Una de las industrias más afectadas por la pandemia es la de las películas, desde las grandes producciones que cesaron sus labores, hasta las salas de cine. En nuestro país, incluso, fueron los primeros negocios en cerrar debido a que son lugares cerrados con alta concurrencia.

Cuando “El gato” robaba en Springfield, Homero Simpson fue entrevistado y declaró que “ahora se puede demostrar todo con las estadísticas, 40% de la gente lo sabe”. Y sí, los estudios demuestran mucho. Por ejemplo, el que hoy te mostramos, nos dice que el 70% de los cinéfilos prefiere ver películas en casa que volver al cine.

Pero bromas aparte, este estudio nos deja ver que la confianza de los consumidores será difícil de recuperar, al menos en los Estados Unidos. La encuesta fue realizada por Performance Research y Full Circle Research, a través del sitio Variety. La preocupación por la higiene y la salud provocó que, como mencionamos, el 70% de los encuestados dijera que prefiere ver películas en casa en lugar de una sala de cine.

Cabe mencionar que dos estrenos programados para este fin de primavera, como Troll World Tour y Scoob! obtuvieron ganancias de $100 millones de dólares en su estreno, el cual se llevó a cabo en plataformas de video sobre demanda. Algunos dicen que se debe a la evolución del consumidor, mientras los más escépticos comentan que se debe a que no había mucho de dónde escoger.

El estudio también arrojó que el 13% está dispuesto a volver a las salas, sin embargo, el 17% no está seguro de hacerlo. El temor es real, y tal vez esto haya cambiado para siempre las reglas del juego en cuanto al cine, pero eso no significa que se deba dejar de hacer películas, es solo que ahora se prefiere verlas en la seguridad y comodidad del hogar, en compañía de amigos, pareja o familia.

Claro, la experiencia de pantalla y sonido del cine no son fáciles de imitar, pero con el equipo adecuado, como una Smart TV de alta gama y una barra de sonido potente, la sensación es prácticamente la misma. Tan solo en marzo, el 52% respondió en otra encuesta que se sentirían “aterrados” por volver a espacios concurridos por un largo tiempo.

Otro dato interesante, es el precio. Un boleto normal para entrar a un cine en los Estados Unidos cuesta $9 dólares, mucho más caro de los $70 que cuesta en nuestro país. En el caso de la Unión Americana, una película sobre demanda está cercana a los $20 dólares, es decir, poco más del doble de un boleto. No obstante, es un gran ahorro para las familias, ya que pueden verla muchas más personas por menor costo, lo cual será determinante en esta nueva economía, con la inminente recesión.

No cabe duda que la pandemia trajo, además de lo obvio, cambios en los hábitos de toda la humanidad. Esperemos que las cadenas de cine encuentren el rumbo muy pronto, porque a pesar de que el digital es muy cómodo, la experiencia de salir y comprar el boleto, hacer fila mientras escoges el combo y pasar con el anfitrión que revisa tu ticket es otra cosa. Y sí, la extrañamos totalmente.

Fuente: [Variety]

¡Compártelo en tus redes!

Imagen de cookies

Este sitio web usa cookies, se usan para personalizar el contenido, mejorando la experiencia en el sitio y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico.