Antes que todo me presento, me llamo Rodrigo Sarmiento pero la mayoría de mis amigos y dentro del mundo de los eSports me conocen como MK Roy, un apasionado gamer y caster de competencias en donde uso mis conocimientos de narración para entretener e informar a los viewers, algo así como un comentarista profesional de videojuegos. Digo profesional porque efectivamente me pagan por hablar a todo pulmón (y hacer análisis) de varios de mis juegos favoritos, pero no siempre fue así y me atrevo a decir que no siempre es el caso.

Aprovecharé el espacio que me brinda The Hive Gaming para contarles un poco de lo que fue mi año 2019 como Caster Profesional, mis sorpresas y andadas en este mundo que todavía es un mundo desconocido para la mayoría. ¡Así que empecemos!

Mi año profesional comenzó de una manera bastante interesante: Mi visa estadounidense llegó 3 horas antes del vuelo a mi primer torneo internacional. Sin certeza de nada y apenas con medio equipaje, salí corriendo a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México para alcanzar el vuelo.

Ahí me esperaba un buen amigo que hizo de voluntario para no dejarme morir solo en la espera, pero no sería el único. Para mi sorpresa resultó que el ahora mejor jugador del mundo de Super Smash Bros. Ultimate, Leonardo “MKLeo” López Pérez, su hermano y su primo Javi (competidor top mexicano) iban en el mismo avión, además de Citi, organizador del evento latino más grande de Smash, Lavi una de las mejores jugadoras mexicanas y Nakat, jugador americano. Todos íbamos en destino a Oakland, California, para el primer evento importante de Smash de 2019: Genesis 6

La epicidad de mi suerte me hace sonreír al recordar ese viaje que quedará por siempre marcado en mi memoria. Desde el no haber tenido que pagar el evento, ser voluntario para correr pools, comentar en los streams secundarios, pasar tiempo con personas que considero mis amigos, “talonear” comida en las oficinas de Twitch y por supuesto estar en asientos de primera para presenciar la victoria de Leo. Ni siquiera me importó tener que pasar un par de noches en la alfombra del piso de un hotel o no haber podido competir, estaba del otro lado y sabía que era una experiencia única.

Como comentarista es mi deber no solamente el poseer conocimiento técnico del juego que tengo enfrente, sino también el estar familiarizado con su historia, con sus jugadores y con cada detalle que lo hace algo especial: mi trabajo es hilar la narrativa que se desarrolla en torno al juego. Pero por el momento es mi turno de contar mi lado de la historia.

Comencé a comentar hace ya más de 4 años y he trabajado para muchas organizaciones en transmisiones de una cantidad considerable de torneos. Principalmente enfocado en Smash pero expandiendo mi repertorio, he ido poco a poco conociendo el giro de los engranajes internos de la industria y con la experiencia he visto y vivido un lado de los videojuegos que no muchos pueden experimentar. 

Como ya dije en este trabajo no siempre hay dinero, o mejor dicho: lo hay pero no siempre hay gente dispuesta a remunerar bien a sus comentaristas y no todos sabemos vendernos igual. No es el caso de todos los lados de la industria, habiendo empezado en una comunidad tan arraigada al piso como lo es Smash, me he sorprendido de las mieles que ofrecen otros juegos en comparación económica. 

Trabajar sin paga no es un lujo que pueda permitirme aún, mi situación económica no es lo suficientemente buena como para solventar los viáticos de una profesión tan movida y aunque he llegado a prestar mis servicios de buena voluntad cuando sé que es en apoyo a comunidades que no pueden solventar el gasto de otra forma, también se que por algo es un trabajo y afortunadamente este año por fin he empezado a consolidar pagos constantes con distintas organizaciones.

Dejando de lado el aspecto económico, el mayor atractivo para mi sobre el comentario es la posibilidad de viajar en conjunto con la capacidad de hacer que mi voz sea escuchada por muchas personas alrededor del país y del mundo. Tengo que decir que para mi fue un año muy productivo.

Aunque no todo es viajar, en cuanto a eventos mexicanos comencé el año con Ragnarök, el torneo en el que considero que más aprendí durante el año, no sólo por tener que trabajar tras bambalinas sino porque tuve la oportunidad de compartir el micrófono con muchos de mis casters favoritos (y amigos). Pudiendo desempeñarme junto a gente como Yellow (https://twitter.com/PikaIsYellow), compañero de antaño y shitposter de profesión; Toon (https://twitter.com/toonLaguna), quién es de las mejores promesas del comentario de Smash en México; Chaparrito (https://twitter.com/__Chaparrito__), a quién cualquiera que haya buscado Smash en México en YouTube conoce y Xavy Becker (https://twitter.com/XavyBecker), maestro del micrófono, comentarista de carrera y de quien directa e implícitamente aprendí muchísimo.

Referente a eventos grandes en 2019, después de Genesis para mí siguió Smash Factor, en Puebla, donde me enfoqué tanto en organización como en comentario en inglés para el stream de Melee (a pesar de todos los problemas técnicos en top 8) y una pequeña porción de Ultimate para top 16. Creo que contando todas las horas de esfuerzo ese fue sin duda el evento más exhaustivo del año.

El verano pasó rápido para mi como espectador de EVO y Smash Con, presencié la leyenda de Leo en juego 4, además de escuchar por primera vez a un comentarista mexicano en el stream desde las Vegas (shout outs a Toon Laguna), vi desenvolverse la pelea por ese primer lugar en Ultimate y como la corona finalmente se quedó en México. Así mismo viajé para conocer comunidades que no había visitado antes, como la de San Luis Potosí. 

Tuve oportunidad de trabajar para Liga Mexicana de Videojuegos (LMV) en Smash, Dragon Ball Fighters y Free Fire, con distintos compañeros pero siempre con buenas experiencias. Conocí a comentaristas de otros ámbitos como son los casos de Wolf y Titán, ambos maravillas en sus respectivos juegos y ampliando mi perspectiva de lo que significa estar tras el micrófono. También tuve el gusto de trabajar en repetidas ocasiones con Arath y de empezar a desarrollar sinergia (y amistad) con semejante compañero, fue con el con quién comenté las finales del Games Celebration para Smash, en un par de sets que casi me hacen desmayarme.

Llegado el otoño fue mi segundo viaje a Estados Unidos, en esta ocasión para comentar los top 8 de Melee y Ultimate en español junto a mis buenos amigos Anibal Tamacas (https://twitter.com/esportsAnibal) y Pablo Montero (https://twitter.com/pabloxmontero) (homies entre los homies), en The Big House 9.

El frío de Detroit se hizo sentir, así como el haber tenido que trabajar durante prácticamente 9 horas seguidas manteniendo el nivel de energía a todo lo que da, lo tres dejamos el alma en el aire con la acción de Big House, fuese con la victoria de Mang0 o con el increíble run de Maister (https://twitter.com/Maister_SSB). Las 12 horas de los vuelos de regreso a México fueron una tortura en contraste completo a la calidez y hospitalidad de la familia de mi amigo Sergio, que me recibió en Detroit.

Estuve también en muchos eventos locales como Tec In Place 2 (shout outs a FearZero [https://twitter.com/FearZero_] y Steve Gil [https://twitter.com/Stevegil007]), varios mensuales de ciudad de México y seguí trabajando en transmisiones de Free Fire para LMV y LCV (versión colombiana de la liga).

El flujo no se detuvo pero no pensé que tendría la ocasión de ir de nuevo al otro lado de la frontera en lo que restaba del año. Grata sorpresa: un par de meses más tarde fue ocasión de  volar dos fines de semana seguidos en compañía de Arath para representar al habla hispana en el Creators Challenge de Call of Duty Mobile de WSOE (https://twitter.com/WSOE). En esta ocasión dos palabras: Vegas, baby. Para mi fue una especie de vuelta a los orígenes (si bien en un formato distinto), ya que antes de competir y narrar Smash, estuve muy interesado en las escenas de Call of Duty y Pokémon durante años.

Reflexionando en medio de todas las luces de neón, los espectaculares, el frío desértico y muchos tipos que ofrecían pases a strip clubs, me di cuenta una vez más de lo afortunado que era por poder desarrollar una profesión tan única. Volví de Las Vegas lleno de mucho conocimiento y con una nueva perspectiva, eso sin contar el 800% de ganancia sobre la casa en apuestas de carreras de caballos mecánicos. 

Actualmente tengo que malabarear la escuela, el trabajo y el comentario, no ha sido fácil pero con apoyo de organizaciones como SHFFL MX, The Hive Gaming y MK Gaming he podido hacer de este gusto algo más y que ojalá siga creciendo. Le debo también un agradecimiento infinito a todas las personas que me han ayudado y dado palabras de aliento cuando más difíciles fueron las cosas, sin ustedes no habría logrado ni la mitad de lo que he hecho.

Al final del mejor (y a la vez el más difícil) año de mi vida, me queda pensar en todas las aventuras que viví gracias a seguir mi pasión, todo el aprendizaje, todas las amistades y todos los lugares que pude conocer. Alguna vez un buen amigo me dijo que él trabajaba en obtener lo suficiente para poder hacer lo que quería.

Pues bien, creo que en mi trabajo ya hago lo que quiero, sólo me toca seguir esforzándome por conseguir más. Un año y 31,000 km de viajes después, definitivamente gané mucha experiencia y madurez pero sigo siendo un tanto  egocéntrico e histriónico después de todo, de lo contrario creo que no podría seguir siendo comentarista.

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