee la única valla interpuesta entre los autos y la línea de meta. Si lo consigue, obtendrá el primer lugar del torneo con un jugoso premio en efectivo. Si no, caerá al tercer lugar y volverá a su casa con la manos vacías. La estrategia requiere de tal precisión que es, en la práctica, una apuesta. Las probabilidades de éxito de CreeperTony son escasas.

 

Éste es un ejemplo de riesgo-recompensa, un concepto fundamental en los Esports. A primera vista, parece que en el camino al triunfo debe minimizarse el riesgo, pero hay ocasiones en que los contendientes asumen el peligro: la recompensa puede ser enorme.

 

Duelo a muerte con dados

El azar se presenta en grados variables durante la batalla. Típicamente, los eventos impredecibles en un juego se consideran divertidos; en los Esports, en cambio, lo complican todo. Se supone que la competencia videojueguil sea despliegue de habilidad pura, por lo cual es inviable en títulos con demasiados elementos random.

 

Sin embargo, la existencia del azar en un nivel bajo enriquece el gameplay; un buen jugador lo acepta y desencadena situaciones de riesgo cuando le conviene. De este modo, la excelencia en la ejecución no es el único indicador de habilidad en los Esports, sino que se involucra también la toma de decisiones, el plan de juego.

 

Partidas en un instante

La peligrosa estrategia de CreeperTony en FireRun20k20 sucede en una situación especial: segundos antes de que concluya la carrera y justo cuando llega a la rampa con la que podría alcanzar la victoria. Un buen jugador es consciente de los momentos clave; incluso nos da la sensación de que lo ve todo en cámara lenta. Le es familiar: reconoce patrones en el desarrollo de una partida; sabe cuáles son los posibles desenlaces. Filtra la información innecesaria y se concentra en señales simples.

 

Es en los momentos clave cuando, si un jugador lo decide, se presenta el riesgo. El éxito o fracaso de CreeperTony en la rampa determinará el resultado del torneo.

 

Hard Reads

Un profesional de los juegos de peleas asesta un golpe devastador durante la partida más importante de Evo; miles de aficionados perdemos la cabeza. El hype se desborda. Se trata de un movimiento basado en la predicción del comportamiento del oponente. Lectura, le dicen.

 

Tal jugador conoce todas las posibles acciones del rival; después de todo, el juego es un sistema finito. Por lo general, observamos movimientos seguros: aquellos que otorgan la ventaja ante la mayoría de las opciones del otro, o bien aquellos con los cuales uno no se expone a un contraataque. Lo interesante sucede cuando un jugador posee una ventaja abismal. Quien se encuentra abajo necesita alguna táctica que quizá lo deje vulnerable o que sólo cubra un par de opciones, pero que, si resulta, lo recompensará de sobremanera.

 

Las lecturas duras hard reads— se alimentan del monitoreo de los patrones del oponente. A veces son viables; otras, no. Los gamers competitivos se involucran en un profundo duelo mental y se adaptan a las exigencias de cada partida.

 

¿Cómo aplicamos el concepto de riesgo-recompensa?

Aunque cada juego, cada personaje y cada partida es diferente, siempre surgen patrones y momentos clave. El conocimiento de todas las opciones, con sus ventajas y desventajas, es fundamental. Clasifiquemos todas las jugadas en cuatro tipos:

 

  • Bajo riesgo - Alta recompensa: las oportunidades de realizar una jugada como esta son escasas; siempre deben aprovecharse
  • Bajo riesgo - Baja recompensa: la mayor parte del gameplay se desarrolla aquí; su efectividad es baja pero segura
  • Alto riesgo - Alta recompensa: no importa quién las ejecute: pueden invertir las posiciones o, por el contrario, incrementar la distancia en el marcador; suceden en momentos clave
  • Alto riesgo - Baja recompensa: su empleo es viable sólo cuando no existe ninguna otra jugada posible

 

Éste es un buen punto de partida para la discusión y empleo del riesgo-recompensa. Cada jugador debe ocuparse de las situaciones específicas en que esta clasificación funcione y de aquellas en las que no. El mejor estilo de juego se caracteriza por su variabilidad.

 

 

CreeperTony saltó sobre la valla y se coronó campeón del torneo de FireRun 2k20.

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